Esto es una pequeña escena que me llegó al ver una imagen. La verdad no tiene principio ni final pero él que quiera ponerle ambas cosas para hacerse una historia, le doy todo el derecho de sacarme la escena.
Sin más que decir comencemos…
.
.
.
Era una hermosa tarde en la que Naruto por fin se tomó un descanso de su deber como líder de la aldea para salir de Picnic con su esposa e hijos junto con la familia de sus dos mejores amigos, Sasuke Sakura y su hermosa hija Sarada.
Se encontraron en la puerta norte de la aldea y salieron a disfrutar la tarde como nunca lo han hecho. Sasuke fue obligado a venir por Naruto quien le advirtió que si no venía le diría a Sarada lo que pasó el día que los separaran en equipos y aunque el azabache trato de hacerle saber que el también quedaría en ridículo con su hijos, el rubio solo le dio una sonrisa diciendo que ellos ya lo sabian.
El pelinegro todavía maldecía al rubio por tal chantaje en el cual cayó por temor a que su hija lo viera de manera rara por semejante humillación. Y hablando del maldito…
—¡Que suerte qué pudiste venir verdad Sasuke?! ¿Pensé que Sakura te traería a la fuerza?
—Cállate, Dobe.
Naruto río de manera maliciosa al ver la cara de malhumorado que tenía, bueno tenía la misma expresión facial de siempre pero con el ceño ligeramente fruncido.
—¡Papá! ¡Tío Sasuke!
El grito que salió del pequeño clon de Naruto alertó a los adulto y más cuando sintieron el golpe que Sakura plantó en el suelo.
Hinata tenía a sus hijos y Sarada en brazos yendo en dirección de su esposo junto al Uchiha, ella se veía realmente confundida y alterada.
—¡¿Hinata, niños se encuentran bien?! ¡¿Dónde está Sakura?!
Hinata se detuvo y bajo a los niños los cuales estaban más que asustados y era comprensible si apenas tenían 9 y 4 años de edad.
—¡Estamos bien pero-
No fue capas de terminar ya que Sakura salió volando hacia su dirección pero fue detenida por su esposo Sasuke justo a tiempo.
Una risa muy conocida salió de entre los árboles revelando a Madara Uchiha revivido por el Edo Tensei. La sorpresa de Naruto y Sasuke se dibujo en sus rostros pero no tenía tiempo para eso, el antiguo equipo 7 se lanzó al ataque del Uchiha revivido. Hinata quedó atrás protegiendo a los niños y buscando con su Byakugan al causante de revivir al maldito Uchiha, también vigilaba que no pasará nada y tenga que ir a apoyar con la batalla.
—Una vez más estoy en esta tierra y esta vez no me detendrán.
Los antiguos alumnos de los sannin batallan en sincronía y conjunto pero aún así les era difícil luchar con Madara y su Rinnengan además de los clones que no dejaban de salir los cuales hacían pedazos a los clones de Naruto. En un descuido Sasuke salió lastimado por la espada de Madara.
—¡¡Papá!!
El grito de Sarada llamó la atención del revivido, quien de una patada mando a volar al padre de la niña, y los clones se ocuparon de los otros dos. Hinata apenas pudo reaccionar al protegerse de un golpe que llego de pronto, ella atacó a Madara con su puño de leones gemelos pero no duro mucho asta que Madara la mando a volar gracias al Rinnengan. El utilizó el Shindra Tensei y atrajo a una paralizada Uchiha cerca de él, y aunque Sasuke volvió y trato de alejarlo de su hija el ya habia colocado su Susanno impidiendo que Sasuke entrará.
Madara coloco una rodilla en el suelo y quedo a la altura de Sarada quien tenía sus manos presionando su pecho tratando de calmar su corazón del miedo. La pequeña observó atenta el rostro del hombre frente a ella, y le pareció realmente raro ver como parecía fisuras negras atravesar toda su cara, Madara ignoro todos los gritos y amenazas de los adultos para concentrarse en la niña.
—¿Tú eres una Uchiha?
—S…Si.
Madara sonrió y miro al costado una pequeña flor y el la arranco del suelo, vio a la pequeña que se veía más relaja y le ofreció la flor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—La sangre de los Uchiha termina contigo pequeña, nuestro Clan maldito por el odio termina contigo.
Sarada acepto la flor que le ofrecía Madara y lo miro con curiosidad.
—¿Tu… eres un Uchiha?
—Lo soy… —rio con suavidad y acarició los cabellos de la última Uchiha que veria— pero yo ya estoy muerto.
La hija de Sasuke hizo lo que nadie en la historia ninja haría, abrazo a Madara susurrando unas palabras las cuales nadie supo que dijo y tampoco supieron que respondió el Uchiha revivido.
—Sal de aquí y llévate a esos pequeños contigo.
Madara dejo ir a la pequeña para darse vuelta y poner la cara maniática que lo caracteriza. Río con fuerza al recordar lo que acabo de pasar pero era hora de seguir con el plan.
—¡Hora de sufrir malditos!
Sarada corría con la esposa y los hijos del Séptimo Hokage hacia la aldea por ayuda pero ella solo se concentró en la hermosa flor y las horribles palabras del que sería casi como un Tatara(X10) abuelo.
“—Al fin conozco otro Uchiha aparte de mí padre, por favor quédate con nosotros… —Lo siento pequeña pero me llevaré a tu padre conmigo y recuerda, los Uchiha siempre somos consumidos por el odio y/o la venganza. Prueba que somos diferentes si puedes, Adiós.”
