Alcancia de Sonrisas

Parte 1: En camino

- Esa canción siempre me recuerda a tu madre.- Dijo Santiago cuando comenzó a sonar Una Mattina de Ludovico Einaudi, en la nueva Suburban de Franco que había comprado hace unas semanas. Santiago cumplió 60 años el día anterior y le había pedido a su hijo mayor que lo acompañase acumplir una vieja promesa. Él ya había formado su propia familia, al igual que su hermana menor Antonia, y ya no se veían tan seguido con su padre.

- ¿Por qué, papá? - Santiago pocas veces hablaba de Sofía, quizás este viaje juntos era la perfecta ocasión para conocer más de su mamá.
Santiago no pudo evitar sonreír tras la pregunta de su hijo.

- Así como tú cuando pequeño, le encantaba tocar piano. No le gustaba que muchos la escuchasen, así que me ponía en la habitación del lado a oírla sin que se diera cuenta, podía estar horas así... Esta canción era de su película favorita, no te imaginas cuantas veces la vimos juntos frente a la chimenea de la salita. - Franco nunca había escuchado a su padre hablar así de su mamá, tan feliz, como si olvidara por un momento el accidente.

Santiago siguió "Recuerdo una vez, cuando recién nos empezábamos a conocer. Me tocó un trozo de canción el cual no lograba recordar el nombre. Le prometí que la encontraría. Me tomo casi 20 años dar con la canción". Abrió su billetera y sacó un viejo papel en donde tenía escrito el nombre de la pieza y dijo "...al parecer fui demasiado lento". Luego de eso, ambos bajaron brevementela mirada y se concentraron en la música y el camino. Se dirigían a Portillo.

Sonaron casi 10 canciones y ninguno pronunció una palabra. Los asientos de cuero calefaccionados y con masajeadores de pronto no eran tan cómodos como al inicio del viaje. Por la ventanilla Santiago veía nostálgico el congelado Río Juncal mientras bebía su café.

- ¿Te conté alguna vez como conocí a tu madre? - Rompió el silencio Santiago. Franco había escuchado esa historia al menos unas cien veces, pero nunca parecía aburrirle.

- Creo, no me acuerdo mucho la verdad - respondió.

"Fue hace ya 40 años. Un soleado sábado 16 de Julio, así como hoy. Como de costumbre me encontraba esquiando en Portillo, ya había dejado de entrenar, pero seguía subiendo muy a menudo con amigos y familia.
No fue sino hasta medio día que la vi por primera vez. Nos encontrábamos en Tio Bob's Restaurant, en la cima de la pista Plateau con vista a la congelada Laguna del Inca. Estábamos a solo un par de mesas de distancia. Se sacó el gorro que traía puesto y recostó el pelo sobre su hombro derecho, un par de segundos después le sonrió a un pequeño niño que la miraba desde la otra mesa. Tenía que conocerla, no podía irme esa tarde sin haber cruzado al menos una palabra con ella.
Luego de almorzar, pasé horas de pista en pista buscando aquella chaqueta con peludito en el cuello y pantalones blancos. No parecía ser mi día de suerte, ya casi eran las cuatro y el tiempo no manifestaba intención de detenerse a mi favor.
Finalmente la encontré, en el andarivel Las Lomas, pero ella iba mucho más atrás que yo en la fila. En cosa de segundos saqué mi celular y comencé a dejar pasar las personas mientras fingía una llamada, hasta que eventualmente estuvimos en la misma línea. Allí estaba, a menos de veinte centímetros mío. De un momento a otro mi mente quedó en blanco, ¡mierda, no sabía qué decir! Ni una sola idea pasaba por mi cabeza, mientras la silla estaba cada vez más cerca.
Nos subimos.
No pasaron más de quince segundos cuando me percaté, ¡había perdido mi teléfono! Cuando ella lo notó no dudo en ofrecerme el suyo para llamarme. Luego de confirmar que mi teléfono estaba en algún lugar bajo nieve, mi cerebro volvió a funcionar y logré conversarle por un par de minutos, pero lo más importante... ¡Tenía su número! Ahora solo necesitaba encontrar mi celular y rezar que siguiese funcionando." Santiago dibujó una leve sonrisa antes de decir lo siguiente, "tu madre siempre pensó que tiré el aparato a propósito".

-¿Lo hiciste, papá, fue a propósito? -

*Qué piensan de la extensión del capitulo? teniendo en cuento que es un relato y no una novela, claro. Nos vemos en el siguiente capitulo!**
-A-