Primeras palabras

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Nueva vida, nuevo curso y nuevamente las mismas escaleras.

Este año me he propuesto no ser negativa, mirar siempre el lado positivo de las cosas y, sobretodo, no dejar que nada ni nadie me baje el autoestima.

Las primeras clases no fueron tan malas, cada vez era menos tiempo para volver a ver a Bruno, ese niño que me había traído loca durante tanto tiempo, pero alguien con quien no me atrevería a hablar nunca.

Tan guapo como siempre aparece de la nada e interrumpe mis pensamientos sobre él.

- Hola Sara - salió de su boca dibujando una enorme sonrisa en mi cara.

- Ho...Ho...Hola Bruno - torpemente salió de mi boca haciéndole reír.

- Hoy te ves muy guapa, ¿ te apetecería venir a comer conmigo después de clases? - dijo sin más, de la nada, primera vez que hablábamos y me invitaba a comer.

" No me lo puedo creer, después de tanto tiempo por fin " dije pensando para mi

- ¿Y... Bien? - preguntó, y me di cuenta de que estaba tan sumergida en mis pensamientos que no le había contestado.

- Sí, seria un placer - dije  torpemente haciéndole reír de nuevo.

- Genial, te espero en el aparcamiento después de clases - dijo antes de darse la vuelta y marcharse

Me quede  en aquel lugar durante unos minutos más intentando saber que era lo que había pasado. 

¿Me acababa de invitar a salir el chico del que estaba locamente enamorada?, No puede ser, es imposible que alguien como él se fije en alguien como yo pero... ¿y si es cierto?¿ y si a lo mejor quiere conocerme porque está interesado en mi? 

Diversas preguntas sin respuesta interrumpían en mi cabeza constantemente como si de un bucle se tratara, hasta que llego un pensamiento que me dejo  casi sin  aire, ¿y si es todo un juego o una trampa?

De repente el timbre del fin del recreo me hizo despertar de mis pensamientos para ir a las últimas clases antes de resolver todas las preguntas que interrumpían en mi cabeza.

Tras una dura clase de matemáticas con nuestra amada Camino y unas cuantas peleas con los logaritmos, llegó la hora que tanto estuve esperando, resolver todas las preguntas y dudas que inundaron mi cabeza desde su propuesta. 

Salgo del aula y me dirijo hacia el aparcamiento donde había quedado con Bruno y allí a lo lejos estaba, tan guapo y deslumbrante como siempre, apoyado en su Opel Astra blanco como si lo acabara de sacar del concesionario, al darse cuenta de mi presencia se aleja un poco del coche y se dirige hacía mi con su hermosa sonrisa.

- Hola Sara - dice sin quitar sus hermosos ojos verdes de mi rotro

-Hola Bruno- consigo decir torpemente haciendo que su sonrisa se intensifique más aun.

-Me alegro un montón de que hayas aceptado mi propuesta de venir hoy a comer conmigo- dice con toda la amabilidad del mundo.

"Se ve tan guapo con su sonrisa y el viento acariciándole en el pelo" pensé 



Jodidamente RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora