Prologo

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Podemos ser personas viajeras, turistas que pasan por ciudades y ven su mejor lado, son capaces de ver sus atracciones y sus paisajes pero eso solo es el lado superficial, más allá de eso se encuentra la verdad de una ciudad, inclusive de una nación. Siempre vemos las sonrisas de una persona pero no somos capaces de pensar que aveces esa sonrisa es solo una ilusión que las personas crean para sentirse más fuertes, lo mejor, es que aveces se creen tanto esa ilusión que se termina convirtiendo en realidad.

Gotas de lluvia se estrellaban sobre una ventana generando un pequeño ruido que es tranquilizante para algunos, ese es el caso de Billy Bull, acostado en su reconfortante habitación pensando en diferentes cosas, el solo tenía quince años pero era considerado un chico brillante por muchas personas, su cuarto estaba repleto de pósters y libros, solía dedicar mucho de su tiempo en ello, aprender era su único vicio, aunque solía pasar el tiempo leyendo libros técnicos de vez en cuando leía algo un poco más fantasioso, la ciencia ficción era su genero favorito por el simple hecho de que era fantasía pero tenía muchas posibilidades de convertirse en realidad.   Billy estaba mirando al techo de su habitación, para el era una especie de fuente de inspiración, estaba pasando por distintos problemas en su vida en ese momento pero no tenía nadie con quien poder compartir su estrés o tal vez si lo tenía pero no quería hacerlo, prefería quedarse pensando en su habitación.

El techo blanco era reconfortante para el, solía cerrar los ojos y pensar en cosas que no tuvieran que ver con su realidad, desaparecerse por un momento era fantástico, entraba en lo más recóndito de su cerebro y comenzaba a recordar libros que había leído o incluso a crear historias imaginarias en su cabeza, su cerebro era un palacio en donde el podía estar tranquilo sin interrupción de nadie, muchos no lo ven así pero el cerebro de cada persona es la máquina más poderosa que existe, Billy estaba en el siglo 21 y pensaba que la mayoría de inventores y soñadores de la época querían hacer algo superior al cerebro, tarde o temprano crearían la vida artificial y probablemente eso causaría el Apocalipsis pero el humano tiende a no hacerle caso a su intuición, simplemente quieren ir más allá, repentinamente ,un mensaje llegó al teléfono de Billy.

Se levanto de golpe de su cama al instante se sintió frustrado por qué interrumpieran sus pensamientos, estiró el brazo para tomar su teléfono pero una idea pasó por su cabeza a la velocidad de el rayo, la idea que le había pedido a su almohada desde hace tiempo, la idea que podría cambiar el mundo, o más bien dicho, su mundo; Billy devolvió su brazo a su posición original y se levanto de golpe de su cama, comenzó a recorrer de lado a lado su habitación analizando la idea que su cerebro acababa de producir, comenzó a pensar a quién podría pedirle ayuda, necesitaba a un grupo de personas para desarrollar su idea, aunque Billy se consideraba un genio y era un poco ególatra en ocasiones, sabia que no podía desarrollar dicha idea solo, necesitaba a otros compañeros que lo ayudaran a crear el futuro junto con el, tenía una lista mental de compañeros muy talentosos ,tenía otras personas en la cabeza pero aún no se había decidido, duró unos minutos pensando, acabado ese tiempo se abalanzó sobre su mesa de estudio y tomó su cuaderno de ideas, tenía otras diez ideas anotadas ahí, aunque eran tan buenas como la que recién había creado, no eran suficiente,Billy quería hacer algo fuera de lo común, le decían que comenzará con algún invento pequeño pero el sabía que podía hacer más, su primer invento cambiaría el mundo;Billy anotó desesperadamente su idea y varios detalles que se le iban ocurriendo, al cabo de unos veinte minutos se levanto de su silla y pensó que ya era el momento, no sabía cuánto tiempo le tomaría pero aún así lo haría, miró de reojo su teléfono, mentalmente le daba gracias por qué fue un incentivo para dar origen a su nueva idea pero a la vez le pedía perdón ya que si su proyecto tenía éxito los teléfonos y las computadoras quedarían en el pasado, tomo su teléfono pero antes de utilizarlo miró al techo y pensó "ahí voy futuro".

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