I.

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Aburrido, así es como se encontraba Yoongi, la iglesia sin duda no era su lugar favorito ¡le aburrían tanto los sermones!
Se encontraba sentado con sus padres y a su lado su hermano SeokJin que luchaba por mantenerse despierto.
Una melodía mental y una nueva letra de rap danzaban en su mente, solo esperaba que no se le olvidará hasta que no saliera de allí y pudiera escribirla.
Un haz de luz en sus ojos lo saco de sus pensamientos y dirigió su mirada allí.
Un niño quizás un poco mas joven que el, sentado en el banco de la fila siguiente, reflejaba gracias a una cruz que tenia en sus manos los rayos del sol hacia el, mientras le sonreía traviesamente, hoyuelos adornaban sus mejillas.
Solo pudo sonreirle de vuelta, mientras un sentimiento cálido pero desconocido se instalaba en su pecho al mirar al joven castaño.

Lo que duró la ceremonia se la pasaron entre rayos de sol y sonrisas, interrumpidos por las miradas de su madre para que prestará atención.
Una vez finalizada tenia la intención de ir con el castaño para saber su nombre, pero su padre lo tomo del hombro para dirigirlo hacia su madre que saludaba a una familia amiga. Miró hacia atrás y observo como el castaño se perdía entre la gente, deseando volverlo a ver.

-Te vi Yoon, que tanto mirabas a ese chico eh? Acaso te gustó?-
La risa tan característica de su hermano mayor se dejó oir mientras le pinchaba las mejillas para molestarlo. Sus padres a unos metros de ellos charlaban con unos amigos y el sacerdote.

-Ya basta! No se de que hablas- trato de alejarse de las burlas de su hermano, aunque el rubor de su cara no ayudaba y solo incrementaba la risa de SeokJin.

Observo que sus padres se estaban despidiendo y alejándose de las burlas de su hermano empezó a caminar rumbo a la salida.
Al pasar por el lugar donde anteriormente el castaño se encontraba, cierto brillo llamo su atención. La cruz del pequeño se encontraba allí.  La tomó en sus manos y observo que el broche de la cadena se encontraba roto. Decidió que la arreglaría y que el próximo domingo se la devolvería a su dueño.
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La mirada desconfiada y algo asombrada de su madre estaba sobre el, mientras que su hermano lo miraba burlonamente. El intentaba comer su desayuno sin prestarles atención.  Sabía que la mirada de su madre se debía a que se había levantado temprano por iniciativa propia  para ir a la iglesia sin quejas de por medio, cuando usualmente requería que lo sacarán a rastrass de su cama.

Y su tonto hermano fue a quien acudió para que lo ayudará con la cadena. Claro que para aceptar le tuvo que contar de quien era y que quería hacer con ella.

Toda la semana transcurrida Jin no perdió oportunidad de avergonzar a su hermanito.

Llegaron a la Iglesia y Yoongi miro en todas direcciones tratando de encontrar al pequeño castaño sin éxito.

Apretó la cadena que tenia en su bolsillo, desilusionado.
Jin observo la cara del menor, sin duda no había visto al pequeño castaño sentado detrás de ellos, y llamando la atención de su hermano, con un gesto, señaló en la dirección que se encontraba.

Jin sonrió al observar la sonrisa y la ilusión  en la cara de su usualmente apatico hermanito.

Lo que para Yoongi parecieron horas después,  termino la ceremonia y no dudo en acercarse al castaño.

-H-ola- el nerviosismo se filtraba por su voz.
-Hola- el pequeño le devolvió el saludo sonriente, lo que hizo que el palido chico lo imitara.Ya comenzaba a adorar esos hoyuelos.
Sacó de su bolsillo la cruz y se la tendió al pequeño.

-Te la olvidaste el domingo anterior y yo la encontré. Como vi que el broche estaba roto lo arregle.-

-Muchas gracias! Podrías...

Se dio vuelta esperando para que le abrochara su cadena. Yoongi tardo unos segundos en reaccionar.
Paso la joya por su cuello y toco brevemente la suave piel morena en contraste con su tez palida; estaba nervioso y no lograba enganchar el broche.
Pudo escuchar la dulce risa del pequeño delante de él.
Algunos intentos después pudo lograrlo (con un pequeño hurra mental).

-Me llamo kim Namjoon y tu eres?
-Mucho gusto, soy Min Yoongi.
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Hola! Les comento que este es sin duda uno de mis libros favoritos, y no pude evitar adaptarlo al NamGi, al menos una parte. Si no han tenido la oportunidad de leerlo los invito a hacerlo, así como los otros títulos de Joe Hill.
Este es un fic corto, y ya todos los capítulos están terminados, en breve los iré subiendo.

 You Can't Always Get What You WantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora