II.

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Dos años habían pasado desde ese primer encuentro, dos años siendo mejores amigos. Aunque los sentimientos estaban allí, por inexperiencia y temor ninguno daba el primer paso, no querían arruinar el lazo tan especial que compartían.
Yoongi esperaba a su menor. Toco divertido su cabello color menta, idea de Nam, estaba más que claro que no podía negarle nada. A lo lejos pudo verlo corriendo en su dirección, Lucía su nuevo cabello color rosa, una buena elección en opinión de Yoongi, un bello contraste con su piel morena. Lo veía agitando una mano hacia el, y ya luciendo sus hoyuelos, su debilidad sin duda. Era quien podía sacar su lado más amable y divertido. 
Yoongi suspiro, aun no podía creer como ese pequeño que conoció había crecido tanto y el apenas unos centrimetros, cosa que ese mocoso usaba para enojarlo de manera juguetona, como en ese momento que le revolvía su cabello como si fuese un pequeño.
- Puede que estés en camino de ser un poste mocoso, pero sigo siendo tu Hyung, respetame.

Con un falso tono molesto lo reprendió.

-Eres lindo cuanto te enfurruñas hyung-

Yoongi no pudo evitar que sus mejillas se colorearan, ¿porque tenía que decir cosas como esas?.

Empezaron a caminar rumbo al bosque, según Namjoon había encontrado algo y le entusiasmaba compartirlo con su hyung.

Tras una breve caminata, por la desviación de unos de los caminos marcados, se encontraba una casa del árbol,
Namjoon lo alentó a subir, Yoongi no estaba tan seguro, pero como ya afirmaba no pudo negarse.

Una vez arriba, observó el lugar, tenia un encanto extraño y más allá de la apariencia dejada del lugar, Yoongi lo sentía como un lugar especial.

Ambos se recostaron en el suelo de la casa hablando de todo un poco.

-Hyung podemos arreglarla y será nuestro lugar, ¿que te parece?- el entusiasmo de Namjoon era contagioso.

En algún momento los dos rodaron y quedaron de frente, mirándose a los ojos, la atmósfera creada les transmitía paz a ambos.

No sabrían decir quien tomo la iniciativa pero en un momento estaban muy juntos, casi rosando sus labios, cerraron los ojos disfrutando el momento y finalmente se besaron: cálido,  amoroso, transmitiendo todos esos sentimientos que albergaban por el otro.

Las palabras sobraban, ambos se dieron cuenta lo que el otro sentía, y sonrieron por su amor compartido.
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 You Can't Always Get What You WantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora