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Nunca antes me había sentido así. Llegó un momento en el que aprendí a no perder los estribos con las emociones tan fuertes. Pero esto es diferente a todo lo que he experimentado antes, y no puedo evitar pensar en cómo acabé aquí.



Recuerdo que tenía apenas ocho años. Era el quince de marzo y _____ no había ido a clase ese día. Me sorprendió bastante que nuestra madre me obligase a ir solo a la escuela, pues generalmente si uno estaba malo, el otro también se quedaba en casa.

A la salida, el citroen de mamá esperaba aparcado al otro lado de la calle, las dos chicas de la casa esperaban dentro.

- ¿Qué tal el día? -preguntó mi madre mientras ponía el coche en marcha.

- Aburrido sin _____.

La nombrada sonrió. Le faltaba uno de los paletos y se veía adorable.

- Hemos ido al médico, hermanito.

Kim _____, mi hermana. Era un año menor que yo y la quería con mi vida. Bueno, todavía lo hago.

Desde que nació, supe que debía protegerla de todo, aunque se enfadase por ello, y puedo afirmar que nunca nos separábamos. Si uno iba al baño, el otro lo seguía; si uno lloraba por dulces, el otro también. Daban igual las guerras que enfrentáramos, nosotros siempre luchábamos juntos como hermanos. Al menos por aquel entonces me resultaba más sencillo pensar así.

- ¿Al médico? -la miré asustado-. ¿Te ha pasado algo? ¿Estás bien?

- Tan solo ha sido una revisión -rió.

- ¿Revisión de qué? ¿Por qué no he ido yo?

- Taehyung -interrumpió mamá-. Ya está bien.

- De acuerdo...

Hice un puchero en forma de queja y ____ volvió a reír. Era tan bonita. Tomé su rostro en mis manitas y la abracé, deleitándome con sus contagiosas carcajadas.

No entendía por qué mis padres evitaban que me preocupara tanto por ella. Para mí era normal: un alfa cuidando a su familia. Papá protegía a mamá y yo protegía a _____.

Tampoco entendí muy bien la conversación que escuché de mis padres esa misma noche.

- ¿Eso te han dicho? ¿Una omega? -la voz de mi padre me detuvo de entrar a la cocina para beber agua.

- Sí -respondió mi madre-, y ya sabes lo que significa eso.

- Sí, lo sé... -suspiró papá-. Tenemos que ir cortando un poco su relación. Aunque no lo parezca, sus instintos van tirando de él cada vez más.

Hubo una breve pausa hasta que que la única mujer en la sala, habló:

- Lo cierto es que me sorprende la gran unión que han tenido desde que ella nació.

- ¿Crees que ellos...?

- ¡Claro que no, cariño! Es simplemente su genética. Lo que tenemos que hacer es tener cuidado con el primer celo. Con un poco de suerte, Tae habrá encontrado su pareja para los dieciocho y, un año después, la encontrará nuestra hija.

- ¿Y si no es así?

- Entonces tendremos el doble de cuidado con sus celos de la mayoría de edad, ese es el más fuerte.

- Joder, todavía me acuerdo.

Ambos rieron.

Sabía que estaban hablando de _____ y de mí, pero no entendía nada, al igual que tampoco le veía la gracia.

Since We Were Kids || kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora