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Era jueves por la mañana. Esa misma tarde _____ iría a casa de la abuela una vez más para pasar allí su cumpleaños al día siguiente, incluyendo también su celo. Me puse duro de solo imaginarla jadeando y rodeada de ese delicioso olor.

Al ser vacaciones había planeado pasar la mañana con Jungkook, en principio comeríamos pizza y pasaríamos el tiempo jugando videojuegos, pero el plan se canceló al poco de haber comenzado. Así fue como acabé a las dos de la tarde en el sofá de mi casa con un par de porciones de pizza hawaiana que había conseguido antes de volver.

Todo estaba tranquilo, hasta que llegó a mí ese conocido aroma. _____ estaba aquí, y su celo de la mayoría de edad se había adelantado unas horas. Mierda.

Luché contra mí mismo por no levantarme y acudir a la llamada de la omega, pero esta vez la cosa estaba siendo distinta. Mi cuerpo empezó a arder y en unos instantes era un lío de jadeos y gruñidos. Mi cabeza estaba en llamas y mi polla dolía desde mi ropa interior. ¿Estaba entrando en celo? Aún faltaban semanas. La única salida que encontré sin estropear más la situación fue tocarme para descargar energía, sin parar a pensar en la cantidad de hormonas que estaban emanando de mi propio cuerpo.

Me bajé los pantalones junto a los calzoncillos hasta el suelo, y con suma desesperación agarré mi miembro para frotarlo rápidamente, esparciendo parte del líquido preseminal por la cabeza. Comencé a pensar en _____ mientras mi garganta emitía gruñidos desesperados.

Entonces oí su voz. Más mierda.

- ¿TaeTae?

Giré mi cabeza sobre mi hombro, todavía sentado en el sofá, y la vi, apoyada en el marco de la puerta del salón sudando y respirando entrecortadamente.

- _____...

- Por favor TaeTae -suspiró-. Da igual cuánto me toque, no puedo parar el calor... Las pastillas no hacen nada.

Nuestros ojos conectaron. Ella estaba tan necesitada que juraría haber escuchado a su omega llamando a mi alfa entre llantos.

- Pequeña... -gruñí-. N-no puedo...

Se apartó el pelo del cuello, dejando a la luz la cicatriz que le había hecho cuatro años atrás.

- Pero yo soy tuya -relamió sus labios-. Siempre lo he sido Taehyung.

Ahí perdí todo por ella. Mandé a tomar por culo la lógica y dejé que mi lobo tomara el control.

Sin dudarlo y semidesnudo fui hasta ella y la besé. Nuestras lenguas se empujaron la una a la otra y en ese instante yo subí al cielo para después descender a lo más profundo del infierno. Mi pecho ardía de emoción y nuestras pieles brillaban por el sudor. Mi erección acariciaba con delicadeza su vientre, burlándose de la brusquedad del resto de nuestros movimientos.

Nos tumbamos en el suelo, en la misma puerta de la sala. A medida que el beso se volvía más ansioso, las prendas de ropa restantes desaparecieron en algún punto de la estancia. De vez en cuando nos mirábamos y reíamos. Habíamos nacido para esto. Amaba estar así y sobretodo la amaba a ella.

Cuando el ambiente estaba lo suficientemente caldeado, _____ tomó el control y se posicionó sobre mí. Besó mis labios, mi cuello, mi pecho y el resto de piel que marcaba el camino hasta mi erecto pene. Acaricié su pelo, anticipando lo que seguía, y ella procedió a besar y chupar mi glande. Con un movimiento de cadera penetré un poco más en su boca ordenándole ir más allá, y así lo hizo. No necesitó las manos, pues simplemente se dedicó a succionar y a lamer las marcadas venas desde la base hasta el final mientras yo creaba el movimiento con ayuda de mi pelvis.

Since We Were Kids || kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora