-¿Enserio? Escuchas un ruido extraño y, ¿pretendes defenderte con un oso de felpa?
-¿Qué haces aquí?-
-Nada, solo paseaba y me metía en las casas de las personas para asustarlas- rio y yo me quede seria-
-No te creo-
-Tienes razón- se quitó el pasamontañas-
-Eliot… dime ¿Qué haces aquí?-
-Dulces sueños, Lea-
Me dolía la cabeza. No recuerdo muy bien lo que me paso. Lo único que recuerdo es que regresaba del instituto con Val. Hasta ahí, ya no recuerdo nada más. No recuerdo que llego la noche, ni a qué hora me quede dormida. Abrí los ojos. Todo estaba oscuro. No estaba en mi cama, ni en mi habitación. Me extraño mucho, no sabía en donde estaba. Comencé a alterarme. “¿Qué pasa conmigo?” pensé. Me levante. Tenía abrazado el oso de felpa de mi mejor amiga. No me podía mantener de pie, tropecé. El piso estaba húmedo. Como si estuviera en una cueva. “Auxilio” intente decir, fue en vano no salió de mi mente. Abrace con fuerza al oso de felpa con fuerza, cerré mis ojos. “esto es solo un sueño, Lea” me dije a mi misma. Respire hondo. Me volví a parar. “Tú puedes, Lea”. Camine, ahora más decidida. Me tambaleaba un poco, pero logre salir del oscuro lugar. Al salir, me di cuenta que no estaba en un lugar conocido. Seguí caminando. Había visto este lugar antes. El problema, ¿Dónde? Era una playa enorme. Las olas golpeando las rocas de la orilla, y la arena. Busque con la mirada a alguien conocido. No encontraba a alguien. De repente alguien me atrapa por detrás y me tapa la boca.
-Shhh, no digas nada, tranquila. Te voy a soltar, si prometes no gritar. ¿Lo prometes?- asentí con la cabeza, al momento que me soltó, me voltee a ver su cara.
-¿Eliot? ¿Cómo llegue aquí?- dije sin entender aun lo que pasaba.
-tranquila, Lea. Lo importante es que estas bien.
-Eliot… quiero saberlo.
-Bien te lo diré. Ibas camino a tu casa. Al menos eso pienso. Yo te vi, cuando salía de mi trabajo. Y un hombre trato de asaltarte.
-Y entonces fue cuando, Eliot el valiente salió al rescate ¿Estoy en lo cierto?
-Algo así. ¿Lo recuerdas?
De repente la figura de un hombre salió entre mis recuerdos. Era alto, delgado, llevaba un pasamontañas. Y lo vi peleando con Eliot. Pero luego no recuerdo nada.
-Te traje aquí después de que te desmayaste, no me quería arriesgar que encontrara tu casa.
-¿Así que se te ocurrió dejarme, en una… cueva?
-Si. Estaba vigilando, por si nos había seguido. Pero no, nos siguió- dijo con una sonrisa en su rostro.
-Bien. ¿Me puedes llevar a mi casa?
-No.
-¿No?
-Dijiste que ya no te hablara- dijo tratando de sonar… ¿molesto? Sí, creo que esa palabra le queda.
-Bien. Eliot, gracias por salvarme del asaltante. Y…- no quería decir las siguientes palabras, pero quería ir a casa- me retracto- dije apenas audible-
-¿Qué? No te escuche- lo mire molesta-
-Me retracto- dije más fuerte, pero más rápido-
-Vamos. El coche nos espera-
Todo parecía un sueño. Desperté en mi cama. Pero eso si había pasado. Al menos estoy yo segura de eso, ya que son las 12:00 del mediodía. Me levante, y me dirigí a la cocina. Mi padre no estaba. “Extraño” pensé. Me prepare un cereal, y me dirigí al sofá. Encendí el televisor. Comencé a buscar entre los canales, nada me parecía entretenido, así que la apague. Casi nunca he sido muy fan de la televisión. Tal vez cuando era bebe si me gustaba verla. Comencé a comer de mi cereal. Sonó mi móvil. Lo tome. Era un mensaje de mi mejor amiga. No quise responderle, así que la llame. Contesto.
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El mundo desconocido.
Teen FictionLea Jones, es una muchacha de 16 años de edad. casi no tiene amigos solo su mejor amiga Val. Lea esta experimentando algunos cambios en su vida que no logra a entender. poco a poco se va dando cuenta del porque no encaja muy bien en el mundo conocem...