1 - No puedes separarte de mi

16 1 0
                                    

Sentí nuevamente un zumbido en mi oído y miré hacia atrás. Allí estaba de nuevo. Mirandome con sus ojos oscuros y con esa sonrisa de arrogancia que siempre tenía por saber que me atormentaba de día y de noche. Lo había comenzado a ver hacía algunos meses y fue de a poco que me habitué a él. Primero aparecia en mis sueños, en pesadillas eternas, luego comenzó cada vez a estar más cerca y se materializó como se materializan ciertos demonios que recuperan sus cuerpos. Este aquí, parecia haber sido alguien que en su epoca de vida habría cometido incontables actos de maldad, por el simple hecho de producir daño a los otros y divertirse. Ahora se reía de mi y jugaba conmigo.

Me había levantado temprano, tomé el desayuno y salí rapido. Me puse las mismas ropas que venía usando ya hace dos o tres días. Salí rapido pero sin saber bien hacia a donde estaba yendo. Caminé tres cuadras recto, doblé a la derecha y caminé hasta una avenida en donde brillaba un semáforo y una enorme cantidad de vehículos iban y venían con locura. Me sentía agitado. Miré hacia atrás para ver si él todavía estaba allí, y definitivamente, venía caminando una cuadra más atrás del lado de enfrente. Caminaba con paciencia, pero me observaba y sonreía. Es que realmente aquella cosa me tomaba el pelo, sabía que no era cuestión de distancias ni de tiempos, podía estar en frente mio si se lo propusiera en un abrir y cerrar de ojos, antes de que yo pudiera reaccionar. Él simplemente mantenía la calma de aquél que sabe que tiene todo bajo contról y su victima no puede huír. Sentí una puntada en la cién y algo se movió ahí dentro, la vista se me nubló un poco y tuve ganas de vomitar. Aguanté como pude.

Dos días antes encontré una nota en mi cuaderno de anotaciones que decía "no puedes separarte de mí, no puedes separarte de mí, no puedes separarte de mí..." lo cual se repetía y se volvía a repetir hasta el cansancio. Las anotaciones eran cosas de una vez cada dos o tres semanas. De alguna u otra manera aparecían mensajes, siempre los encontraba. Sabía que era él. Creo que su idea siempre fue atormentarme y hacer que desista, que pierda las ganas de luchar contra mis dolencias, contra mis temores, contra las actividades cotidianas y mis propios fantasmas.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Aumenté la velocidad de mis pasos para escapar de él. Cuando miré hacia atrás vi que estaba esperando que el semaforo cambie para poder atravesar la gran avenida. Era mi momento de escapar. Aumenté más la velocidad y luego comencé a trotar. En la desesperación choqué contra una mujer que venía de hacer las compras, esta cayó al piso y todas las cosas se desparramaron por el lugar, la ayudé a ponerse en pié rapidamente y seguí mi camino mientras escuchaba los insultos de varios transeutes. Como pude crucé una calle con varios autos que frenaron de golpe para no matarme, el corazón me latía pero no podía dejar de huir. Tal vez el instinto de supervivencia sea mas fuerte que cualquier pensamiento lógico. La mente me decía que esté tranquilo y mi corazón me pedía a gritos huír. Cuando volví la mirada hacia atrás vi que él corría también, todavía venía por mí pero del lado de enfrente. Salté sobre un vendendor de artesanías que tenía sus objetos en el suelo, esquivé a varias personas que no me cedían el paso, pasé algunas otras calles entre vehículos que frenaban abruptamente y conductores que me gritaban las peores cosas, entré en una galería comercíal y la atravesé lo más rapido que pude. Mi corazón parecía que iba a estallar.

Me encontraba en una calle centrica, bastante angosta y con pocas personas. Lo había perdido de vista, sin embargo mi corazón aún latía a mil pulsaciones por minuto. En frente ví un gran edificio con una enorme entrada, parecía ser un lugar público. Entré y encontré un largo pasillo alfombrado, varias personas andaban por él con una cierta calma. Pensé que iba a morir, necesitaba encontrar un lugar seguro porque estaba comenzando a quedarme sin aire. Probé entrar en varias oficinas y habitaciones, sin embargo la mayoría estaban cerradas, hasta que por ultimo una abrió y pude entrar a descansar en la tranquila oscuridad. Me recosté y cerré los ojos por un momento, luego me quedé dormido.

Foras DhwerWhere stories live. Discover now