Cap. 8 ron añejo

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- Eso sera todo por ahora -hablo bruce a sus invitados, frente a el un grupo de personas uniformadas lo miraban espectantes- seguro fue un viaje largo -con un movimiento de su mano, una de las chicas que estaba parada junto a la puerta pricipal se acerco- por favor llevarlos a sus habitaciones.

- Como desee -no tandaron mucho en despejar el resividor dejando un grupo mas pequeño en el lugar.

- No daran problema bruce -dijo el mayor de los hombre, unas ligeras canas se agrupaban en sus cabellos negros- jael y yo nos ocuparemos de moroki -jael asintio de acuerdo con el hombre.

- Gracias abuelo -dalia fue donde el hombre, le tomo de las manos saludandolo con una sonrisa.

- Te ves impresionante pequeña, no hay que perderte de vista -rio el junto a los otros hombres, que parecian deacuerdo con su afirmacion- debes ser el dolor de cabeza de bruce.

- No tienes idea -se burlo el con amargura- no se le puede dejar ni a sol ni a sombra.

- Es mi venganza personal -rio jael parado junto a su abuelo, con los brazos cruzados- despues de tantos dolores de cabeza que me causaron, era hora que le tocara a el.

- Idiota -murmuro bruce, aunque todos en la habitacion lo escucharon, soltando unas carcajadas.

- Cada vez te pareces mas a mi cuando tenia tu edad, bruce -el hombre le dio unas palmadas en la espalda, bruce recupero su sonrisa.

- No le digas eso abuelo, solo aumentas su ego -le dijo matias el mayor de los primos, el al igual que todos los hombres de la familia tenia el cabello negro y los ojos igual, tenia parche que cubría su ojo derecho- pero sin duda dalia es lo mejor de venir a ver a la familia, siempre nos honra con su belleza.

Ante el acercamiento de su primo bruce y jael se dieron una mirada complice, bruce se paro frente a su primo mayor con una amenaza en la mirada, dalia lo rodeo con sus brazos y el la atrajo a su cuerpo haciendo que ella apoyo su cabeza en el pecho de el.

- No me parece que valeria estaría muy feliz por tus palabras -comento jael con una sonrisa sinica y los ojos rojos- ¿primo? -la sonrisa de matias se borro, y su cuerpo fue recortido por un escalofrio.

- Es una alegría para nosotros tenerte aquí abuelo -le sonrio dalia, conciente de lo que pasaba decidio no interbenir en cosas de hombres.

- Gracias hija -respondió el hombre mayor divertido por ver a sus nietos jugar entre ellos.

- Jael encárgate de moroki -el asintio a la orden de bruce- amesu y kaller serán los que recibirán las ordenes de ti y la transmitirán a los demás, y por favor que no hagan nada para destruya mi castillo -gruño molesto por la risa de su hermano- aleja a kaled de la bengalas -lo señalo con el seño fruncido, la sonrisa de los presente lo llevó a un recuerdo lejano y su humor se puso mas negro.

- Prometemos portarnos bien -rio matias levantanso las manos.

- Comunícame cuando llegue mi guardia -miro a su hermano con una suplica inplicita.

- Esta bien hermanito gruñon, no quematemos nada -soltó jael junto a una risita- dentro del castillo -se burlo comenzando una marcha a las escaleras- por favor acompáñeme los llevare a sus habitaciones -los dos hombres le siguieron riendo de alguna cosa en el camino a lo que bruce no le presto atencion.

- ¿Como estuvo el viaje a la casa bansh? -pregunto llevando a la chica a la sala junto al resividor, fueron hasta un mueble a sentarse.

- Estuvo bien -dalia se acurruco en el pecho del chico disfrutando del abrazo en que la tenia- el concejal bansh mostró su apoyo y agradecimiento conforme a nuestra participación -elevo la mirada para detallarlo, las ligeras ojeras ya no estaban su rostro y cuerpo estaban mas relleno y formido, los labios y piel tenían mejor color y sus ojos ya no tenian esa mirad de cansancio- te vez mejor Ahora, sexy como el pecado.

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⏰ Last updated: Feb 21, 2020 ⏰

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Raitami la confianza y bendicion de nuestra sangreWhere stories live. Discover now