43. Inesperado

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Hasta cierto punto, a Hoseok muchas cosas dejaron de ser claras, algunas le eran demasiado confusas, como si no fueran como él recordaba que fueran. Aunque algunas, no encajaban del todo, era bastante raro todo esto.

Se suponía que el menor amigo de Hoseok, TaeHyung ya conocía a Jimin, pero extrañamente, como había pasado, ellos no se conocían. Era raro, no sabia que era.

Otro gran detalle era que, en toda su vida no había conocido a un tal JungKook o un tal NamJoon, no sabía quienes eran, pero parecían ser personas cercanas, o algo parecido.

Algunas cosas realmente concordaban con todo lo que recordaba, lo de su padre, el duro trabajo de su madre, su mejor amigo, su mejor amiga. Eso si era cierto, pero ¿Lo demás? ¿Era real? ¿Era su imaginación?

Obvia mente, que se podía esperar de la gran imaginación de un pequeño niño de tan solo 10 años. Con tan solo esa edad, podía imaginar grandes cosas. Podía vivir en su propio mundo de fantasías.

Algunas veces imaginaba en como seria su futuro cuando fuera una persona mayor, aveces se imaginaba estudiando algo que le gustaba y aun estando con sus mejores amigos, aveces teniendo finales felices o tristes.

Su imaginación no tenia límite alguno, nadie podía parar aquello, ni siquiera su propia madre.

En algunas ovaciones, se imaginaba casado y con dos bellos hijos, pero siempre desechaba y olvidaba aquellas ideas, ya que no era tan paciente con los bebés.

Al despertar de aquel sueño tan raro, triste y feliz que tuvo, se sentó en su cama tallando sus ojos con sus pequeñas manos. Se levanto y se puso sus pantuflas de conejitos camino hacia el baño, entro y lavo sus dientes al igual que su rostro.

Salio del baño oliendo suave mente a menta, se fue a cambiar para ponerse su uniforme de siempre. Se peino con sus dedos mojados, se puso sus lentes (los cuales casi nunca usaba, porque los olvidaba), bajo a la cocina para encontrarse con su madre.

– Mi sol ¿como dormiste, mi vida? –preguntó la madre del niño con dulzura.

– Bastante bien, mami – sonrió para sentarse a la mesa y ver su desayuno, hotcakes con miel acompañado de leche con chocolate.

– Que bueno, cariño – añadió para depositar un beso en la frente de su hijo.

– Mami – dio un pequeño sorbo a su leche para luego mirar a su madre.

– ¿Que sucede, mi sol? – contesto para sentarse frente al niño y también desayunar.

Pensó un poco sus palabras. –No, ya nada – sonrió mostrando aquellos hoyuelos que tenía.

Su madre solamente sonrió dulcemente mostrando de igual manera los mismos hoyuelos que su hijo. A pesar de que el padre de Hoseok los hubiese abandonado, vivían bastante felices solo ellos dos.

. . . . . .

Al ir pasando los días, meses y años, comenzó a dejar su mundo de fantasías, aunque sin importar que ya tuviera 18 años, su mundo lleno de fantasías no se acababa.

Sin pensarlo, en ese tiempo transcurrido había conocido a un chico llamado YoonGi. Era lindo, de una piel muy blanca como la porcelana, unos ojos oscuros que te atrapan al momento, su cabellera negra azabache y esos labios finos y rosas.

En ese entonces, ya había olvidado por completo aquel sueño extraño que tuvo con ese tal YoonGi, no lo conocía, no sabia de su existencia. Pero, creo que el destino los iba a unir de alguna u otra forma.

Exactamente ese día se encontraban en la cafetería del colegio, Hoseok estaba recostado sobre la mesa usando sus brazos de almohada, mientras YoonGi yacía a su lado hablándole de sus planes antes de terminar aquel curso.

– ¿Y que opinas, Hope? – lo miro con una pequeña sonrisa en el rostro.

– Opino que ya me digas que te gusto – dijo haciendo un típico puchero tierno.

El mayor solo negó suavemente con una dulce sonrisa adornando su rostro. – Pero eso ya lo sabes – se acerco un poco al rostro ajeno.

– Pero me gusta que me lo digas, Yoon – continuó con el puchero mirando el rostro pálido del mayor.

– Entonces, en ese caso... Me gustas mucho, SeokSeok – dejo un pequeño beso en los labios del menor.

Sonrió alegremente ante lo dicho y por aquel beso del mayor. –También me gustas mucho, Yoon –  contestó para enderezarse y así abrazar al mayor siendo correspondido.

Aquel amor que se tenían podía notar se desde lejos, era imposible no envidiar aquel amor.

Y que pensar que al final de todo, terminaron juntos, amándose de una manera pura, era un sentimiento verdadero.

"Se que no podré darte un amor perfecto, pero te daré un amor verdadero, sea como sea, te amaré, estés aquí o no. Yo estaré contigo siempre, cuando dudes que te amo, piensa en que con tan solo verte sonreír iluminas mis días"

Para ser sincera, desde que se conocieron se llevaron mal, solamente se atacaban por cualquier cosa, pero obviamente el destino les tenia preparado otra cosa, simplemente los quería juntos, y lo tuvo.

The End.





No se si soy yo o fue muy corto el final, también siento que fue muy simple, pero -la apedrean por no actualizar- el colegio me ha tenido algo ocupada y pues, apenas tuve tiempo para esto :'D.

Nadie como tú. (YoonSeok)Where stories live. Discover now