El Paciente Cero

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Todavía recuerdo ese día como si hubiese sido ayer. Había recién cumplido 16, y el día comenzó como cualquier otro día común y corriente, me despertó mi odiosa alarma, interrumpiendo mi sueño inusual. Recuerdo que fue uno que se destacó del resto porque este parecía mucho mas real, y no solo era un sueño, sino que como mas tarde descubriría, era también una profecía. Este sueño trataba de como yo me transformaba en una rara especie de viajero y visitaba la oficina central de una organización que no reconocía en ese momento, una oficina llena de especies no humanas, habían animales y humanoides de todos tamaños y colores, nunca había visto algo parecido.

Al despertarme, me vestí esforzándome por no quedarme dormido de vuelta, no podía llegar otra vez tarde al colegio, ya casi me mandaban a detención por la cantidad de clases a las que llegaba tarde. Luego bajé para encontrarme con mi mamá sentada en la mesa esperandome, mi padre no estaba porque, como siempre, se había ido de gira con su banda, la cual era un enorme fracaso, ellos llamaban giras al tocar en bares casi vacíos. Si fuera por mi, mi padre ya no estaría en nuestras vidas desde hace tiempo, pero mi madre se las arreglaba para ver lo bueno en el, como siempre hacía con todos, ella era la mujer mas bondadosa que conocía. El desayuno estaba preparado en la mesa junto a mi mamá, ella me había preparado mi favorito, wafles con frambuesas, era como si supiera que ese era nuestro ultimo desayuno juntos. Daria lo que fuera para poder volver unos pocos minutos a ese momento y tan solo darle un abrazo mas.

Luego de rápidamente terminarme el desayuno de manera voraz, agarre mi mochila y salí a toda velocidad de casa, agarre la bicicleta y empecé a pedalear como loco, pues había visto la hora, y se podría decir que el tiempo no me sobraba. Por pura suerte no llegue tarde al colegio a pesar del trafico, el cual tuve que ir esquivando. Por culpa de lo cerca que pasaba de los autos, escuché uno o dos bocinazos. Al llegar a la clase me senté junto a mi mejor amigo. Por lastima apenas termine de acomodarme en mi banco, se escuchó una voz que retumbo por todo el salón diciendo: Max! Ni siquiera pienses que te vas a sentar ahí, estaría loca si te dejara, el juntarlos a ustedes dos es como tirar un bloque de Sodio al agua, lo cual causaría una gran explosión añadió, y me cambio de lugar al terminar esa frase. Claramente era mi profesora de Química, a la cual casi nadie aguantaba, era bastante estricta para mi gusto. Sin embargo yo era uno de los pocos que mostraba interés alguno en su materia, por lo cual no me tenia tanto odio.

Luego de varias clases largas con solo algunas partes entretenidas era la hora del almuerzo, así que como era de costumbre se generó una gran torrente de gente saliendo de la institución, ya que era un colegio bastante grande con una gran cantidad de alumnos. Ahí estaba yo devorando una deliciosa pizza con mi grupo de amigos, el cual estaba compuesto por varias chicas y mi mejor amigo. Iba ya por la mitad de mi tercer rebanada de pizza cuando de repente veo como una sustancia verde oscura empieza a arrastrarse por las paredes y el suelo como si tuviera vida propia, parecía que nadie mas la veía. En cuanto pregunte que era eso todos miraron en la dirección de esa masa viscosa,y voltearon hacia mi para preguntarme a que me refería. Unos segundos mas tarde me encontraba rodeado de esa cosa misteriosa, vi como lentamente se tragaba a mis amigos sin que ellos siquiera se inmuten. Estaba aterrorizado, estaba seguro que eso no era normal, aunque yo nunca lo fui, esto era otra cosa.

No se parecía en nada a lo que yo conocía, de pronto, de la oscuridad se genero una ciudad que se iba desplegando de si misma, eso fue un show indescriptible, pero no lo pude disfrutar demasiado, ya que estaba muy preocupado en descubrir donde me encontraba. Empece a correr hacia un edificio bastante singular, sus ventanas no parecían ser de vidrio, mas bien eran como unas burbujas, mientras admiraba esa vista única, una mancha que parecía poseer dos cabezas salto contra una de estas burbujas, la cual al momento del impacto asumió una forma esférica rodeando a este ser vivo característico. Volví mi mirada hacia la calle para ver a un vehículo que andaba sobre una rueda venir a toda velocidad en mi dirección. Estaba congelado, quitando la forma deforme del vehículo, estaba a segundos de morir, no me podía mover, cuando ese extraño disco de una rueda estaba a unos pocos centímetros de mi, cerré mis ojos, pero no sentí ningún impacto.

Lentamente abrí mis ojos y descubrí que había vuelto a estar con mis amigos. Estaban todos mirándome fijo como si fuera alguna clase de bicho raro, les pregunté donde habían estado esos minutos que yo estuve en la otra ciudad, su respuesta fue que yo había desaparecido a los pocos segundos de hacerlos voltear a ver hacia donde no había nada. En ese momento mi mente empezó a pensar en todas las explicaciones posibles para lo que había sucedido, pensé que loco no podía estar, porque de haber sido una alucinación mis amigos no me habrían visto desaparecer, y no creía que fuera posible que haya sido una alucinación grupal, así que no tenía ninguna explicación posible.

Sin embargo, parecía que alguien si sabia lo que había pasado, ya que había una chica en la otra cuadra que me estaba mirando mediante sus binoculares, parecía ser una chica uno o dos años mas grande que yo, y una bastante hermosa debo añadir. Tenia una cabellera rubia ceniza clara que le caía sobre los hombros a la perfección, a pesar de usar plataformas para disimular su altura, se notaba que en realidad era unos centímetros mas baja que yo, en cuanto la noté me saludo, se dió vuelta y se fue caminando. Rápidamente sin siquiera decirle algo a mis amigos salí corriendo tras ella, la chica había girado en una esquina, pero en cuanto di la vuelta ella ya había desaparecido. Avance unos pocos metros y de repente sentí como alguien me agarró del brazo, miré hacia mi izquierda y era ella, abrió la boca para decirme algo, y lo único que pude escuchar fue no tengas miedo, pero no se si dijo eso ya que estaba bastante cansado después de esa corrida.

Luego de decirme algo que no entendí, una manta blanca empezó a subir por nuestras piernas, se estaba propagando velozmente y salía del piso, ella estaba relajada mientras que yo estaba entrando en pánico.
Me pidió amablemente que me calme y confíe en ella, y sin saber por que, lo hice. Cerré los ojos y me deje envolver, era una sensación única e indescriptible. Lo siguiente que supe estábamos en una clase de carpa en una pradera de pasto blanco, la carpa se extendía sobre nuestras cabezas y en sus puntas la sostenía unas varas de metal, parecía ser de una seda blanca. Mire al cielo y estaba mas claro que nunca, era bastante peculiar pero alegre y relajado.

Nos sentamos en unas sillas de madera albina y se presentó, su nombre era uno muy bello a mi parecer, se llamaba Caitlin Soulman, me dijo que sabía por lo que yo estaba pasando, según ella mis habilidades de Cluster se estaban empezando a manifestar, su explicación me dejo mas confundido que antes. Le pregunte que era ese concepto, nunca había escuchado un termino similar, amablemente me explico que un Cluster es un ser con habilidades extraordinarias, las cuales destacan de su raza, como ella y yo. Un Cluster desarrolla reflejos excepcionales y agilidad increíble, eso explica el porque soy tan bueno en varios deportes, pero la mayor habilidad de un Cluster es el ser capaz de viajar entre dimensiones. A parte de esto, algunos Clusters poseen habilidades secretas por mutaciones en su ADN. Ademas me dijo que hay infinitas dimensiones, lo cual significa que no voy a poder conocer todas, lo cual no suena tan bueno para alguien como yo, alguien al que le gusta el saberlo todo.

Se levantó de su asiento y me dijo que ya se tenía que ir, pero que la iba a volver a ver, ya que alguien tenía que enseñarme todo lo que yo necesitaba saber, y tenia que aprender a usar y controlar mi poder, así que se despidió dejándome a una cuadra del colegio, donde me había raptado y me aviso que iba a regresar a buscarme en una semana para empezar las clases y los entrenamientos. Apenas se fue, mi cabeza se lleno de dudas, que tenia que aprender? De donde salió ella? Y porque sabía tanto? Pero tenía que esperar una semana antes de que mis preguntas tengan respuesta, así que intente pasar desapercibido la siguiente semana, esperando con ansias la llegada de Caitlin.

El Viajero InterdimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora