La niña de mis ojos

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Una pradera, un árbol, justo en el medio, una niña leía y escribía, no estudiaba, escribía, solitaria ella estaba sentada bajo el árbol, lleno de vida, ella escribía ideas.

El sol reflejaba la laguna a un lado del árbol, ella se veía, se reía y seguía escribiendo, su atención iba a la caligrafía perfecta impresa en uno de sus lados, luego, sus ojos recorren un camino hasta llegar a una caligrafía imperfecta llena de curvas y defectos, pero ante aquellos ojos, también perfecta. En su costado se posaba una pajarito, esa pequeña alondra que le cantaba con una voz angelical y luego con total libertad ella volaba, admirando esos globos oculares que reflejaban una inmensa intensidad.

Su mano se posa en la portada de su libro y luego, con total cuidado y delicadeza cerraba aquel libro, y ahora con el mismo cuidado cerraba la libreta, la que ahora, junto con el libro será guardado en un cofre lleno de secretos de la niña con la longitud perfecta para almacenar aquel libro. Y así fue como pasó horas ella, la cual sólo escribía ideas, con un cofre protegiendo cada uno de sus secretos sobre una rama, rama de aquel manzano en medio de la pradera.

Se ha quedado la niña, hasta que la luz natural del sol se apagaba con total seguridad en medio de dos montañas, muy al fondo entre aquellas montañas imponentes, pero esa niña las veía con total tranquilidad, ya que con sus ojos, todo era tranquilidad.

Entonces aquella niña, que posaba sus ojos en el arte de las letras, que con tranquilidad miraba  su reflejo formado por la luz natural que una estrella reflejaba, esa estrella que también miraba, que llegaba cada día sin falta, sin rencores, que ayudaba a aquella alondra a sonreír y a volar con libertad.

Ahora logrado su objetivo, de sonreírle a ese paisaje de una pradera, que ahora ayudaba aquel fruto a bajar de aquel manzano, listo para comer, y así la niña le seguirá sonriendo. Así la niña, si iba a la pradera, todo crecería y viviría, ese manzano que gustosamente le entregaba su sombra y su extremidad para reservar sus secretos, sin nada a cambio, porque la niña iluminaba todo con aquellos ojos castaños.

DESCRIPCIÓN: Escrito en un curso de literatura, con un objetivo de llegar a crear una atmósfera llena de emociones.

FECHA: 20-10-2018

AUTOR: Lenna

PALABRAS: 301

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