CAPÍTULO I. (Hermione Y Draco)

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TRES AÑOS ANTES.

Lita Matheson es una mujer guapa una alta, y guapa mujer. Lleva su cabello rubio corto, de peluquería en capas como una sofisticada corona. Esta vestida con un pantalón gris pálido, y una ajustada
chaqueta que abrazan sus exuberantes curvas. Su ropa luce costosa. En la
base de su garganta, un solitario diamante brilla, combinando con los pendientes de un quilate en sus orejas. Está bien arreglada, una de esas mujeres que crecieron con dinero y de buena educación, aunque su educación parece haberse evaporado esta tarde; su pálida blusa azul está desabotonada muy abajo.
-Draco, Hermione. -Saluda con una radiante sonrisa, mostrando perfectos
dientes blancos, y extiende una arreglada mano para sacudir primero la de
Draco, luego mi mano. Significa que tengo que dejar la mano de Draco para responderle. Ella es de una fracción más baja que Draco, pero esta sobre unos asesinos zapatos de tacón alto.
-Lita -dice Draco cortésmente. Sonrío fríamente.

-¿Han conseguido echar un vistazo a los planos?
-Lo hemos hecho -murmuro. Miro hacia arriba a Draco, que sonríe hacia mí, una ceja levantada con diversión irónica. ¿Diversión a que? ¿Mi reacción hacia Lita o por haber apretado su trasero?
-Por favor -dice Draco-. Los planos están aquí. -Hace un gesto a través de la mesa del comedor. Tomando mi mano, me guía a ella, Lita siguiendo nuestro paso. Finalmente recuerdo mis modales.

-¿Te gustaría algo de tomar? -pregunto
-¿Una copa de vino?
-Eso sería encantador -dice Lita
-Vino blanco seco si tienes.
¡Mierda! Sauvignon blanc-ese es uno blanco seco, ¿Cierto? De mala gana
dejando a mi novio a un lado, me dirijo a la cocina. Escucho el iPod sisear mientras Draco apaga la música.
-¿Te gustaría más vino, Draco? -llamo.
-Por favor, nena -canta con voz suave, sonriendo hacia mí. Wow, puede
ser tan derretidoramente digno a veces, sin embargo tan irritante otras.
Alcanzando a abrir el armario, estoy consciente de sus ojos sobre mí. Junto tres copas del armario, tomo la botella abierta de Sauvignon Blanc del refrigerador, y
coloco todo en la barra del desayuno. Lita esta apoyándose sobre la mesa
mientras Draco esta de pie al lado de ella y señala algo en los planos.
-Creo que Hermione tiene algunas opiniones sobre la pared de cristal, pero en
general ambos estamos complacidos con las ideas que nos has dado.
-Oh, me alegra -Lita habla con un exagerado entusiasmo, obviamente aliviada, y mientras lo dice, brevemente toca su brazo en un pequeño, gesto coqueto. Draco se gira hacia mí.
-Sediento aquí -dice.
-Viniendo en seguida. -digo desde la cocina, a leguas puedo sentir que Draco esta incomodo con Lita, conozco a Draco Malfoy desde hace diez años, cuando su padre y mi padre se volvieron socios, en aquel entonces Draco tenía trece años y yo doce, nos odiamos desde el primer minuto el me llamaba rata de biblioteca y yo hurón desteñido, lo único bueno era que ambos estudiábamos en diferentes escuelas y solo lo tenían que ver durante las fiestas que daba mi padre en casa o en alguna cena y en esas ocasiones siempre estaba con mis mejores amigos Ron, Harry y Luna, quienes me defendían ante los ataques de Draco. Cuando cumplí quince años mis padres me enviaron por un año a Estados Unidos en un programa de intercambio, solo basto aquel año para que cuando volviera a ver a Draco todo fuera diferente, él ya tenía diecisiete años cuando nos reencontrarmos, ya no era aquel chiquillo insoportable y mal criado con quien yo peleaba por todo, estaba más alto y guapo, su físico había cambiado por completo e incluso su actitud había por fin cambiado y yo también me había transformado por completo ya no era aquella chiquilla que vestía como niño y quien tenía un cabello tan enmarañado que parecía nido de pájaros, mi vestuario era más femenino y mi apariencia se había vuelto mas sofisticada. Comenzamos a conversar más a menudo, salíamos al cine o a caminar por el parque pero siempre como amigos pero amigos secretos ya que yo sabia que Harry, Ron o Luna se molestarian bastante si se hubieran enterado que salía con el idiota que me atormento por años con sus burlas y bromas.

Precipitadamente vierto el vino, reuniendo las tres copas en mis manos, y apresurándome de regreso a mi caballero angustiado. Ofreciéndole una
copa a Lita, deliberadamente me posiciono entre ellos. Ella sonríe cortésmente mientras acepta. Extiendo la segunda a Draco la toma con entusiasmo.
-Salud -Draco dijo para ambas, pero mirándome a mí. Lita y yo alzamos nuestras copas y respondemos al unísono. Tomo un bienvenido trago de vino.
-Hermione, ¿Tienes algunos problemas con la pared de cristal? -pregunta Lita.
-Si. Me encanta, no me malinterpretes. Pero estaba esperando que pudiéramos incorporarlo de manera más orgánica en la casa. Después de todo, me enamore de la casa como era, y no quiero hacer ningún cambio radical.
-Ya veo.
-Sólo quiero que el diseño sea compasivo, ya sabes... más acorde manteniéndolo con el original de la casa. -Echo un vistazo a Draco, que esta mirándome pensativamente.

A La Luz Del Día Los Sueños Se Vuelven Polvo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora