- ¿Donde estás? -dije revolviendo todas mis cosas.
Estúpida libreta.
- ¡Ajá! -grité y la coordinadora me vio raro, lo cual no me importó.
Cuando la saqué de jalón, todas mis hojas cayeron al piso con demás libros y algunos colores.
-¿por qué hoy? ¡¿por qué?! -susurré.
Mientras recogía mis estúpidas cosas alguien se agachó junto de mi.
- Hola biabors. Deja. Te ayudo ¿me acompañas a ver al profe de Ciencias?
-Lauren, cuántas veces te he dicho que el pobre hombre...
-Ashhh, pero me gusta. Lo entenderás cuando te guste alguien. Maldita sin sentimientos, rata inmunda...
-Evans regresó.
-¿Qué? - dijo soltando de golpe todas las cosas boquiabierta.
- Laure.... ¡UGGGHHH!
- ¡Perdón! ¿como que ya volvió? Debería estar en ese absurdo torneo.
-Eso mismo me pegunto yo. Ven, vamos.
A Lauren no le agradaba mucho Evans. Ella pensaba que él era un chico que necesitaba atención para sentirse importante y que hacía todo lo posible para conseguirlo. Y no hablemos de su ego.
- Porfavor, no se peleen ¿si?
Y entramos.
- Owens, no está... ah, Lorencia.
- vuelve a decir eso pedazo demier...
- Lauren - la interrumpí- Gracias, Evans. Pero estaba en mi locker.
-Es un placer.
- Pedazo de imbécil -lo retó Lauren.
- ¿Qué dijiste bola de ardilla?
- ¿porque no vas a jugar con tu bat? Déjala.
- Callense los dos- me crucé de brazos - Evans, es tu primer día después de cinco meses, no lo tires. Lauren, bebé, hermosa no seas inmadura todos sabemos que te prefiero a ti.
- ¿QUÉ?
-AJÁ, AHÍ LA TIENES EVANS. ¿QUIEN ES LA BOLA DE ARDILLA AHORA?
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mi color favorito eres tú
Teen Fiction- No sabía que volverías tan pronto. - No sabía que entrarías en mi cabeza de esta manera. -¿Disculpa? - Creo que me estoy enamorando de ti.