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Las sirenas se escuchaban más cerca ahora y era muy molesto. Hacia más calor que antes y no ayudaban para nada las personas que estaban en la casa gritando en la parte de abajo. 

Decidí sentarme y revisar que era todo ese estruendo cuando alguien jalo de mi pijama. 

- Vamos, se nos hace tarde- dijo una voz gruesa- ¿qué esperas? necesitamos irnos ¡YA!

- ¿Disculpe?

- No hay tiempo ¿Qué te pasa? ¡El fuego se hace más denso!

¿¡Fuego?!

- ¿Quién es usted?- empecé a toser, el humo había entrado a la habitación muy rápido y podía sentir como me quemaba la garganta.

- Sim, escucha... vamos a estar bien ¿ok? tienes que ponerte esto sobre la boca, ya sabes el procedimiento ¡vamos!

Me dio un objeto raro y me cubrí la boca con el, sin duda podía respirar mejor. 

- No... no puede ser. Tú... pero ¿porqué?- empecé a toser- ¿Qué demonios está pasando?

No me hizo caso.  Me cargó y me llevó a las escaleras. La casa estaba en llamas ¿pero como pasó esto?

Al salir de la casa había muchas personas, pero no estaban ni May ni Lauren. Estaba Mark con la madre de Lauren. Volteé a ver la casa, no quedaba nada, era rojo. Una enorme fogata, la peor muerte.

- ¡Espera! ¡no!- dije bajándome de sus brazos- ¡Faltan May y Lauren!- dije jalándolo de las mangas. Me estaba mareando y me costaba respirar.

- ¡Mayor! Encontraron a una chica allí dentro bajo unos tablones de madera- dijo un bombero detrás de él- Necesitamos de su ayuda para terminar la inspección.

Lauren... May...

- Ahora voy- dijo el Mayor. 

Llegaron los paramédicos y me llevó de la mano hacia ellos

-Tranquila Sim -dijo poniendo su mano en mi cabeza y sonriendo- No importa la situación, sabes que yo siempre voy a protegerte.

Y con estas palabras el Mayor se dio la vuelta y llamó a demás bomberos.

- ¡Abuelo! ¡Espera, necesito decirte algo!- grité alejando a los paramédicos para así poder correr hacia él, pero me tomaron del brazo- ¡abuelo! 

Él volteó y se despidió con la mano, perdiéndose en el denso humo.

- ¡Te quiero!- pero fue muy tarde, no me escucho.

Me empezaron a revisar cuando otra ambulancia se paró junto a nosotros, cuando un grupo de bomberos sacaron a un cuerpo cubierto de cenizas.

- Es un chico, sigue con vida. Tengan cuidado, las quemaduras son graves- explicó un bombero para después regresar con su equipo para terminar de apagar el fuego. 

El Mayor nunca salió de la casa. 

Centré mi vista en la figura y grité lo más alto que pude. Evans estaba cubierto de cenizas, sus piernas brillaban y podría jurar que le faltaban ciertos dedos de su mano izquierda. Me zafé de los paramédicos y fui junto a la camilla, empecé a gritar su nombre, pero claro, no respondía.

- Por favor despierta, yo estoy bien, estoy bien -dije moviendo su hombro muy suavemente. 

¿Por qué estoy bien? Estoy segura que debería estar muriendo en la ambulancia. Cuando pude abrir los ojos después de llorar, pude ver una sonrisa muy pequeña en su rostro.

mi color favorito eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora