La Diosa De La Luz -Reescribiendo-

Uno

L U C Y    H E A R T F I L I A

-¡Qué libro tan polvoriento!-Exclame con desagrado, al ver como la pasta color añil, tenía una notable capa de polvo, con mi mano intente quitar, los residuos de esa matriz-

Mi nariz comenzó alertarme, sobre la molesta alergia que tenía hacia aquellas partículas, cualidades de una defectuosa. Sin poder medir mi tiempo, mi vista calló, en la peli azul, que se encontraba sentada con sus piernas estiradas, mientras en sus manos, un libro se mantenía, de seguro mientras lo leía, lo memorizaba.

Algunas personas nacen para el rotundo éxito, otras simplemente nacen para el fracaso.

Es una ley de la vida, que el mundo será dividido por ese prospecto.

Ser la cuarta princesa, del reino más poderoso de Magnolia, no podía poner en duda que era un gran peso, mas al tener de padres, a Mavis y Zeref Heartfilia, la gente suele esperar demasiado de la trilliza de la luz.

Dicen que cada 100 años nacen unas trillizas, totalmente diferentes, con un don único, llegan al mundo para gobernar al reino más poderoso "Cuando acabe el reinado de la anterior monarca, ellas se posicionaran en el trono para poner orden en el mundo, solo una de ella ganara el trono" decía otro libro polvoriento que me hicieron leer, esa leyenda se cumplió hace diecisiete años cuando nacimos nosotras, la Diosa de la luz y el Dios de la oscuridad, se unieron para darle paso a nuestra vida.

Meredy Heartfilia, la conocida brisa, es la encargada de mantener el orden entre la oscuridad y la luz, su poder es tan grande, que puede destruir el reino con solo un mal uso, es la mayor de las trillizas, por cinco minutos de la segunda, y diecisiete de la tercera. En la sucesión a la corona, ocupa el segundo puesto.

Juvia Heartfilia, la segunda trilliza, la oscuridad, el terror, así es conocida ella, o eso decían, en la actualidad la aclaman como la Luna, y la veneran como la luz que seguir. Su magia es oscura, como la de mi padre, pero el control que mantiene sobre ella, es excepcional y otra cualidad, que anotar a su perfección, a lo que se le es premiada, como la primera a la corona.

La tercera de las trillizas, es la luz, la gente suele murmurar, sobre que el sol nació defectuoso, pues, la menor de las trillizas, mantiene una magia, patética e incompleta, siendo la amenaza del reino, antes, que su escudo.

La tranquilidad de las biblioteca, se vio toscamente interrumpía, por el sonido de la puerta que nos alejaba del exterior- Han llegado los caballeros, pasen a la sal del trono –anuncio la demandante voz de la pelirroja-

Erza Heartfilia, la guerrera más fuerte del reino, salvadora de la tercera guerra entre monarcas, considerada la tercera a la corona, por sus habilidades en batalla.

Di un suspiro de molestia, y cerré el libro, causando un ruido, que llamara la atención de los presentes - No perderé mi tiempo –anuncie, levantándome para dirigirme hacia la puerta-

Me había resignado hacer reina, y era una forma, tanto patética como humillante, seguir con protocolos que me pondrás en el trono, no nací para eso, y mis padres, como el pueblo deben comprender, que su luz salió defectuosa.

-Regresa ahora Lucy-La voz de Erza, se tornó áspera y con una chispa de fastidio -

-Lo lamento hermana, me rehusó a continuar con el juego de princesa –Digo, sin dejar de caminar hacia la salida–

- Deja de comportarte como una caprichosa, mientras la corona de princesas, este en tu cabeza, debes cumplir con tus obligaciones reales, para ahora Lucy, o te llevare a rastras- amenazo airosa-

Misma actitud, que obligo a mis pies a detenerse en seco, mi sangre empezaba a hervir, el hecho de ser la más débil de los presentes, no le daba el derecho, de disponer de mí, como deseara.

-Acuario –llame a la constelación, misma que accediendo, lleno mi cuerpo con poder, gire mirando a mi hermana mayor, con una mueca de odio hacia su persona-

Erza de inmediato, obtuvo una posición de ataque, y una aura roja empezó a desprender de su cuerpo, junto a un poder arrollador, que hacía temblar mis músculos.

La concentración que le daba a su estilo de pelea, la volvía pulcra y elegante a la hora de atacar, no negare que sentía miedo, y el hecho de enfrentarla nunca se posicionó en mi planes.

Pero, estaba cansada, de tus repetidos aires de superioridad, nacimos de la misma madre, las dos somos princesas, y aunque ella me haya sobrepasado en fuerza, no tenía por qué restregármelo, cada vez que quisiera.

Cerré mis ojos, intentando controlar mi magia, y dar una batalla, que no contenga humillaciones, y me vea bien ante los demás.

-No entiendo, porqué fuiste escogida como trillizas –solto venenosamente, obligándome abrir los ojos, acá vamos de nuevo, no negare que mi pecho arde, al oírla decir eso- El papel me hubiera quedado mejor a mí.

Fue en ese momento, que perdí total control de la magia de acuario, siendo sometida a hondas eléctricas, bastante dolorosas.

-Polvoriza toda la magia –Pude notar una voz tras mis espaldas, el dolor de mi cuerpo fue desapareciendo después de aquello-

Empecé a perder la conciencia, por las secuelas del mal uso de mi magia, dejando mi cuerpo agotado- Que idiota, al usar su magia de esa manera –sentí como mi cintura era sostenida y una aura fría, empezaba a relajar mi cuerpo- Diosa Lucy, mal primer encuentro. 

CONTINUARA.