Trench [Venom x Eddie]

Levitate

Las tenues pero molestas luces que iluminaban aquella noche en San Francisco hacían que los ojos de Eddie Brock se cerrasen cada vez que una se enfocaba en su dirección. El ruido de los coches pasar y el fuerte estruendo de la lluvia chocar contra éstos sólo lograban hacerlo enfurecer más de lo que estaba. Y Venom no se quedaba atrás.

—Anne se lo pierde —Y como era de esperar, Venom no recibió respuesta.

Todo había comenzado horas antes, cuando el día parecía prometedor, o eso reflejaban las sensaciones que sentía dentro de su humano. Y mientras más feliz se encontrase, mayores eran las posibilidades de salir a buscar algo de comer esa misma noche.

Sin embargo, las cosas no resultaron del todo bien para ninguno de los dos, pues Anne le había pedido a Eddie hablar con ella, para así reencontrarse de forma informal como lo habían hecho meses atrás.

Eddie aceptó, diciendo que era hora de admitir las cosas como un hombre y no dejarse llevar por pensamientos y sensaciones innecesarias; Venom, muy dentro de sí, no quería que ambos humanos se encontrasen.

Anne estaba alimentando a Eddie con dolor, aún si ninguno de los dos se percataba de ello.

Venom lo sabía.

Sabía que los perdedores como ellos no podrían llegar a nada.

Y por eso se permitió levitar una vez instalado en la Tierra.

Como los resultados eran de esperarse, la cita informal que ambos tuvieron marchó bien, al menos hasta que ambos humanos tomaron caminos separados.

Anne se encontró con su prometido.

Eddie se sentía solo.

—Eddie, por ahí —La voz de Venom hizo que el nombrado girase a todas direcciones, pues el estúpido parásito no había sido específico —. A tu derecha, marica. —Dijo seguido de una leve risa al escuchar el bufido de su amigo, quien ahora se encontraba mirando en dicha dirección.

Una drogadicta se encontraba durmiendo sobre unos cartones mojados, cubierta solamente con una bolsa de basura cortada a la mitad.

—¿En serio te la vas a comer? —El rostro de Venom se posicionó a su lado izquierdo, relamiéndose los labios durante el proceso.

—Por ahora, no veo a alguien que haya caído tan bajo.

Y acto seguido, Venom cubrió todo el cuerpo de Eddie, alimentándose sin perder un solo segundo más. Eddie podía jurar escuchar el crujir los huesos de esa mujer, y raramente, ya se estaba acostumbrando.

—Delicioso —Exclamó el simbionte con un tono de picardía en sus palabras, la cual no duró mucho al sentir que su humano quería volver a tomar el control. Un poco ofendido, se lo concedió.

—Lo que tu digas.

Eddie comenzó a caminar tras ver rápidamente lo que quedaba del cuerpo de la mujer, sintiendo una extraña sensación en su pecho.

Venom comenzó a preguntarle a dónde se estaba dirigiendo, pero como pasaba últimamente, el humano no le respondía.

Minutos más tarde, ingresaron a un bar de baja categoría, donde Eddie se sentó en la barra sin pensárselo dos veces.

Venom sentía el olor nauseabundo de los demás humanos a su alrededor, eso sin contar al repentino sabor amargo que estaba ingiriendo Eddie.

—Eso sabe a mierda.

—Vaya, me pregunto cómo lo sabrás.

Venom se estaba enojando, intentaba mantener la paciencia ante la situación, cosa que ni hubiera pensado en hacer antes.

Pero ellos sabían. Sabían lo horrible que era ser un perdedor, y sabían que Eddie necesitaba su tiempo.

Aún así, ya no podían esperar más.

Tras haber visto que Eddie ya había tomado demasiadas bebidas alcohólicas, el organismo de Venom no lo podía soportar más, haciendo que el humano se parece y se dirigiese rápidamente al baño, colocando su cabeza en excusado.

Venom se separó casi por completo de Eddie, lo suficiente como para tomar su forma habitual con su humano dentro de él.

—Nosotros comemos a los que han caído bajo —Brock sintió como sus hombros eran sujetados firmemente, notando como las garras del simbionte amenazaban con traspasar su ropa —. Nosotros no queremos comerte.

Las palabras de Venom salieron como un susurro, y a pesar de ésto, Eddie sintió que retumbaban en todo su ser.

El humano se giró, sintiendo como su parásito le dejaba moverse libremente, pero sin soltarle en ningún momento.

—Te ayudaré a levitar —Y tras esto, el cuerpo de Venom desapareció, volviendo al interior de Brock, quién salió del cubículo rápidamente, colocándose frente al espejo del baño.

—Realmente eres como una maldición —Dijo mientras agachaba la cabeza, seguido de una leve risa —. Pero eres todo lo que necesitaba en este momento.

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