Madrugadas parte 2

Amor es amor

Seguro todos hemos escuchados aquellas frases cliché donde dicen que el amor no tiene edad, no juzga raza ni religión, que al amor no le importa la distancia ni el tiempo y el que al final la historia solo es de dos.
Pues lo más cierto de todo lo anterior es que el amor no se escoge, cuando menos te das cuenta ya existe y tiene un nombre, un rostro, un aroma... cuando quieres detenerte a pensar qué ha pasado, te descubres nadando en los recuerdos de su mirada, en la profundidad de sus ojos observando los tuyos y sonriendo como desde hace mucho no lo hacías. Te pierdes tanto en lo hermoso que olvidas que te estabas preguntando cómo había pasado.
La vida no se trata de misterios, se trata de decisiones y la esencia de todo está en decidir o no hacia "el amor"
Y decidir hacia "el amor" significa decidir a amar y a ser amado, se trata de tomar decisiones entre 2 y entender que la felicidad de uno está en la felicidad del otro. El problema, creo, no es decidir amar sino creer que algo es amor cuando no o es. Pensar que una relación unilateral es una forma diferente amar, cuando es todo contrario a las promesas que ofrece el amor verdadero.
La vida está hecha de decisiones, pues las experiencias surgen de una acción u omisión, y el amor funciona igual. No se trata de intentar demostrar algo, de forzar lo que no existe; se trata de luchar por los mismos ideales a pesar de lo difícil que sea ponga todo, se trata de fusionar dos culturas o tipos de educación para enriquecer lo conocido, para crecer, para vivir de verdad.
Y las cosas más maravillosas surgen cuando nos disponemos a dejar lo peor para empezar con lo mejor, y decidimos continuar con lo bueno a pesar de querer tirar la toalla de vez en cuando, saber diferenciar lo que nos hace felices para luchar por las razones adecuadas y compartir, compartir nuestra esencia con nuestro ser amado para aprender uno del otro, pues en el momento en que dejamos de ser nosotros mismos, hay que hacer un recuento de los hechos y ajustar aquello que nos desequilibra pues el amor se trata de dos y ambos merecemos a una persona completa, por lo tanto debemos trabajar en nosotros mismos día con día para ser esa persona completa.
Y recuerden: amor es amor. Si se fuerza, no es amor. Si intentamos convencer/conquistar a alguien, no es amor. Si soñamos despiertos pero no somos su prioridad, no es amor. Si nos quieren pero nosotros no, no es amor.
La decisión es personal, pero las cosas tienen un nombre, y hay que saber identificarlo ;)