Koneko camino de nuevo a club, ella se había asegurado de cumplir la orden de Rias de asegurarse de vigilar a la auto denomina mayor pervertida de la escuela y futura reina del harem según ella, la misión era simple vigilar a Issy, desde hace un tiempo la chica castaña mostró tener un Sacred Gears, aun no era seguro pero estaba lo sospecha.
"Hmm" la pequeña peli blanca camino por la plaza de la ciudad donde se podían apreciar los grandes arboles, pero ella olfateo algo, rápidamente unas orejas blancas y una cola de gato aparecieron, ella miro en todas direcciones olfateando, "Zorro" susurrando esa palabra la chica miro entre los árboles, extrañamente se sintió observada.
Cerca de ella se escucho un ruido entre los arbustos, ella curiosa pensó que un zorro llego hasta este lugar, sería extraño ya que estaban alejados de cualquier bosque de verdad envés de esta pequeño parque donde abundaban los arboles, con tranquilidad la chica saco de su mochila una galleta, acercándose al arbusto la dejo cerca de este, ella se sorprendió al ver una cola de zorro de pelaje dorado tomar la galleta, lentamente saco dedespacio dejo la galleta en el suelo para dar un paso atrás.
"Escucha pequeño... si sales te daré otra galleta" dijo con un tono seco sin emociones, sinceramente ella estaba aburrida y bueno esto era mejor que no hacer nada, los arbustos se movieron y de pronto algo surgió, "Pequeño-o?" dijo un tanta incrédula ante lo que veía.Era alto y grande, era al parecer un adolescente rubio que media mas de 2.10 m, el tenia orejas de zorro que sobresalían de su cabeza, detrás de el tenia una gran cola que se movía de un lado al otro, el rubio tenia ojos azules con la pupila rasgada, en sus mejillas tenia unas marcas que parecían bigotes de gato siendo estas tres marcas profundas en cada mejilla.
"Wow" susurro avergonzada y sonrojada la peli blanca que por primera vez en su vida se sonroja al ver un chico, el porque era simple, el rubio frente a ella solo tenia unos pantalones naranjas rotos y gastados, no tenia nada en su parte superior mostrando su físico que Koneko no podía dejar de ver, era musculoso pero no demasiado, se podía apreciar sus músculos duro como roca y bien marcados.
"Mas... por fa-avor" pidió de forma humilde el chico que extendió su mano el cual era grande fácilmente la cabeza de koneko podía ser cubierta por esta, el chico miro la galleta en el suelo para agarrarla y comerla con rapidez, sentándose en el suelo estuvo a la altura de los ojos de la peliblanca, "Naruto Uzumaki" dijo con simpleza golpeándose el pecho luego apunto a la peli blanca.
"Koneko Tojo, un gusto Naruto-san, emm no tengo comida eso era lo ultimo" dijo con tranquilidad, pero al ver como las orejas de chico caían y sus ojos miraron al suelo con decepción, al ver esto hablo rápidamente de nuevo, "Pero en el club de ocultismo están los demás y según se hoy es noche de películas haci que tendrán algo para compartir contigo, ¿Qué te parece?" dijo con rapidez, solo para ser levantada cuando el gigante rubio.
"¡Si amiga!" dijo pegando su mejilla con el de la peliblanca que mantuvo su actitud fría, sin embargo una pequeña sonrisa se formo en los labios de la peliblanca al sentir el abrazo cálido y confortante del rubio que al paso de los segundos lo bajo.
"Bueno sígueme" haci el singular par fueron entre las oscuras calles de la ciudad. #######################
En una gran escuela donde avía bastantes edificios nos concentramos en uno alejado un poco de la escuela, este era un edificio de dos pisos con un diseño tradicional japonés, el exterior era de un color vago gris al contraste de las ventanas azules, dentro de edificio podemos ver a tres adolescentes mirando la televisión, uno era un adolescente rubio bien parecido que estaba sentado en un sillón individual mirando la película un tanto incomodo por no admitir su miedo.
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Un Yōkai Único
HumorHoy era un día normal para Koneko, ella estaba volviendo al club después de una misión, pero en su camino se encontró con algo inusual, que le depara al mundo ante esto, mas importante como afectara las vidas de Koneko, Rias, Akeno. esta historia l...