Una especie de historia de mundo paralelo en la que Misaki es seme y Usagi es uke.
Aclaro que igualmente la personalidad de Misaki no va a ser demasiado cambiada....
Invito a leer y a que disfruten, saludos :)
Soy uno de los hombres más exitosos del mundo, desde que empecé a escribir novelas tengo todo lo que necesito para vivir con grandes lujos. Diría que muchas personas me envidian y quisieran ser como yo, y nadie, seguramente nadie jamás ni en sus pensamientos más locos se podría imaginar que yo estuviera como estoy ahora: atado a mi cama, con los ojos vendados, con un pibe 10 años menor que yo, rogándole para que me la meta de una vez.
-Usagi-san... Qué ansioso que estás hoy, ¿No poder ver te pone algo inquieto?- dijo Misaki, mientras me metía la lengua en el oído. Sinceramente, no ver nada tiene sus pro y sus contras, digamos que de pros puedo sentir todo el doble de como lo siento normalmente, cada roce de Misaki se siente por demás placentero, y su voz suena mucho más sexy y varonil. Los contras serían que no puedo ver su expresión y me siento algo indefenso. La expresión de Misaki cuando me toca es única, una mezcla de diversión, placer, maldad, deseo... En ningún otro momento lo veo con esa cara, pero cuando empezamos a hacer cosas sexuales, siento que él se deja llevar por el deseo de dominarme completamente y eso me excita muchísmo.
Misaki me metió dos dedos, sentir el lubricante adentro mío y esos dedos moverse me iba a hacer estallar, tocó ese lugar. Gemí con fuerza.
-Últimamente encuentro enseguida este lugar, Usagi, y cada vez estás más acostumbrado a mis dedos... Te gusta ser el uke, ¿No?
-Misaki, se siente bien...- susurré, él sacó los dedos de golpe, provocándome una sensación de hormigueo, y me los metió en la boca. El gusto a lubricante era horrible, pero estaba tan excitado que chupé esos dedos como si fueran lo más delicioso que tenía en mi boca. Con su otra mano empezó a masturbarme, Misaki tiene unas manos pequeñas, pero las usa demasiado bien. Siempre me mete el dedo meñique en el agujero de la cabeza del pene, despacio, pero con fuerza y yo siento que me voy a venir. Tener su mano entera en mi boca y su otra mano masturbándome con insistencia se sentía demasiado bien....-Misagi, pog favog... Abajo tamgién...- dije como pude, porque su mano seguía en mi boca.
-Ah, Usagi, ¿Ya querés que te la meta?- dijo, su voz sonó algo avergonzada, quisiera ver su rostro. Cuando yo soy directo con lo que quiero que me haga, Misaki se emociona mucho y también se averguenza, toma consciencia de que me tiene a sus pies y su expresión es única.- ¿Sabés qué? Necesito ver tu cara de placer, Usagi-san.- me dijo, y me sacó la venda de los ojos. Misaki lucía orgulloso de sí mismo, sonriendo con superioridad, me besó con intensidad. Yo le correspondí, cuando menos me di cuenta, sentí que algo estaba entrando por mi culo. El pene de Misaki. Su pene no es tan grande, tampoco diminuto, pero se endurece muchísimo, se siente como piedra, y con la fuerza que hace cuando me lo mete, llega profundo. Misaki empezó a darme estocadas, su pene rozaba mi interior con velocidad y firmeza, se sentía demasiado bien. Él empezó a gemir, los gemidos de misaki son un poco afeminados, incluso cuando es él quien la mete, parece que se la están metiendo a él, y eso me excita demasiado. Misaki me metió la lengua hasta el fondo de la oreja, sentí como me ponía más y más duro. Me masturbó con fuerza y rapidez para que me viniera.
-Misaki, se siente tan bien, adentro mío, me vengo-me vengo-
Me vine, Misaki sonreía orgulloso, tengo que decir que me daba algo de ternura. Agarró con sus dedos mi semen que estaba sobre mi abdomen y lo metió en mi boca, yo lo saboreé con gusto. Él seguía dándome estocadas, todavía no se había venido, seguía durísimo. Yo ya me estaba excitando de nuevo, el pene de Misaki era demasiado efectivo, daba justo en los lugares donde tenía que dar. Y yo me derretía por dentro y por fuera. Misaki empezó a moverse con más velocidad, tal vez ya estaba por llegar al climax. Su respiración se aceleró muchísimo, me agarró del pelo con fuerza y me atrajo hacia él, me mordió el hombro, sentí un estremecimiento agudo. Misaki gimió con una intensidad grave y masculina, como siempre que se venía, yo lo acompañé gimiendo también y viniéndome de nuevo. Misaki se desplomó encima mío. Yo le di un beso en la frente.
-Usagi-san, tu interior se siente demasiado bien. Apretado y... tan caliente...- se levantó y buscó una toalla para limpiarme. Yo me quedé observándolo desde la cama.
Cualquiera que nos viera y supiera que somos amantes, pensaría que yo soy el activo. Pensándolo bien, Misaki es mucho más chiquito que yo, en edad y en contextura física, incluso su personalidad es más pasiva, ¡Hasta su pene es más chico que el mío! Pero la verdad... Me gusta así. Misaki es el primer hombre que se animó a desafiarme y a intentar hacerme suyo. Es la primera relación en la que me dejo dominar y la verdad... me gusta mucho. Me excita mucho. Misaki sabe manejarme, con esa inocencia que tiene me recuerda a un niño intentando ganarse el reconocimiento del mundo, es como si quisiera superarme y que así yo nunca lo deje. Y la idea de que Misaki esté tan locamente interesado en hacerme volver loco en la cama, bueno, me excita muchísimo, verlo todo orgulloso cada vez que logra hacerme venir... Aparte, su juventud es perfecta. Estocada tras estocada y no se cansa. Y sigue duro como piedra. Creo que no podría conseguir mejor amante nunca.
Volvió con la toalla y me limpió, yo lo besé y abracé.
-Usagi-san... Ya pasó el momento, ahora cada quien a lo suyo... Yo a cocinar, vos a trabajar...
-Mmmm, no creo, mejor otra ronda...
-No, no, no. Imposible. Tenés que trabajar.
-No, necesito más Misaki....
-Ya tuviste mucho por hoy, te vas a empachar de tanto... Aparte, ya estás viejito, no vaya a ser que te desmayes del cansancio.- me dijo, riendo, mientras me acariciaba el pelo.
Me encanta sentirme como un niño cuando me cuida así.
Creo que tener un amante que te cuida como madre, te mima como abuela, te atesora como buen amigo y te la mete como si fueras un rival al que tiene que doblegar, es lo mejor que te puede pasar.
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Hola, gente linda, acá la segunda parte. Siento que esta serie no va a ser muy larga, me gusta, pero me cuesta escribir a Misaki como seme, ¿No les resulta raro cuando lo leen? Igual espero que les haya gustado mucho, saludos y comenten. :)
