El grito era desgarrador, se notaba que se iba a quedar sin voz. Después de un rato, se hizo el silencio. La sangre comenzó a fluir sobre el suelo, era roja oscura y el olor era insoportable. Después de aquello, el único ruido era una risa.
Jessie era una chica normal con un trabajo corriente y una vida no muy interesante. Le encantaba irse al cine con su hermana pequeña Sussie, que era una gran fan de las películas de terror. Una noche decidieron ir a ver la película The Sister, trataba de una hermana que estaba poseída por el diablo y mataba a la otra. Cuando salieron del cine, empezaron a hacerse bromas entre ella, Sussie hacía de poseída y Jessie corría o viceversa, se lo pasaron muy bien. Llegaron al piso, Jessie se fue a duchar mientras que Sussie hacía la cena. El baño tenía una ventana que daba a su barrio que era residencial, pero algo pobre. Había bañera con ducha incorporada, inodoro y un lavabo con un espejo encima, un detalle curioso de la estancia, es que tenía colocada en la pared una radio, de vez en cuando, se usaba para escuchar música. La hermana mayor se metió en la ducha, y el agua empezó a caer sobre su cuerpo, mientras se lavaba el pelo, escuchó un ruido extraño detrás de ella, la radio se había encendido. Jessie algo extrañada salió de la ducha y la pagó, y después siguió con lo que estaba haciendo. Cuando estaba terminando, ocurrió lo mismo, la chica supuso que la que encendía la radio sería su hermana, mientras ella se enjabonada la cabeza con los ojos cerrados, Sussie pudo haber entrado y encenderla, llegó a pensar. No le dio la menor importancia, terminó su baño y se fue a secar el pelo. En ese momento se fue la luz en todo el piso, Jessie fue a la ventana y comprobó que el barrio entero estaba a oscuras (algo común), se acercó al lavabo porque tenía el móvil encima de él, cuando lo encendió vio en el espejo lo que parecía ser su hermana sonriendo, al girarse, no había nadie. Ella algo extrañada encendió la linterna y salió del cuarto. Comenzó a nombrar a su hermana a gritos, pero no contestaba, estaba segura que ella le estaba gastando una broma y no se iba a salir con la suya, llamó por teléfono a Sussie y a partir del sonido del timbre fue guiándose hasta hallar el móvil en el salón. Cuando lo cogió notó que estaba algo roto y que había pequeñas manchas de sangre sobre la pantalla. En ese momento alguien le golpeó en la cabeza, comenzó a marearse y finalmente cayó en el suelo desmayada. Cuando despertó, la luz de la luna iluminaba la estancia, se giró un poco y vio que su hermana estaba con ella atada a una columna, la chica estaba dormida. Jessie notaba que había algo extraño en el ambiente, un tipo de presencia o algo parecido, intentó forcejear y finalmente consiguió liberarse de las cuerdas, en el momento que se levantó notó que alguien tiraba de su pie, haciéndola caer y la agarró con fuerza, clavándole las uñas y desgarrando su piel, la sangre comenzó a fluir. La chica con todas sus fuerzas metió una patada a su agresor y salió corriendo lo más rápido que pudo, mientras lo hacía solo escuchaba ruidos atrás, pero no se detuvo, llegó al baño sin saber cómo y cuando cerró la puerta, bajo la luz de la luna se encontraba su querida hermana pequeña sonriendo y cantando una canción mientras la observaba.
- ¡Sussie, no hace gracia, para! - gritó la chica, presa del terror y desmoronándose delante de su hermanita.
- Está bien, solo quería que nos riéramos un rato, lo siento. - dijo Sussie con voz de pena, mientras abría los brazos para recibir a su hermana.
Jessie aterrorizada decidió abrazar a su hermana y llorar mientras la consolaba, ya se enfadaría más tarde. Mientras las dos se abrazaban, las manos de la hermana pequeña empezaron a subir por la espalda de la mayor, despacio sin que ella se diera cuenta. Llegando hasta su cuello, en ese momento tumbó a la chica en el suelo y comenzó a hacer presión sobre el cuello, mientras que en los ojos de ella se veían lagrimas y se observaba como poco a poco se iba apagando su vida y finalmente se consumió. En ese momento mientras dejaba el cuerpo en el suelo, Sussie notaba una presencia detrás de ella, era ella misma.
- ¡¿Quién eres tú?! - gritó aterrorizada la verdadera Sussie mientras salía corriendo.
La verdadera hermana pequeña lloraba mientras llegaba a su dormitorio a duras penas, cerró la puerta con pestillo y comenzó a rebuscar por todos lados su teléfono para llamar a la policía. No podía creer que su hermana estuviera muerta. Decidió abrir el armario como último recurso, revolviendo la ropa, intentando encontrar el aparato, en ese momento alguien le agarró la mano, era ella, la impostora. La falsa hermana la tiró al suelo comenzando a estrangularla, se sacó del bolsillo con la mano izquierda un cuchillo y comenzó con todas sus fuerzas a apuñalar a la chica, mientras ella no paraba de gritar y forcejear. Finalmente, la sangre salió y el ruido cesó.
En ese momento, la falsa Sussie se transformó en una sombra negra y comenzó a reírse. Fue la primera vez, que el diablo se rió.
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Piensamientos
RandomEscribo sobre lo que pienso. Si te gusta escuchar las rayadas de alguien que no conoces o reírte de las tonterías que digo, este es tu sitio.