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Sabía que no era rica, tampoco era pobre, en realidad, no me faltaba nada y me gustaba el lugar donde vivía, estoy consciente que no es del todo seguro donde vivo pero aún así tomó el bus y pasó por el callejón obscuro todos los días, mi dulce y espeluznante callejón; pero no tengo otra manera de llegar, además tomar algún uber o taxi callejero, es ridículamente costoso o es muy peligroso para arriesgarme, mi callejón está bien.

Soy un poco callada y no salgo mucho, aunque me encantaría hacerlo, me encantaría tener una vida interesante, donde salga a fiestas y bese a varios chicos, algunos toqueteos y por último, regresar a casa como si no fuera la gran cosa, ser genial y confiada, una chica sin complejos, haciendo estupideces de adolescentes, pero no es así para mi, con mi autoestima destruída por un compañero en la primaria y un estúpido adolescente insesible en secundaria, no podía.
Aunque odio ser esa pobre chica que no le gusta nada de si misma y bla bla bla. Me acepto a mi misma pero tampoco estoy feliz con mi cuerpo, tengo mis problemas y desearía tener un cuerpo más bonito pero no me molesta como soy, al fin y al acabo, todas deseamos lo mismo; tener copa C o D, cintura diminuta, buenas caderas, un trasero redondo y firme, y por supuesto, piernas largas y esbeltas.
Kyle Jenner, básicamente, porque es lo que está hot, lo que tienes que ser para ser atractiva según el 80% de la sociedad, deaj.

En fin, me la paso pensando en todo lo que haría o el hubiera, aunque sí, tengo amigas para divertirme y hago mis cosas estúpidas, no como quiesiera ni en gran escala, pero, ¿qué puedo decir? soy resposable y una niña buena, a mi me carcome por dentro no entregar las tareas, aunque las haga a última hora, además también me gusta estar a tiempo, aunque tenga mis días de flojera; Es mi último semestre en la preparatoria y necesito acabar con buenas notas para entrar a la universidad que deseo y ser una buena doctora, porque siempre fue mi sueño.

ㅡ No tienen clases está última hora, salgan de pocos en pocos por la puerta de atrás y mañana quiero ese reporte. ㅡ Avisó prácticamente gritando, mi maestra de lingüística.

Esa señora es una buena persona pero se pone realmente insoportable a la hora de impartir clase dentro del aula, por lo que rápidamente salí, no podía soportar un segundo más allí dentro.
Una vez fuera, caminé directo a la parada de autobuses, mi turno era vespertino, por lo que salía a las 6 p.m., la hora del tráfico y donde todos los demás salían, sería difícil ir a casa aún con el sol brillando, saldría la luna para cuando tomara el camión.

Coloqué mis audifonos y preste atención a la avenida, todos los malditos chóferes de autobús son una pesadilla, ninguno quiere detenerse, así que me toma 1 hora y media hasta poder subir a un camión, pero no me quejo, pues estoy a 10 minutos de casa, sólo necesito tomar uno, pasar por ese callejón, caminar unas cuadras y llegar a mi dulce hogar.

El camino es rápido y cuando menos lo espero ya estoy bajando del bús, camino hacía el callejón, donde una cerca me niega el paso, sin embargo, no la tomo en cuenta nunca porque de igual manera hay un agujero enorme por donde siempre entro, así que lo paso, entrando, mientras apago la música pues necesito  escuchar todo mientras camino por allí.

Me da miedo pensar que llega alguien y no seré capaz de escucharlo. 

El callejón es largo y obscuro, de un lado siendo una pared alta y el otro de un cerca, ese lugar esta cerrado y la malesa sobresale de aquella cerca, es tenebroso pues está prácticamente obscuro y puedes escuchar los grillos y ver la luz tenue a medio camino, el miedo siempre esta ahí y la sensación de ser observada es parte de mi vida diaria cuando paso por ese lugar, siempre la ignoro, pensando que no es nada pero siempre está.

ㅡ Estás bien, no pasa nada, lo haces todos los días.

Me susurré a mi misma, esta noche, tenía un presentimiento, por un momento me detuve pensando en regresar por donde entre y caminar por fuera, sería más camino y tardaría 15 minutos en llegar, pero el miedo se iría, sin embargo, negé la cabeza, esta vez la flojera que emanaba mi cuerpo ganó sobre mi consciencia y seguí mi camino, comenzando a sentir esa familiar sensación de nuevo, siempre que pasaba por allí, convirtiéndose en parte de mi vida diaria, era normal para mi a este punto.

Logré llegar hasta el final de ese callejón y sonreí para mi misma, estaba todo en mi cabeza, coloqué de nuevo mis audífonos y puse play a la música, acomodé mi mochila y comencé a caminar las solitarias calles, hasta que de pronto, un carro negro pasó a alta velocidad justo a mi lado, a lo que pude ver, estaba lleno de chicos tenebrosos y extremadamente tatuados, aquel piloto que no logre divisar pitó el claxon, haciendo que me sobresalte y dirigiendo mi mirada hacía el ruido, fue ahí cuando lo vi, su cabello color dorado quemado volaba con el aire pues el chico estaba fuera de la ventana del asiento trasero con su mano golpeteando la puerta, sonriendo y riendo, como si asustarme fuera lo más gracioso de la vida, su fuerte risa alcanzó a penetrar mis oídos aún teniendo audífonos y música puesta, me quedé quita, helada, con miedo y escalofríos recorriendo toda mi espalda, por mi mente pasó aquel recuerdo de mi madre comentando de un asesinato en la última calle de mi colonia, no supe porque pensé en eso pero lo hice y ahora no saldría de mi cabeza.

Todo pasó muy rápido, fueron unos segundos aunque juro que lo vi en camra lenta, luego de esto, no pude despegar mis pies del concreto hasta que dejé de escuchar el fuerte motor y las risas alejándose cada vez más; Corrí hasta casa con mis piernas temblorosas y con la risa y la mirada de aquel chico en mi cabeza muy frescas, con mi corazón palpitando fuertemente y el aliento pesado.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2019 ⏰

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