Lloré...

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Y entonces lloré, lloré por que vi pasar los pájaros volar
Llore por que el viento acariciaba mi rostro
Y por que el sol alumbraba de mas
Lloré por que era feliz
Y por que era la mas desdichada
Lloré por las veces que no lo había hecho
Y por las veces que lo había intentado.
Llore Por que queria, por que sentia miedo.
Lloré por que estaba perdida
y Así, como cuando era  niña, las gotas se deslizaba por mi rostro
Y el dolor era una piedra en mi pecho quemando me, cual llaga a brasa viva
La duda carcomia mi espíritu...
Pero no soporte, pues llore, con la mirada dirogida al alto cielo, esperaba que la lluvia me acompañará.
Pero no, lloré sola, sin lamento, sin pena, sin limitación y cuando por fin el llanto cesó y sólo quedaba el breve bosquejo  de temblor en mi cuerpo como rastro de la infinita carga de la que  era pricionera, sonrei...
Sonreí porque había llorado, sonrei por que aunque el llanto nada soluciona, fue el desahogo más honesto que un compañero pueda otorgar a un libido cuerpo agotado.

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2018 ⏰

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