♠Capítulo 2♠

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—Esta empezando a molestar ya...—susurro mientras arremango mi camiseta.—Me pregunto que será esta vez... Los últimos días han habido diversos fallos en algunos sectores que han impedido la labor habitual. 

—¡Rápido! ¡No sabemos todavía la razón de ésto, pero lo más probable es que sea una bacteria!—chilla un leucocito. Ya volvían a la carga. Suelto un suspiro y tiro el envase de mi té ya terminado a una papelera cercana. 

Ahora que me fijo mejor... Los glóbulos blancos eran algo parecidos a nosotros, exceptuando sus ojos negros, mirada asesina, altura y actitud, claro está. —Ante tal realización, saco del bolso que tenía en la pierna una gorra blanca.—Con ésto parecerá que soy igual que ellos.—me río internamente, sin embargo descarto la idea totalmente.—¿Quién se tragaría algo así? Menudas tonterías que tengo.—sonrío ligeramente y me dispongo a volver a guardar la gorra, sin embargo, me detienen a medio camino. 

—¡Oye tú! Necesitamos ayuda por el aparato reproductor, así que no dudes y ven antes de que sea tarde.—me ordena un leucocito. En aquél momento, me doy cuenta de que, quizás, la había cagado un poco. Ante el pánico, asiento dos veces y corro detrás de uno de ellos. Moverse en dirección contraria parecía ser imposible, sin embargo la movilidad de muchos de los glóbulos blancos era impresionante.

No tengo tiempo para pensar en esto ahora, tengo que salir de aquí...—Miro a mis costados, buscando alguna salida que me pueda proporcionar la salvación a ésta situación, sin embargo los eritrocitos me impiden siquiera ubicarme, por lo que simplemente decido tomar una decisión arriesgada y meterme en el primer lugar que vea. Con un poco de suerte, cuanto vi un callejón, no dude y, algo brusco, conseguí meterme, haciéndome camino algo maleducadamente. Sin embargo, el aspecto del lugar que vi ante mi no fue ni mucho menos conocido, es más, parecía otro mundo.

—¿Dónde se supone que estoy?—miré detrás de mi para asegurarme que seguía despierta. No era un sueño ni mucho menos, haciendo que más preguntas aparecieran.—¿Qué se supone que pasó aquí?—me cruzó de brazos e inspecciono la zona. A primera vista, no parecía haber ningún hueso cerca, por lo que intenté caminar hasta al menos conseguir algún punto de referencia. 

Osteoblastos: Células encargadas de la reparación, mantenimiento y crecimiento de los huesos. No trabajan en ámbitos tan complejos, por lo que su orientación se basa en recordar cada lugar junto a sus huesos, cuando estos se encuentran en zonas con pocos, suelen tener cierta dificultad en orientarse. 

—Sigue haciendo muchísima calor...—retiro las gotas de sudor de mi frente, sin embargo, mi temperatura corporal empieza a aumentar, seguía siendo calor, no obstante ¿por qué me sentía tan débil?—Ngh...—mis piernas me fallan y caigo al suelo, impidiendo dar otro paso mas. Mi pecho se sentía muy pesado, obligándome a respirar por la boca.—Debo volver...—antes de desmayarme completamente, intenté retirarme del lugar por miedo a qué pudiera pasar.—a mi puesto...

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No sé cuanto tardé en volver en mi, pero al abrir los ojos me sentí aliviada de no haber dejado ésta vida ¿Qué fue esa emergencia de todas maneras? Había sido tan repentino todo. Vuelvo a tocar mi frente para comprobar mi temperatura corporal, lo primero que noto es que seguía llevando la gorra, y lo segundo, que estaba mojada. 

—¿Agua...?—susurré confusa sólo para percatarme que no seguía en el mismo callejón de antes. No sólo me había metido en un lugar que desconocía, sino que ahora además me había adentrado sin percatarme.

—Ah, veo que despertaste.—escucho una voz algo extraña, parecida a la de una bacteria, sólo que mas natural.—Escucha, sé que no debería haberte ayudado ni mucho menos, pero quería hablar de tratos contigo.—¿A caso me conocía?—La última vez vi compasión en ti, por lo que quizás esto es un movimiento ingenuo de mi parte, pero me gustaría terminar las cosas contigo aquí.—No me hacía escuchar nada más para saber que había sido confundida con alguien, y por la manera de hablar, era mejor que así siguiera. La célula se me acercó a mi y se sentó , provocando que intentará bajar al máximo la cabeza para cubrirla con el gorro, no obstante sus sospechas se volvieron cada vez mayores con sólo observarme de cerca.—No puede ser ¿a caso me equivoqué de leucocito?—se levanta repentinamente.—Supongo que no tengo opción de erradicarte pues.—Ésto era malo, muy malo. Antes de esperar un ataque por su parte, me levanto y corro al edificio abierto más cercano ¿Qué clase de célula era ésta de todas maneras? No creo que ninguna quisiera asesinar leucocitos. 
Huyendo escaleras arriba yéndome la vida en ello, me detengo ante un golpe repentino contra la pared, provocando que se me impidiera subir más.

—Pensaba que los de tu tipo eran más de atacar que de huir ¿O me equivoco? ¡Malditos asesinos!—cruzo mis brazos en forma de equis para protegerme, pero su siguiente ataque me da de lleno, provocando que choque contra la pared ¿De verdad iba a morir de tal manera? Como se había quedado el día. 

—S-supongo que es porque nos dedicamos más bien a reparar...—toso un poco mientras descanso contra la pared. ¿Cómo se podía pasar por esto?

—¿Una mujer...?—la célula que, una vez de cara reconozco como una cancerígena, se pregunta después de atacarme y secuestrarme.—¿Pero qué-?—el chico se acerca a mi e me inspecciona. Al realizar que se ha confundido, suelta un puñetazo contra la pared, irritado.—Ésto podría haberme vuelto como ellos, pero...—me vuelve a observar. No me hace falta que termine la frase para saber que esta pensando en acabarme con tal de no tener testigos que le hayan visto. Cierro mis ojos y empiezo a tener mis últimos pensamientos.

Me hubiera gustado poder conocer más a ese eritrocito...

Pero el golpe nunca llegó, en vez de eso, mi cuerpo deja el suelo, sintiéndome más ligera, entreabro mis ojos, viendo a la célula cancerígena cargándome. Cierro mi puño en un intento de ir a pegarle e huir, pero la simple energía utilizada para mover cada punto de mis dedos es suficiente para hacerme soltar un pequeño gemido de dolor. 

—No hagas eso.—contesta fríamente la célula en respuesta al gemido. Ya que no podía escapar de ninguna manera, decidí optar por averiguar que iba a ser de mi.

—¿Dónde me llevas?—pregunto débilmente.

—He hecho demasiado estruendo, no podemos quedarnos ahí por mucho tiempo, así que nos movemos. Antes de hacer otra pregunta, te vienes conmigo para que no tengan tu testigo.—su mirada no deja de mirar al frente.—No más preguntas.—me quedo un rato mirando sus rasgos faciales. Era la primera vez que veía a una célula cancerígena, o incluso a una célula, su mundo era un poco alejado del mio. Apoyo mi cabeza sobre su pecho, mirándole de vez en cuando hasta que mis ojos se volvieran a cerrar. Durante ese tiempo, pude observar un par de sonrojos, recordando que no habían células femeninas. 

En verdad, tenía reacciones de un niño...

『Círculo de déjà vu』- Cells at work [reverse harem] x readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora