capitulo3 "caer en la realidad"

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Cuando Marcos me dejo en mi departamento, prepare un te mientras trataba de relajar la adrenalina de mi cuerpo.

Si de algo era consciente en ese momento era de que me podía relajar, por primera vez después de mucho tiempo.

No tenía que preocuparme por las cuentas que me ahorcaban.

Ni el miedo a la perdida.

Había tocado tan fondo que no tenía a nadie más que perder.

Me encontraba más sola que nunca.

Sentía que había decidido correctamente al venir a la Isla. Esto me ayudaba a empezar de cero.

Alrededor de un año atrás mi vida empezó a desmoronarse cuando a mi mama le diagnosticaron Leucemia.

Era mi último año de la carrera de diseños de interiores, el cual suspendí inmediatamente.

La enfermedad a mi mama la consumió en diez meses. En los cuales se llevaron nuestro departamento de toda la vida. Los ahorros que teníamos y mis sueldos completos ya que tenía dos trabajos para ese momento. Todo para darle una mejor calidad de vida.

Pero nada funciono.

Hubiese dado mi vida con tal de no perderla.

De a poco me aleje de todos mis amigos ya que mi vida era trabajar y estar en la clínica. Pero Federico mi novio y Tatiana mi amiga de la infancia también fueron mi sostén durante un tiempo.

Aunque ahora pensando en los detalles, no entiendo como no me di cuenta.

Siempre aparecían con minutos de diferencia. Tatiana me desestimaba todo el tiempo.

Las miradas que hablaban por si solas de la complicidad entre ellos.

Nunca los enfrenté porque en eso momento pensé que me perseguía, ya que mi vida social era casi nula, debo analizarme creo que también deje pasar muchas cosas por miedo de sentirme más sola de lo que me sentía.

Reflexionando más a fondo fui cobarde en ese momento no era capaz de enfrentarme a lo que me estaba pasando.

Deje escapar una lagrima a esa le siguieron muchas más.

Luego de un rato sin saber cómo me quede profundamente dormida en el sillón de la sala.

Hasta que un portazo me despertó.

Era marina quien entraba sonriente llenas de bolsas de una tienda de ropa.

—Lo siento Melody! No sabía que dormías

—No pasa nada, no sé ni cuando me quede dormida. Día de compras—le conteste mientras le señalaba las bolsas que cargaba.

—Si hoy, mi osito estaba muy dulce.

Cosa que me hizo ladear la cabeza "osito "que edad tenía.

Ella lanzo una carcajada y me explico—Es el apelativo cariñoso que uso con mi chico. Uno de los clientes —aclaro guiñándome un ojo.

—ah entiendo

—¿Cómo te fue con Marcos? Lograste tranquilizarte chica me van a robar los órganosPregunto haciéndome reír.

—Si, ahora estoy más tranquila mañana entro a trabajar en la tienda de tarde y por la noche en el bar. ¿Vos en que parte trabajas?

—Nosotras trabajamos en la mansión, Lucy es la que se encarga de las finanzas de este lugar. Lo mío es la cocina, soy la chef principal del lugar.

Me llevo años tener ese puesto ya que es difícil, lograr entrar en la mansión. Bueno basta de charla cámbiate que tenemos una fiesta en la playa, y te voy a presentar a nuestros compañeros ¡dale!

Ahora empieza el verdadero recorrido por el lugar

—realmente prefiero quedarme a descansar, ya que mañana empiezo a trabajar—

Pero mi excusa no fue tan buena ya que Lucy termino arrastrándome porque si no era capaz de desatar la tercera guerra mundial.

Nos vestimos de forma casual y salimos.

Primeros fuimos a cenar al comedor. La comida era sabrosa, nada ostentosa, pero me quejaba.

Luego nos fuimos de fiesta, bailamos nos divertimos.

Parecía que llevara años sin soltarme.

Conocí tanta gente que me mareé.

Termine la noche algo más que alegre, pero agradecida con marina por haberme arrastrado a salir



MI PARAISO PRIVADOWhere stories live. Discover now