Fueron semanas, meses que Jungkook no supo de Jimin después de ese día en el supermercado donde Jungkook tuvo que irse caminando hundido en bolsas de mercado a su departamento, no le había hecho daño, solo le comentó un poco de lo que sentía y ya. No era para tanto.
- Maldita sea, ¿Donde se metió el imbécil ese?- Se decía repetitivas veces caminando dentro de su pequeño hogar. Le costaba admitirlo pero si, Jimin le preocupaba. No sabía porqué, pero a raíz de que Jimin era su único amigo, Jungkook se volvió muy dependiente de él. No se sentía cómodo cuando el no estaba y aunque no quería admitirlo, sabía que pronto iba a sentir cosas por él, siempre estaban juntos. Para el su cuerpo era solo de Jungkook y este se saciaba de él cuando quisiera sin problema alguno. Jimin no podía refutar pues saldría maltratado y lastimado si no le hacía caso a Jungkook, Jimin a veces pensaba en lo masoquista que se pudo haber vuelto, pero así son las cosas cuando hay sentimientos de por medio ¿no? Haces lo que sea por no decepcionar a esa persona que te hace sentir tan capaz de todo, te hace sentir tan vivo. Pero Jungkook no lo veía así. Su manera de expresar su afecto era muy diferente.
Tenía que despejar su mente de todos esos pensamientos, la ira corría por sus venas y cada vez estaba más al borde del colapso. De vez en cuando sentía que el instinto asesino de su padre lo había heredado, y desde pequeño tuvo sueños con asesinar personas, degollarlas, verlas sufrir y alimentarse de eso. Era muy despiadado para un niño, pero esos eran sus sueños, y así siguieron siendo hasta la fecha. La mayoría de las veces soñaba con matar a su padre y eso lo hacía sentir bien, ya que hasta ahora ese era su objetivo, y era la única persona a quien realmente quería matar.
Ya de noche, salió a tomar aire y a caminar. El cielo estaba despejado y la luna brillaba como lo hacía un auto lujoso recién pulido y lavado. No habían muchas personas en la calle, la mayoría eran parejitas felices tomados de la mano, borrachos velando por sus vidas desperdiciadas y prostitutas en uno que otro rincón que lo veían con ojos de deseo.
Le asqueaban esas miradas descaradas de las mujeres baratas, tan zorras que provocaba matarlas. Posiblemente no se lo merecen, quien sabe, pero solo había una manera de averiguarlo.
Caminando tranquilamente se acerco a una de las paradas donde una mujer morena con maquillaje excesivo, un vestido de encaje rojo y operada hasta los tobillos lo veía de arriba a abajo mordiéndose el labio inferior.
- Nunca pensé que un muchacho tan apuesto caminara por aquí, siempre pasan viejos morbosos en busca de un toque de locura dentro de sus días de hibernación.- Decía la mujer con tono seductor, un total asco. Jungkook se detuvo en seco, la miro y le sonrió, se acerco a la mujer que para su sorpresa era un poco mas baja que Jungkook, la mayoría usan tacones de casi 20cm y un poco confusas, uno no sabe si cuando hable le parecerá una mujer llamada Ángela, o una llamada Manuel.
Se le acerco lo suficiente como para quedar a la altura de su rostro, acariciarlo y llegar a su cuello. Lamer la piel hasta su oreja.- Entonces muéstrame a mi tu mejor versión, esa que nunca le has mostrado a esos hombres asquerosos, preciosa.
Jungkook la tomo de la mano dirigiéndose a un callejón bastante cerrado.
- ¿A dónde me llevas, amor? No me digas que vives aquí. -Ese comentario fue el toque perfecto para sentir el mayor de los ascos existentes, volteando hacia ella, con una sonrisa cínica la pegó a la pared bruscamente, teniendo un gemido por parte de ella.
- Te llevare al cielo, y te quedaras ahí un rato, ¿O prefieres esta noche arder tanto como el propio infierno?- La sonrisa dibujada en el rostro de Jungkook mas su mirada iluminada por la luna lo hacía ver aterrador, pero jodidamente sexy al mismo tiempo. La chica desesperada trato de besarlo, pero un fuerte jalón por la parte de atrás de su cabello le hizo retroceder y caer al suelo. En un intento de levantarse Jungkook saco una navaja de su bolsillo y se agacho brindándole la mano restante a la mujer y ella correspondió, no se había dado cuenta lo que contenía su otra mano. -Bebe, no me respondiste la pregunta.
- ¡Como lo iba a hacer pedazo de idiota si me lanzaste al suelo!, las cosas no son así papito, muy bello y todo pero a mí me tratas bien. -La morena volteo e iba caminando a la salida del callejón, cuando Jungkook la tomo por el cuello, amenazándola con la navaja en mano. Fallidamente trato de zafarse y gritar, pero con la otra mano el castaño logro taparle la boca y apretar mas el agarre, logrando que se sienta asfixiada.
- No respondiste mi pregunta.- El tono en su voz había cambiado, ahora era ronco y totalmente fuera de juego.- ¿Prefieres subir al cielo, o arder como el infierno?
- ¡Suéltame por favor!- Cada vez el oxigeno era menos el que alcanzaban sus pulmones, tenía la voz entrecortada y los ojos llorosos. - ¡¿Que quieres de mi?!
- Responde a mi pregunta.
Jungkook no dejaba de apretar a la pobre mujer entre sus brazos mientras reia en voz baja sonriendo maliciosamente.
- ¡Subir al cielo, subir al cielo, ahora, suéltame!- La mujer repetía la frase como si su vida dependiese de ello.
- Buena elección, pero aquí las cartas se juegan al revés, y las escojo yo.- Jungkook soltó una carcajada antes de ahorcar con más fuerza a la vida entre sus brazos hasta dejarla inconsciente. Dejo que esta cayera sin cuidado alguno al frio suelo y se acerco a la salida del callejón, verificando que los borrachos se durmieran, que a las putas las recogieran y las parejitas se largaran a tomar un chocolate caliente o a coger. Efectivamente, para su suerte (o desgracia para la mujer), no había nadie en la calle. Tomó a la zorra y la colocó en su hombro saliendo del lugar para así adentrarse en otros callejones y llegar a la entrada de un bosque aun mas desolado. El lugar no tenía mucho césped hasta adentrarse aun más en él, pero donde estaban era suficientemente alejado.
De su bolsillo saco una cantimplora que llevaba con el a todos lados, llena de uno de esos whiskeys deliciosos que te hacen arder hasta el alma.
La tiro al suelo, destapo la botella y la vació sobre ella, esparciéndola por todo su cuerpo. Cuando las gotas cayeron en su cara esta se despertó un poco confundida y sin energía, (para sorpresa de Jungkook, que pensaba que ya estaba muerta) y antes de poder levantarse y escapar, ya Jungkook había sacado el yesquero.
- Bienvenida al infierno querida.
Jungkook sonreía victorioso mientras a sus ojos se veía a la mujer hundiéndose en llamas mientras gritaba horrorosa y estruendosamente, pero estaba lo suficientemente lejos de las casas de las personas como para que la escucharan.
- Ugh, te hubiese cortado la garganta primero.- La mujer corría por su vida mientras se quitaba la ropa intentando apagar el fuego, se arrastraba en el suelo convulsionando, sus gritos solo aumentaban la sonrisa de Jungkook y sus ansias ya un poco mas saciadas. Ya al borde de la muerte la mujer se rindió y se quedo quieta arrodillada en el suelo, hasta que su cuerpo estaba totalmente tostado y en la carne, su rostro cayo sin vida al suelo, aun con llamas encima.
Se dedico a mirar la escena de cerca unos cuantos segundos para luego salir del lugar caminando, tomando ciertos caminos para evitar cualquier persona y llegar al departamento. Se vio al espejo unos minutos, al fin había sentido qué era asesinar a una persona aunque sin haberle causado ninguna puñalada o cualquier cosa aun más placentera para él, pero pronto encontraría a una víctima aun mayor, y con ella si se divertiría sin duda alguna.
。・゚゚・ ・゚゚・。
¿como estan? espero y muy bien(◠‿◠✿)
espero y les este gustando la trama, porque a mi me encanta jsjsj
los amo bye.
-ori.

ESTÁS LEYENDO
UNCANNY [KOOKMIN]
FanfictionJungkook tendrá que ingeniarselas para llamar la atencion de Jimin. Oneshot Kookmin obvs GGUKLICIOUS 8/2018