Prólogo.

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-Marco, agente Marco.-murmuré mientras observaba el informe que tenía sobre mis manos.
-¿Ha mandado foto tu nuevo jefe? Di todo lo que venga sobre él.-dijo al respecto mi profesora y también asesora Julie Mathews.
-Sí, ha mandado foto. Aquí viene que tiene veintitrés años, que es de New York, y que por ello trabaja allí. También pone que su nombre completo es Carlos Pérez Marco.-alcé una ceja.-¿Por qué diablos se llama agente Marco cuando su primer apellido es Pérez? Ya se lo preguntaré.-suspiré y cogí aire.-En fin, la foto que ha mandado es la de su carnet de policía. Si te soy sincera, es la primera persona que conozco que sale en condiciones en una foto de este tipo.-mientras decía aquello, Julie me quitó el informe de las manos y miró la foto.
-Bueno, tienes suerte de hacer las prácticas y de ser la ayudante de un chico que sólo tiene dos años más que tú.-comentó mientras giraba la hoja, para seguir leyendo.-Aquí también comentan que es el mejor policía criminal de la zona... te repito que has tenido mucha suerte, chica.-me dijo mientras releía la hoja.
-Criminólogo profesional, supongo. Aunque a tan temprana edad... o es muy bueno, o lo han enchufado. Pero creo que será la primera opción.-cogí los papeles de sus “garras” y los guardé en mi carpeta.-Creo que debo irme. Tengo que hacer las maletas y salir por fin de esta cutre cuidad.-murmuré lo último entre dientes.-Ha sido un placer tenerla como profesora.-esbocé una sonrisa, la cual ella me devolvió.
Salí de aquella comisaría, que ya me ponía demasiado nerviosa. Las calles estaban llenas de mierda, literalmente. Boñigas de perro por todos lados, chicles que se te pegaban al zapato, papel de aluminio, envoltorios de lo que fuese... todo lo que te pudieras imaginar. Tal vez os preguntaréis de dónde era. Solamente debo decir que, desgraciadamente, era del mismo lugar del que es uno de mis personajes literarios favoritos; Carson Phillips. Y oh, en lo que narra sobre este lugar... tiene toda la razón del mundo. Clover es una enorme montaña de basura, que se encuentra en el culo del mundo. Me sentía igual que él. Como un diamante escondido entre una enorme caca de perro. Pero de las grandes de verdad. Rodeada de gente inculta, homófoba e insensible.
Aun así, era pensar que en dos días me iba a New York -tal vez para siempre- y ya me ponía contenta. Me iba a alejar de mis odiosos padres que no paraban de pelear y, al hacer las paces, le daban al buen vino. Bien por ellos. Pero mal por mí.
Llegué finalmente a casa, estaba mi padre, pero mi madre no. Según él había ido al supermercado a comprar.
-De acuerdo.-me digné a decir, mientras pasaba a mi habitación.
No tenía muchas cosas, por lo que no me costaría hacer el equipaje. Tenía dos días enteros para preparar todo lo necesario. Y después de esos dos días, podía ir a cumplir algunos de mis sueños. Vivir en New York y ser criminóloga, o simplemente policía criminal. Aunque viene siendo lo mismo.
Pero qué diablos, ni me presenté.
Mi nombre era, es y será Naya Marie Hummel Hudson.

Marco, Agente Marco. {Carlos Auryn Fanfic}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora