Al regresar a casa encontré algo cerca de mi casa... Algo extraño, es difícil de describir pero tiene forma de humano excepto por algunas partes... ¿Que sera?
Siempre he procurado mantener a Ageha alejada de escenas violentas, mostrándole en su lugar historias sobre el amor y el afecto. Quizá he exagerado demaciado. Después de aquel momento de intimidad sucedido el otro día, nuestra relación tomó un rumbo que nunca preví. Sintiendo una inexplicable alerta de peligro, decidí evitar el contacto innecesario, tomando distancia de ella por un tiempo. Siendo así, Ageha, quien para ella era costumbre vagar sin rumbo por el espacio de nuestra casa, ahora se negaba a apartarse de mi lado. Mientras me centraba en mi trabajo de mi computadora, intentando ignorarla, ella simplemente se sentó cerca, mirándome. Nunca me importó estar cerca de ella cuando solía observar cada movimiento suyo, pero ahora no puedo conservar la tranquilidad cuando me encuentro sin escape bajo su mirada.
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