Capítulo 4: La partida.

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A la mañana siguiente Régulus sabía que Sombrío partiría sin él y sin despedirse.

Se coló en el estudio de su padre Erídanus y esperó a Sombrío porque la piedra estaba allí.

Cuando entró Sombrío el le dijo:

- Sabía que te irías sin mí, ¿asiste a tu cumple por lo menos no?- dijo Régulus saliendo de su escondite.

- No, necesito partir ya. Lo siento Régulus, me iré contigo.- le dijo Sombrío a él con tono sorprendido.

- Me alegro de que quieras partir conmigo pero.. no deberías perderte la fiesta es importante.- le dije musitando.

Régulus le acompaño a coger la piedra y una voz les dijo:

- ¿ Qué hacéis?- le dijo Erídanus.

- Lo siento señor fue culpa mía, queríamos mirar una cosa pero ya nos vamos.- le dijo Sombrío disculpándose.

- No papá, ha sido culpa mía.-le dijo Régulus.

- Bueno, ¿ Qué bucaís?- dijo Erídanus sorprendido.

- Pues esto.- dijo Sombrío enseñandole la piedra.

A Erídanus le centallearon los ojos, sabía perfectamente lo que era.

- Esto es alucinante.. ¿ Donde lo encontrásteis?-dijo sorprendido.

- Es una historia larga y difícil de contar.- dijo Sombrío poniéndola de nuevo en sus manos.

- Tengo tiempo suficiente.- dijo Erídanus de brazos cruzados.

- Pues estábamos paseando y Spica se quitó la horquilla de mamá para arreglarse el pelo, la posó sobre una piedra y una hurraca se la quitó.- dijo Régulus viendo que Sombrío no lo iba a contar.

- ¡ La piedra celeste! Estoy seguro, Stellarius tenía razón.- dijo Erídanus en voz alta.

- ¿Quééé? ¿Es la piedra celeste?- dijo Régulus asombrado.

- Puede ser, ya te lo dije.- dijo Sombrío cogiendo un químico para ponerla brillante.

- Ahora sois grandes, os voy a contar una historia. Cuando tu apareciste muchacho encontré a un hombre ya viejo envuelto en una manta marrón que me dijo:

- Cuídalo bien, es el elegido.- dijo Erídanus imitando su voz.

-¿ Qué es eso?  ¿Es verdad eso padre?- dijo Régulus mordiéndose las uñas de nerviosismo.

- Calla Régulus intento escuchar a tu padre.- dijo Sombrío.

- En aquel momento te llamabas Audaz, cuando te acogimos te llamamos Sombrío por tus colores oscuros.- Eres el elegido, un chaval con inteligencia pura, fuerza, valor y coraje. Por eso viste la piedra.

- Recuerdo algo de eso.- dijo Sombrío intentando memorizar.- ¿Strellarius era como un mago?

- Increíble te acuerdas de eso, pues Strellarius me dió un saco con una espada con poderes, 40 monedillas de oro, un reloj que era también brújula que era de Floridiana, un mapa y mucha suerte.-dijo Erídanus sorprendido.

El reino de la Fantasía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora