Game Boy

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Había veces que Junior no entendía a sus hermanos, Javiera solía decirle que era por la edad que los separaba, y que él debía aceptar que no siempre iba a poder estar con ellos o entender las cosas de las cuales hablaban. Al principio Junior se frustraba, y las ganas de llorar le subían por la garganta hasta que no era capaz de contenerlas y terminaba con la nariz roja y los ojos ardiéndole por haber llorado al no ser incluido en los planes o las charlas que Romeo y Dante tenían.

Esto pasaba seguido, incluso se permite admitir que fue una actitud que mantuvo hasta pasado los diez años, aunque en ese tiempo su frustración pasaba por el hecho de no poder compartir el mismo espacio que Blas, a él le gustaba mucho el amigo de Dante y también quería que fuera el suyo. Blas siempre le sonreía y le convidaba lo que estuviera comiendo, cuando Junior estaba a punto de llorar, era el rizado quien lo consolaba o lo distraía. Blas no se parecía en nada a los demás amigos que sus hermanos tenían.

Cuando tenia once, casi doce, sus compañeros comenzaron a hablar del amor en mayor profundidad, ya no se trataba solo de "me gusta mi compañera", ahora el tema iba escalando nuevos peldaños, y él como que se quedó atrás. Junior algo entendía, había leído y escuchado sobre ello. Sin embargo, lo que sus amigos describían, él no lo sentía por ninguna de sus compañeras, o nena que conociera. Se asustó y le comentó a Javiera, ella era lo mas cercano a una mamá, y siempre tenia respuesta para todas las preguntas que a Junior se le cruzaban por la cabeza.

—El amor no se puede explicar, Ju —le había respondido sonriendo con nostalgia, era la primera vez que ella no tenía una respuesta para el castaño. —Es algo que sentís, para algunos llega antes y para otros, tarda un poco más. Y eso no esta mal —luego de eso le dio la cena y él se olvidó, su cabeza siempre daba vueltas alrededor de muchas cosas y nunca se quedaba en algo por mucho tiempo.

Pero esa noche, las preguntas habían vuelto, y no podía buscar a Javiera para preguntarle. Lo mas cercano era Dante. Así que se sienta y observa a su hermano dar vueltas en su propia cama, sabe que esta despierto porque no hace mucho se acostaron.

—¿Dante? ¿Puedo preguntarte algo? —murmura, su voz flotando sobre la habitación oscura. La única luz que entra es la de un foco que hay en la calle, y es muy poca. Puede ver como el mayor se mueve en su lugar antes de responder.

—No le voy a volver a decir al tío que estas enfermo, Junior, tenés que ir a la escuela. Vas a terminar desaprobando educación física si seguís faltando —murmura, intentando poner fin a una charla que aún no comenzó.

—Cállate, tarado. Es otra cosa —y de repente lo invade la timidez, porque es algo que en su cabeza suena muy fácil de afrontar, pero a la hora de volcarlo sobre la mesa, cuesta. Y Junior todavía es un poco vergonzoso. —¿Cómo sabes si te gusta alguien? —susurra más bajito.

Cree que Dante no va a responder, todo ha quedado en silencio, y ahora solo se escucha el sonido del ventilador y de un auto que pasa por la calle. Esta a punto de volverse a acostar cuando escucha su voz.

—¿Por qué querés saber eso? —suelta de repente. Aunque Junior este creciendo, para Dante sigue siendo un nene y escucharlo preguntar sobre tales temas, le resulta raro, a la par de incomodo, porque aun él no entiende muy bien lo que es todo el tema de gustarle a alguien mas o viceversa. Es difícil de explicárselo a otra persona, termina por aceptar el mayor.

—No, por nada, dejá —se acuesta en su cama, ofuscado y avergonzado, no debería haber hablado. Dante siempre le contesta mal, quizás debería preguntarle a Blas, él sí que lo entiende.

—No te enojés pendejo, te pregunté bien. No creo que te des cuenta de eso, cuando alguien te gusta, digo —suspira, resignado porque sabe que va a terminar diciéndole lo que sabe a Junior porque es su hermanito, y aunque nunca lo admita, Dante es débil alrededor de él. —Es como que te pasa, empezas a notar cosas del otro, y lo miras cuando camina por los pasillos de la escuela en el recreo. O querés llamar su atención, que te mire a vos y no a los demás, que se ría de tus chistes —se permite sonreír en la oscuridad, a sus trece años, eso es lo único que puede explicar como "gustar" porque es lo que siente cuando ve a Martina, su compañera.

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⏰ Last updated: Oct 24, 2018 ⏰

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Fragmentos de lo que somos || Blasnior ||Where stories live. Discover now