Hellfire

El comienzo del fin

Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para
que seáis sanados. La oración
eficaz del justo puede mucho.

 (Santiago 5:16)

Mi nombre es Roronoa Zoro decidí estudiar en una escuela religiosa por mi padre quien era un aficionado a la religión , no veo ningún inconveniente por ello además después de su  muerte he decidido aceptar este camino  aún que en realidad lo detesto. 

Y aqui estoy frente una  en la escuela de los Padres o sacerdotes como le quieran llamar.
Aceptaron la solicitud  algo que fue tan sorpresivamente bueno para mí.
No es precisamente el lugar en el cual me quería ver pero termine de estar sumidos en mis pensamientos tras unos pares de minutos y tome una bocanada fuerte de aire  entrando en aquel enorme y largo un tanto desgastado pasillo de color blanco   y me dirigí a donde me habían dicho por en la carta  y topandome con una enorme puerta de madera  quizás de cedro  se ve tan imponente seguro podría cortarla a la mitad...

Zoro: - toque la puerta dos veces pero no recibí respuesta alguna - hola? Soy el nuevo estudiante he venido a hablar con el director a cargo - abrí la puerta  y encontré a un hombre rubio durmiendo en el sofá con un traje blanco a lo cual me acerque - disculpe estoy buscando ...

Sabo: si el padre vinsmoke vendrá en un momento puedes dejar tus cosas aquí y revisar el lugar si consideras necesario

Zoro: oh.. gracias padre

Sabo: que? No ni muerto ,quiero decir...tengo otra vocación

Zoro: eso está bien ¿Creo?-  desvíe la vista de este con un toque de desagrado

Sabo: así que eres uno de esos

Zoro: ¿De eso? - dije aún sin verle mirando el lugar un poco asombrado de lo alto que era hasta ahora lo estoy viendo

Sabo: si de aquellos alabador de un ser inexistente

Zoro: las críticas puedes ponerlas en un papel y darmelas , prometo darle un buen uso cuando vaya al baño - dije tajante  hasta que mire las fotografías en la pared - quien de todos ellos es el padre vinsmoke?

Sabo: te recomiendo tener ese delicioso cuello lejos de su alcance - dijo saliendo no sin antes cerrar la puertas tras de el a lo cual solo suspiré

Zoro:  veamos viejo, arrugado, gordo de seguro como todos los padres degenerados que existen en estos lugares - mire el escritorio y levanté la pequeña placa que había ahí

Sanji:  Me temo que los estándares que tiene no los llenare de ninguna forma

Zoro: - esa voz tan abrumadora pero sin dejar de ser cautivadora me distrajo por completo volviendo la vista atrás sin notar a nadie a lo cual está vez estaba confundido- vaya viaje seguro me hace falta dormir un poco - mire al frente de nueva cuenta

Sanji: deberías de aprender a ver a todos lados

Zoro: - volteando esta vez a donde provenía aquella voz topandome con  enorme y peligrosa belleza  rubia, vestido de un elegante traje obscuro corbata roja  con unos tirantes mientras que por detrás había un abrigo con peluche blanco, cruzado de piernas , de cejas en espiral , mientras de un lado aquel y brillante cabello rubio cubría aquel diamante azulado que tenía por ojos , mientras en sus manos con guantes blancos tenía un cigarrillo encendido- no me dijeron que en este lugar habría alguien como usted