Parte única.

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"Hola. 


Soy yo, posiblemente te preguntes cómo sé a dónde fuiste después de irte de casa, no quiero que te asustes, a pesar de que aún te extraño no quiero hablarte en persona, sé que posiblemente no podremos hablar adecuadamente y terminemos peleando, cosa que quiero evitar. 


Te extraño Hyunggu, sé que tú también lo haces, ¿Crees que en la universidad no me he dado cuenta de cómo tu hermosa sonrisa desapareció cuando terminamos? Tus ojos incluso se tornaron rojizos, has estado llorando..." 

Hyunggu a este paso ya se encontraba llorando, que le enviara ese tipo de cosas lo lastimaba, y le daban más ganas de volver a estar entre aquellos brazos, poder despertar a su lado todo el tiempo, poder sentir sus labios de nuevo. 


Sollozos involuntarios escapaban de sus labios mientras que sus manos temblorosas apretaban aquella carta, debía continuar leyendo. 


"¿Cómo es posible que permita que llores? Mi amor, no me gusta que estés mal, y por eso te escribo esta nota. 


Quiero que volvamos, quiero sentirte de nuevo, quiero despertar todos los días junto a ti como antes, ver películas de terror, es gracioso el que tú me proteges a mí. Quiero pasar todas las noches junto a ti, como antes. 


Fue estúpido terminar contigo, lo sé, y más aún estúpido que después de que lo haya hecho escribir esta carta. 


Pero no me importa, ya no me guiaré por mis suposiciones y celos, solo te quiero de vuelta, amor.


– Shinwon." 



Las manos temblorosas de Hyunggu apretaron aquel papel mientras cerraba los ojos con fuerza, él también quería todo aquello, era cierto, habían roto por celos de parte del mayor, era algo estúpido después de dos años de relación. 


De un momento a otro el sonido del timbre llamó su atención, con el corazón agitado prácticamente corrió hasta la puerta, abriendo esta rápidamente, encontrándose con, ¿Nada? 


– ¿Qué diablos? – susurró al ver una pequeña caja, confundido la tomó y levantó la tapa para poder ver su contenido. 


Una ligera sonrisa se posó en sus labios al ver un collar con la letra "S" como accesorio, ese collar se lo había regalado el mayor hace un año, quien mantenía uno igual, pero con la letra "H", pero sin haberlo pensado había lanzado aquel collar a la basura, ¿Cómo lo había conseguido? 


Volvió a mirar la caja y en esta había una nota, la cual con un poco de miedo tomó y leyó. 


"Este collar te lo había entregado hace un año, prometimos nunca quitárnoslo, ya que aunque estemos separados, tendríamos algo del otro, yo aún no me he quitado el mío, así que quiero que cuando te lo pongas mantengas tu promesa." 


Hyunggu suspiró mientras se colocaba aquel collar, se adentró a su casa y apenas entró sus ojos se abrieron como platos y las lágrimas que antes se habían detenido habían vuelto. 


Shinwon se encontraba frente a este, con aquella leve sonrisa en sus labios que siempre estaba presente. 


– Ven aquí. – Hyunggu al escuchar su voz sin siquiera pensarlo corrió hasta el mayor, lanzándose prácticamente sobre él, habían sido 3 meses sin verlo, sin sentirlo.


– M-Maldito idiota, te odio tanto...– hablaba entre sollozos antes de tomar sus mejillas y besar los labios del mayor. Aquellos dulces y pequeños labios que tanto extrañaba. 


Shinwon rompió poco a poco el beso, rodeando a Hyunggu entre sus brazos sin dejar de sonreír.


– Si esas son tus muestras de odio hacia mí, entonces no dejes de odiarme nunca. – el mayor besó rápidamente la nariz de Hyunggu, antes de cargar a este como un saco de papas, caminando hasta la habitación.


En la mente de Hyunggu pasaban cualquier tipo de cosas sucias que podían pasar una vez que entraran a aquella habitación, pero prefirió no decir nada. 


Cuando entraron, Shinwon dejó a Hyunggu en la cama, para luego recostarse a su lado y encerrarlo entre sus brazos, cosa que avergonzó completamente al menor, había pensado que harían otro tipo de cosas. 


– Ya se está haciendo de noche, así que duerme Hyunggu, después podremos hacer todas esas cosas que pasaron por tu mente, pervertido. 


Las mejillas y orejas del nombrado se pusieron coloradas rápidamente, por lo que golpeó el pecho del mayor mientras fruncía el ceño. 


– Te odio. – Mencionó Hyunggu mientras se acurrucaba más al mayor. – Idiota.


– Yo también te amo. – Rió Shinwon antes de dejar un rápido beso en la cabellera del menor. 


Ambos estaban seguros de algo, nunca volverían separarse.



Idiota || Shinwon x Kino.Where stories live. Discover now