Anhelar nuestra libertad (1)

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Mantuvo una mueca fría en su rostro mientras caminaba tambaleándose sin vida por ese pasillo, las cadenas de sus muñecas atrapadas en su espalda hacían raspaduras que abrían las heridas que ya previamente tenía de tanto tiempo en ese lugar, sin la libertad de poder ir por el pasillo sin esos grilletes. Sinceramente no tenía ganas de moverse y había sufrido lo que era un ataque de calambrazo y una patada en el tórax para tirarlo de la cama sin acercarse mucho a él, lo cual no supo que le dolió más... Si la patada o las raspadas de sus muñecas...

Las dos le valían...

Las dos opciones eran viables.

Ambas le dolieron.

- Y~.... ¿A dónde vamos?- murmuró con una sorprendente voz relajada y tranquila. Quizás ahora con una mueca divertida y graciosa en plantada en su rostro, pero se podía volver torcida y maligna en un segundo, como un ataque sorpresa por su liberación.

Vaya, uno de los guardias era nuevo, podría sacar provecho de esa obviedad, ah... Springtrap estaría orgulloso de su descubrimiento. Podrían tener una posibilidad ideal.

Se mantuvieron en silencio haciendo que su mueca cambiara a un ceño fruncido. Dejándolos totalmente pálidos por esa mueca sádica que había comenzado a creer en su mirada. Decidieron arreglar el error que habían cometido, al menos el veterano en la tarea, porque el nuevo sé quedó en shock:

- Pues, emm... Te llevamos a la sala P-principal...- el muchacho cambio su mueca de nuevo y curvó una sonrisa maliciosa pero dulzona que los intimidó aún más de lo que ya estaban, previamente el nuevo acabó con esa típica mirada incómoda y avergonzada, típico romance a primera vista del cual resultaba s r un calentón que no iba a recibir atención. Siguieron caminando hacia la sala, ahora un poco más animado que antes, esos idiotas iban a sufrir haberlo pateado... Se imaginó a sí mismo en esa lujuriosa y sangrienta escena devorando los labios de Springtrap después de haber matado a ese par de guardias.

No pudo aguantar una ligera risa maligna y llena de desesperación, tenía ganas de que eso sucediera... Suspiró para calmar la risilla, y justo a tiempo para llegar a la sala principal, donde estaban todos allí, pero Springtrap estaba atado en la pared con las cadenas en sus muñecas y piernas, eran unas cadenas móviles, realmente siempre estaba ahí, o le disparaban un dardo y lo llevaban a su habitación. Cuando le soltaron las muñecas, al fin, se las tomó molesto y la mirada que les lanzó fue amenazante. El de cabellos ocre se fijó en esto y clavó su mirada en Golden. Este le lanzó una mirada rápida y asintió con la cabeza, nuevos objetivos confirmados. Le pusieron sus debidas cadenas de gran largaría— esas que debía llevar por ser de rango peligroso en ese centro— y le dijeron que ya podía entrar. Gruñó entre dientes y entró en la sala. Dieron un portazo evitando que intentara salir. Este, con una mueca en su rostro un tanto fingida se dirigió directamente hacia el caníbal sin decir nada a nadie, total, nadie iba a contestarle, quien lo recibió con un beso en los labios seguido de un leve mordisco en los mismos, la pérdida de sangre era común en él, era el único que se acercaba a Springtrap y claro, este debía estar hambriento y sediento, no le importaba perder un poco de sangre por él. Después se sentó a su lado sin decir nada más que un ronroneo pícaro por ese mordisco.

- ¿Prioridad de muerte para ellos?- canturreó deseando una respuesta positiva de parte de ese rubio cenizo. Este lo miró moviendo solo sus pupilas y su perfil se mostró con obviedad. Para dejarlo claro, asintió con la cabeza sin decir nada más, era un asentimiento seguro y algo cínico. Este río con un retintin malicioso y lleno de ansiedad, que ganas de comer que tenía, y no precisamente a su novio/ amante/ "Golden, el men que brilla más que nadie", no, tenía hambre y los gruñidos de su estómago aumentaban poco a poco, día a día y segundo tras segundo. Se controlaba con él por más que este le insistiera en morderlo por tal de calmar las ansías, pero ahí estaba el problema, que acabaría sin carne, ligamentos o fuerza en los hombros y quizás con menos sangre de la normal en su cuerpo y eso no le hacía gracia.

Ya se sentía culpable por morderlo al besarlo para beber algo de sangre. No quería perder a su loco, sin ofender; tan solo no quería perder al único que podía con él, pero desde siempre, desde que entró por aquella puerta la primera vez ya pudo con él, porque esa gracia y ternura naturales lo hacían letal y mortífero, igual que sádico y homicida, igual que él, era su reflejo con otro cuerpo y enfermedad.

Eso le gustaba.

- Me pondré por medio cuando te disparen para dormirte, solo tienen un dardo, tendrán que arriesgarse para alejarme de ti. No hay cámaras, ni guardadas cercanos y solo es uno. Y es el nuevo, los he oído hablar antes de que  cierren la puerta- sonrió con malicia- pero le habrán advertido de ti- murmuró con un retintin lleno de ganas de reír como desquiciado, pero se contuvo para que no sospecharan de ellos, lo sabían perfectamente. Eran un blanco extremamente vigilado durante el día.

- evidentemente hoy me voy a saciar- habló con reales ansías, sintió que ensalivaba excesivamente por imaginarse el sabor metálico en su boca, sus labios devorando los de Golden y una noche con final feliz para ambos.

Eso sí era una "delicatessen", estaba deseando que eso se hiciera real. Y... ¿Porque no? Imaginarse ambos huyendo de ahí por fin. Ser libres para lo que quisieran y cuánto quisieran. Amarse sin censura. Eso sí era un mundo perfecto para ambos. Lo que ellos necesitan, poder tener la libertad de vivir libres.

Aunque todo lo que tenían resultaba ser un laberinto en el que jamás encuentras la salida, porque todo lo que hacían era empeorar sus vidas por los malos tratos y la forma de dirigirse a ellos.

Y es que Golden demostró que Springtrap no era una máquina de matar sedienta de sangre y hambrienta de carne, que tenía sentimientos y emociones, así como aspiraciones de libertad y no tener que estar siempre atrapado entre cadenas o grilletes por evitar algo que obviamente no pasaría si lo ayudarán, pero nadie se acercaba a él, solo Golden, y era el único que tenía la fuerza suficiente para aceptarlo y quererlo como ahora hacía. Porque lo quería.

Se querían.

No vivían sin el otro porque juntos se apoyaban y concordaban en sus locas aspiraciones y, como dice el refrán, "dios los cría y ellos se juntan", porque era verdad, juntos se entendían y necesitaban la ayuda de alguien para que los ayudase y entendiese. Nadie lo hacía. Todos les daban la espalda.

- Espero que tengamos la suerte que hemos estado tanto tiempo esperando...- murmuró en bajo hablando más para si mismo que para el otro, eso hizo soltar un leve suspiro al otro meditando las opciones que tenían, al ser el nuevo podrían tener la suerte que no habían tenido jamás, todos estaban experimentados en tratarlos, pero ese muchacho no, y joven, débil y "vulnerable" que era, les daría la oportunidad de oro que estaban esperando por tanto tiempo para salir de allí.

- la tendremos...- le susurró el otro con un murmuró delicado para procurar hacer ese tono de relajación y confianza en su voz, no quería duda, estaba seguro de lo que hablaba, estaba seguro de todo. Totalmente seguro. Esa vez lo conseguirían.

(Si en algún momento ven alguna falta lamento las molestias, es que el auto-corrector me lo traduce todo automáticamente, es posible que algo que yo haya escrito lo traduzca como otra palabra, lamento las molestias una vez más).

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Si, no era broma, esto es una historia de más de un capítulo xdxd

Por el momento arrancamos con esta primera parte en la que se nos presenta a estos dos personajes, protagonistas y amantes. Ambos deseando comerse la boca del otro, no me jodan. Xdxd

Vale, ya, por el momento tenemos esto, el próximo capítulo será un poco más largo, o quizás de la misma largaria, es que ciertamente quería hacer como en "la única humana" capítulos de 2000 palabras, pero me moriría si hiciera eso xdxd

Por cierto, me he dado cuenta de que soy como muy filosófica y me voy por las ramas meditando temas que no tienen nada que ver y todo muy relacionado con la ética de como los tratan y todo eso, no se creo que esto de cambiarme de colegio y hacer filosofía me está transformando la forma de escribir y espresarme xdxd

En fin, espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Ecchisforlife

[1488 Palabras]

77.- Inseparables y letales (Goldentrap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora