El sonido del despertador llenó toda la habitación. Me removí molesta, estaba tan feliz durmiendo.
Tomé el aparto y lo lancé a la pared pero este seguía sonando, entonces la puerta se abrió.
-¿Qué haces todavía acostada? - mi mamá se adentró en el lugar - anda, levantate - me gire dándole la espalda - vamos, arriba - sentí como tiraba de la sábana y me intentaba levantar.
-No me quiero levantar - mi voz salió ronca - dame cinco minutos más.
-Eso dijiste hace 10 minutos, ya parate - hice lo que me dijo - espabila.
-Esta bien, esta bien, ya me arreglo - salió de la habitación a paso rápido, yo por otro lado caminé a paso de tortuga hasta el baño. Me cepille los dientes y me metí a bañar - ¡ESTO ESTÁ FRÍO!
Una vez lista, enrolle una toalla a mi cuerpo y fui a buscar la ropa. Me puse una camisa morado suave, unos pantalones negros y mis adidas, tomé mi mochila y salí con rumbo a la cocina que estaba en la planta baja.
-Buenos dias hermana - me saludó Angélica, mi hermana menor.
-Buenos dias Ángel - le di un beso en la cabeza - ¿qué hora es? - le pregunté, me mostró la pantalla de su celular y eran las 6:30 am - gracias.
Me quedé un rato hablando con ella hasta que era hora de irme. Caminé mirando a las demás personas que también iba con rumbo a la escuela, si por mi fuera me hubiera quedado todo el dia en la cama durmiendo pero no. Saludé a varios vecinos que salían como todos los dias, llegué y fuí a mi salón a esperar que sonara la campana.
-Buenos días, Oppai-chan - me saludo Vanessa, una de mis amigas.
-Buenos días - respondí con pereza, acosté mi cabeza en la mesa - tengo sueño, quiero dormir.
-Vamos, animate - me sacudió levemente para que levantará la cara - hoy es el último dia de clases, el lunes por fin tendremos nuestras vacaciones - mostró una sonrisa llena de emoción y alegría.
El profesor entró justo cuando sonó el timbre, las primeras 2 horas estuvieron totalmente aburridas. Hoy no tenía animo para nada, solo me limite a hacer el examen de este día.
Tocó el timbre y todos salimos, Vanesaa y yo fuimos a la cafetería para encontrarnos con los demás. Hicimos la fila y compramos nuestra comida para ir a la mesa y sentarnos.
-Entonces, ¿iremos a la casa abandonada? - sugirió Paola, ella es muy activa - será genial, veremos todo lo que hay en ese lugar.
-¿Por qué te interesa tanto esa casa? La semana pasada también nos pediste que fuéramos - protestó Alejandra - y ¿cuál fue la respuesta?
-¡No! - dijimos todos a la vez, ella nos ha pedido eso durante todo este mes y ella quiere ir por una razón.
-Pero sólo será esta vez, y no volveremos a ir - miró a la castaña, Alejandra - y me interesa por todos los símbolos demoniacos que hay se hicieron - sonrió con malicia.
-Esas cosas lo hicieron los mayores, y sabes que solo lo hicieron porque quisieron - hablo Gabriel acomodándose los lentes - además si vamos hay podemos meternos en problemas.
-Estoy contigo - levanté la mano - aunque también podria ser interesante ver como son esos "símbolos demoníacos" - hice comillas con mis dedos.
-Decidido, iremos cuando salgamos - ninguno dijo nada, sabíamos que cuando ella quería que hiciéramos algo conseguía convencernos a veces.
Las siguientes horas estuvieron llenas de exámenes, afortunadamente ya se acabaría esto, al menos durante los próximos 2 meses. Al salir fuimos a esa "casa abandonada", se veía muy vieja por fuera, las paredes estaban llenas de plantas al igual que el tejado, la puerta estaba algo dañada y cubierta por un poco de musgo. Entramos viendo que era cierto lo que decía Paola, las paredes estaban llenas de símbolos, también se podía observar que estaba mas dañada por dentro que por fuera.
-Muy bien, el momento de explorar... Comienza.
Nos dividimos en parejas y cada una tomo una sección de la casa. Alejandra y Vanessa se quedaron en este piso, Gabriel y Nick fueron al ático mientras que Paola y yo fuimos al sótano. Cada escalón que bajábamos hacia un rechinido que me causaba escalofrío, maldecí para mis adentro el haber venido aqui.
-Tengo miedo - sentía mis piernas hechas gelatina por cada paso - ya me estoy arrepintiendo de haber venido.
-No exageres Oppai-chan, a penas estamos comenzando - fue tomando fotos a algunos dibujos - son increíbles.
Durante un tiempo nos quedamos ahí hasta que se escuchó un ruido fuerte desde la parte de arriba. Nos miramos entre nosotras, regresamos a ver que habia sido eso.
-¿Lo escucharon? - las chicas se nos acercaron, asentí.
-¿Y los chicos? - miré las escaleras, se veía espeluznantes para mi.
-Seguro bajan en un momento - dijo Alejandra.
Como dijo, ellos bajaron pero el de los lentes tenia una expresión de enojo mientras que Nick una de gracia.
-Deja de reírte - le regaño Gabriel.
-Pero fue muy divertido - abrazó al menor por los hombros. Se ven tan lindos juntos.
-¿Nos pueden decir qué pasó? - pregunté, es raro ver a Gabriel enojado a veces.
-Lo que pasa, es que este - señaló a Nick que estaba atrás de él - me asustó, y choqué con varias cajas que estaban ahí.
-¿Encontraron algo interesante? - preguntó Paola acercándose a ellos.
-No, solo cajas y mas cajas, no habia ningún símbolo ni nada de interés - se encogió de hombros restándole importancia.
Nos quedamos mirando al mayor con ganas de asesinarlo por habernos asustado. Vanessa se le acercó y le pegó un puñetazo en el brazo.
-¡No vuelvas a hacer eso!
Salimos de ahí y cada uno fue por su camino, ví la hora en mi teléfono y eran las 3:29 pm. No puedo creer que nos quedamos tanto tiempo, seguro me espera un buen regaño. Al llegar mi mamá me preguntó porque me había tardado, le mentí diciéndole que me quedé en la biblioteca de la escuela terminando un trabajo pero no me creyó, y claro, me regañó.
Fuí a mi cuarto y me tiré a la cama.
Al fin libre, no mas tareas, trabajos o despertarse tan temprano, en serio nunca me voy a acostumbrar a esto y no importa cuantas veces lo haga. Y ahora con 15 años sigo igual.
Pero creo que no importa mucho, después de todo asi soy.
(...)
Mi hermana entró en la habitación pidiéndome que le ayudará con su tarea, le fui explicando lo que no entendía y después se puso a terminarla acostada en la cama junto a mi.
Vimos unas cuantas películas para matar el tiempo, hasta que la noche cayó. Tocaron la puerta, pronuncié un "pase" y papá se hizo presente en el lugar, nos dijo que fuéramos a cenar.
Acomodamos la mesa y nos pusimos a comer, mis papás hablaban de puro trabajo mientras que Angélica y yo solo comíamos. Llevé los platos al fregadero una vez que terminamos y los lavé, limpie la mesa y regresé a mi cuarto. Me puse mi pijama y me metí bajo las sábanas.
Sentía todo mi cuerpo cansado, mis párpados pesaban. Me sorprende lo rápido que paso este día, creí que iba a ser más largo pero veo que si pasas mucho tiempo con tus amigos o familia no notas lo que sucede a tu alrededor a veces.
Cerré los ojos dejando que el sueño se apoderase de mi completo.
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Las aventuras de Oppai-chan
Teen FictionDesde hace un tiempo me llaman de una manera "especial" por asi decirlo, aunque la verdad yo no le veía lo especial. Cuando eso comenzó me molestaba demasiado porque pensaba que lo hacían como una burla pero con el paso del tiempo no le di mucha imp...