Se podía escuchar el alboroto de los alumnos por todo el instituto, cada quien iba con su grupo.
Me encontraba en el patio delantero esperando a que mis amigos salieran. Hoy era el último de clases y por fin comenzaran nuestras vacaciones de navidad. Cuando los ví salir me aproximé a ellos.
-Hasta que por fin salen - miré confundida a Daniel, quien no traía sus lentes - oye, ¿por qué no traes tus lentes?
-Los de cuarto año se pusieron a hacer estupideces con ellos y me los rompieron, a mi mamá le dará un ataque - respondió malhumorado, en cambio nosotros soltamos unas pequeñas risas.
Fuimos caminando hasta el centro comercial, pasaríamos gran parte del dia ahí. Los chicos se fueron por su lado y nosotras por el nuestro.
-¿A dónde vamos primero? - pregunté mirándome las uñas.
-Vamos a comprar ropa, necesitaremos un nuevo atuendo para la fiesta de navidad y otra celebración que se acerca - Alejandra nos miró a todas.
Estuvimos paseando por diferentes tiendas buscando ropa, zapatos o accesorios que no gustaran. Tardamos más de 5 horas dando vueltas, al final ya cada una tenía lo que quería y nos fuimos a encontrar con los chicos para ir a ver una película.
-Veamos una terror, será emocionante - Paola se veía como una psicópata al decir eso, lo normal en ella a veces. Vimos Scream: una llamada extraña, y me arrepentí de haber entrado a la sala una vez que empezó la película.
(...)
-Tendré una pesadilla por su culpa - le di un sorbo a mi refresco.
-Tampoco exageres - lo fulmine con la mirada, Nick mordió un pedazo del chocolate que tenía antes de continuar - ni siquiera asustó tanto.
-Habla por ti, yo soy muy sensible - me abracé - ustedes parecen no tener emociones que no sean de asombro, intriga o emoción cuando ven algo terrorífico.
Nos encontrábamos caminando por mi calle, debían ser como las 7 de la tarde.
Me despedí de ellos y entré en mi casa, fuí a la cocina para comer algo, en la nevera se encontraba una nota pegada.
Fuimos a visitar a las abuelas, regresamos mañana a la tarde, en la nevera hay bastante comida, ten mucho cuidado y cierra bien las puertas.
Att: Mamá.
Arrugue el papel y lo boté a la basura. Vaya familia la que tengo, ni siquiera me dijeron que iban a salir.
Que malos.
Puse a calentar un poco de arroz mientras tostaba pan. Serví todo y me fuí arriba para comer tranquila en mi habitación.
Estar sola en casa es una de las cosas que más me gusta, no se escucha casi nada. Es relajante.
Encendí el televisor y me puse a comer, cuando terminé llevé los platos a la cocina y regresé.
Son pocas las veces que me dejan sola, pero es bueno en algunas ocasiones. Me da mi espacio para relajarme y que solo estemos mis pensamientos y yo.
Me metí bajo las sábanas y seguí con lo mío. Cerré los ojos por un momento pero sin darme cuenta me quedé dormida.
(...)
-Hija... Hija - sentí que me movían - cariño, despierta un momento - abrí los ojos encontrándome con mi papá.
-Dime, ¿pasó algo? - me incorporé quedando sentada en frente de él.
-No, solo que parecías tener una pesadilla - lo miré confundida.
-Y... ¿Por qué pensaste eso?
-Tenias una expresión asustada, eso me lo dijo todo.
-Esta bien, ¿hace cuánto llegaron? - me estire escuchando como mis huesos crujían.
-Solo estoy yo, tu mamá y Angélica se quedaron con tu abuela.
-Esta bien...
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Las aventuras de Oppai-chan
Teen FictionDesde hace un tiempo me llaman de una manera "especial" por asi decirlo, aunque la verdad yo no le veía lo especial. Cuando eso comenzó me molestaba demasiado porque pensaba que lo hacían como una burla pero con el paso del tiempo no le di mucha imp...