𝐕𝐄𝐑𝐃𝐔𝐆𝐎-𝐊𝐎𝐎𝐊𝐕

3."Peligro"

        

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Bendita alarma, benditas pesadillas y bendito sueño pesado!

Caminaba con paso apresurado hacia la cafetería donde se quedaría de ver con Minho.

Parecía que realmente no avanzaba nada y que sus pasos parecían más corto de lo normal, el local estaba tan cerca pero parecía tan jodidamente lejos.

Logró divisar por la vitrina al recién nombrado, estaba sentado en una mesa al fondo, mientras de vez en cuando tomaba de su café o solo miraba el reloj ansioso.

El sentimiento de culpabilidad no tardó en llegar y lo poco que faltaba lo acortó corriendo.

Al abrir la puerta, se escuchó la típica campanita ruidosa que ponen los dueños de los locales, solo para saber la llegada o salida de las personas...—indispensable supongo—con paso apresurado llegó a la pequeña mesa de dos personas donde se encontraba su mejor amigo, y se sitúo en la silla.

El lugar olía bastante a café he incienso, y eso solo daba una imagen de ser aquellos lugares,que son muy buenos cuando quieres tener un momento de tranquilidad y calma.

-Minho, lamentó llegar tarde, yo solo...-me corto poniendo uno de sus dedos en mis labios cuando yo ya estaba posado frente a él.

-Taehyung, no es por nada pero ya me hago las Miles de posibilidades que tuvieron que pasar para que llegaras a esta hora, no por algo soy tu mejor amigo de años,no es así?—me sonrió y palmeo mi mano.—Quieres pedir algo?

-No, Grácias...yo solo necesitaba un poco de aire fresco y siento haberte hecho venir hasta acá, pero estoy tan estresado en casa por la escuela, ya sabes proyectos y exámenes.-"mentira, Yo te cite para contarte todo lo que me ha estado pasando cada noche", Pero claro,no le diría nada de aquello, porque como todo cobarde se había arrepentido al solo imaginar la idea de sentirse juzgado por el mismo Minho o incluso que llegara a pensar que realmente esta enloqueciendo.

Pero él no era así, lo conocía bastante, quizás mas de lo que yo creía, el solo terminaría diciendo que lo apoyaría en todo esto, cuando ni siquiera el mismo sabia lo que le estaba pasando.

Joder, Minho era tan bueno.

Pero no le diría, no ahora quizás después de su debido tiempo.

•••

Minho se había encargado de decir sus típicas bromas haciendolo olvidar de todo aquello que le sucedía ,y por un momento estaba siendo el chico de siempre.
no un chico con pesadillas por las noches y heridas en la muñecas, si porque ya no eran pequeñas manchas rojizas que quemaban y ardían como el infierno, ahora parecían que alguien había venido y desgarrado su piel sin piedad creando pequeñas cortadas sobre la misma zona. siempre trataba de sanarlas y vendarlas por mi mismo, como tambien cubrirlas de su madre y los demás, pero se había vuelto difícil ya que cada día el dolor punzante parecía aumentar y las heridas reencarnar agraviamente, el dolor agonizante solo comenzaba en las noches, pero el día anterior le había estado molestado por toda la tarde, necesitaba averigüar que le estaba pasando, no intentaría quedarse de brazos cruzados como si nada.

La hora parecía haber avanzado en un santiamén, y Minho tuvo que irse cuando dieron después de las seis, no sin antes ofrecerse de llevarle a casa, hubiera aceptado pero el simple hecho de llegar a casa temprano le hacía desanimar la idea.

Solo pudo negarse y decirle la típica mentirilla—me quedare un poco más.–y vaya que se la había creído.

No duro ni cinco minutos en aquel local cuando ya estaba saliendo, caminando por las viejas calles de Minnesota y su rostro siendo golpeado por la suave brisa fresca de otoño.