Mi estancia a tu lado

Verás, desde hace mucho tiempo he querido escribirte algo como esto pero no me había atrevido a hacerlo por miedo de que fuera una estupidez más o alguna locura pero ya no aguanto más. Sé que de regalo de aniversario esperarías algún peluche, chocolates, dulces por montones o hasta mis dibujos extraños que casualmente te parecen maravillosos; quiero que veas esto, no fue muy sencillo recopilar palabras para describirte todo lo que tengo guardado en mi mente y sé que dirás algo como "¿Qué esa no es tu especialidad?" y yo diré: ¡Yo también pensé eso pero no es tan fácil!

Así como tú eres bueno con las caricias y los besos, yo lo soy con las palabras sin embargo debes creerme que la recopilación de todos mis recuerdos viene acompañado por sentimientos que me hacen vibrar cada vez que viene a mi memoria, ten un poco de paciencia y te pido me disculpes si no soy muy claro con esto, sin más es hora de escribirte.

El día en que te encontré en ese chat extraño de internet supe que eras una persona muy agradable, sincera y positiva, siempre eras el alma del lugar y cuando no estabas parecía que el teclado dejara de funcionar, nadie hablaba de nada o intentaban conversar todos eramos tan dependientes de tu alegría que no nos queríamos separar de ti. La primera impresión que me diste fue que quizás eras de ese tipo de gente que le gustaba socializar con cualquier ser vivo y/o inanimado que se te cruzase por el camino, como si la vida misma fuera a tus pasos y nunca tuvieras que correr, pensé muchas veces en tocar el icono de tu número para mandarte un mensaje privado después de todo teníamos muchas cosas en común que podríamos tratar inclusive llegando a hablar toda la tarde. Tenía miedo, miedo de no agradarte, yo no era la persona explosivamente graciosa que me describía internet, sabiendo que mi baja autoestima podría llevarme a arruinar nuestra amistad me era complicado inclusive decirte un simple "hola", temía a molestarte, incomodarte, no sabía si te agradaba. 

Cuando finalmente te dije las estúpidas palabras "Hola, Sollux. ¿Cómo estás? Sé que te gusta rolear personajes y eso y me preguntaba si quisieras hacer algo conmigo por aquí" , sí, sé que es una manera tonta de empezar pero es lo mejor que pude hacer en ese instante y mágicamente me respondiste con tu amabilidad diciéndome que aceptabas mi oferta. Las risas no pararon por parte mía al leer las tonterías que escribías, mis escritos usualmente eran serios con tramas muy intensas pero contigo fue diferente, entendías cada referencia que te hacía sobre películas de terror del tan aclamado Tim Burton, algunos memes y hasta series que creí que estaban en el olvido; gracias a esa conversación improvisada supe más de ti, cosas que no decías en el chat grupal y que quizá no te dabas cuenta que entendía.

 ¿Sabes? Usualmente me tomo un tiempo para volver a mi estado de animo normal después de tener una relación tan mala como la que tuve, quizá nunca supiste que entré a ese chat de intereses comunes para olvidarme de la realidad, estaba tan mal que empezaba a odiarme y sentirme inseguro desde años atrás; tenía una relación que creí era la correcta sin saber que había cometido un error gravisimo. Yo no creía que esa relación tóxica me había lavado la cabeza pero hasta Kanaya me gritaba por que comenzaba a actuar raro y le ponía triste verme llorar todos los días. Necesitaba algo que no fuera de su interés para poder conocer gente nueva... Fue como llegué ahí. En el momento en el que te conocí más a fondo cuando eramos más amigos que antes supe que me sentía bien hablando contigo, no llevábamos mucho tiempo de hablarnos y aún así me escuchabas sin interrumpirme o decir que era algo que no es de tu interés, te tomé mucho cariño, tanto que mis sentimientos por ti cambiaron bruscamente, primero pensé que eras para mi como un hermano, algo así como Gamzee, después de todo hacía contigo lo mismo que con mis amigos cercanos que llego a considerar familia y aunque te pedí que lo fuéramos algo me decía que no era lo que mi mente quería decirte. Pensé muchos días mientras esperaba tus respuestas, me quedaba mirando las estrellas que tanto miedo me dan pero era como si me hablaran y dijeran que estaba equivocándome en el camino que seguía contigo, supe entonces después de unos cuantos días qué era lo que tanto me daba vueltas en la cabeza.