Un Alma Valiente

Parte de un corazón unido

Esa mañana me levanté diferente,un tanto eufórico, enserio pensaba que el mundo estaba en mis manos, era la típica sensación de ser invencible.

Tanto, que no lleve esa estúpida gorra para ocultar mi rostro en la escuela.
me puse ropa a mi talla y me peine el cabello, tome tiempo para detallarme, verme bien, diferente, especial.

Al tocar mi puerta el grupo de chicos en la mañana para llevarme a la escuela, se notó en su mirada lo confundidos que se encontraban al verme, con una gran sonrisa, como si me hubieran quitado una máscara de encima, recuerdo que Saimon se acercó a mí y me dió una pequeña palmada en la espalda, y dijo con una gran sonrisa, te vez bien.

Al entrar por la puerta de la escuela las personas no tenían idea que estaban viendo, como si acaso fuera un muerto que resucitó o no sé qué otra cosa mas, no me quitaban la mirada de encima, las sonrisas esporádicas me hacían sentir bien, me sentí nuevo, feliz, me sentí vivo.

Al salir de la escuela, luego de un gran día, no paraba de repetirle a Saimon lo nuevo que me sentí,y lo dispuesto a cambiar que me encontraba, lo que no me imaginé era lo que sucedió después de decirle estás palabras.

Estábamos a medio camino de llegar al restaurante con Saimon y los muchachos, veníamos en el auto y nos dirigimos al mismo restaurante de ayer, cuándo en la mitad de una conversación, Saimon me queda viendo y dice que probara ese chico nuevo en el que me estaba convirtiendo.
thaison que estaba sentado en la parte de atrás del vehículo dice de manera sarcástica_no le digas a Saimon lo que eres o no eres capaz de hacer, o lo convertira en una prueba_.
Eso me dió tanta enojo porque sentía que Saimon desconfiaba de mi palabra. En ese momento puede percatarme de que estábamos cruzando el mismo puente de al que ayer me lanzaron, salte del auto en movimiento y rodé unos metros en el pavimento de la carretera, me levanté mientras que Saimon freno el coche en seco dejando una estela de humo y marcas de neumáticos en el suelo, yo corri con fuerza hacía la baranda y la salte para caer de manera limpia en el río, al caer por unos segundos entro con fuerza en el agua. tanto que solo al caer pierdo la mitad de la energía que tenía para nadar, me di cuenta de que era una muy mala idea haber saltado, pero ya no podía echar hacía atrás.