EL DULCE NIÑO DE PAPÁ O EL TERRIBLE TORMENTO DE PAPÁ

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La situación en la casa de los Aomine era diferente a la del rubio, era más compleja, más difícil, teniendo de expectantes al castaño y al mini castaño.

— ¿Qué es esto, Daiki? — El castaño seguía confundido, en la entrada de su casa, estaba el moreno junto a un mini Daiki profundamente dormido en brazos de su padre.

Ignorando la pregunta cargada de celos del castaño se acuclilló frente al pequeño y le dijo con felicidad.

— Ryuchi, él es Daichi, tu hermanito menor, se buen hermano mayor y llévense bien, ¿de acuerdo? — El castaño observo a su padre y luego al niño que venia dormido en los brazos de su padre.

— Yo no quiero un hermano menor — El niño mayor están completamente celoso, no quería nada que ver con ese niño, básicamente era un intruso.

— Ryuchi, quieras o no, es es TU hermano, y tienes que respetarlo y quererlo, lo mismo para ti, Ryo — Pasó de largo a los dos castaños para entrar al cuarto que les tenía prohibido el paso a cualquiera.

Los dos castaño iban detrás del moreno y esperaron a que entrara al cuarto, y abrieron los ojos, el cuarto era precioso, espacioso y muy luminoso.

El moreno recostó el pequeño cuerpo sobre la cama y arroparlo y se fue sin antes darle un beso con cariño al pequeño y cerrar la puerta con cuidado

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El moreno recostó el pequeño cuerpo sobre la cama y arroparlo y se fue sin antes darle un beso con cariño al pequeño y cerrar la puerta con cuidado.

— Daiki, ¿qué es esto, porqué trajiste a ese niño aquí?, y aun peor, ¿de quién es ese niño? — El castaño confronto con celos al mayor.

— ¿Verdad que  es precioso?, dime Ryo, ¿a quién crees que le pertenecen esos mechones de cabello celeste? — Sonrió y se fue a acostar.



2 días después


Aomine cuidaba su pequeño coloreaba sobre la mesa de la sala comiendo galletas, mientras él veía un partido de basket por la televisión, el pequeño se acercó a él y se subió con un poco de ayuda del moreno al sillón.

— Mira papí, nuestra familia — En el dibujo se observaba una extensa gama de personas, la familia era tan grande que el pequeño tuvo que pegar dos hojas juntas.

— Que bonito, Daichi — El niño sonrió orgulloso — Algún día seremos así, todos — Al pequeño se le iluminaron los ojos.

— ¿En serio? — El moreno sintió — Pero, ¿también Ryo -San y Ryuchi?, puede que no me quieran, pero se que él es muy bueno, puede cambiar, solo, tengo que ser mejor — Tenía el mismo pensamiento de Kuroko, de tal palo tal astilla.

— Mi niño — Sólo dijo eso con una sonrisa.

Pero, el niño se entristeció cuando vio otro dibujo en la mesita. No le tomo mucha importancia he invito al niño a ver el partido con él, después de rato, al termino del partido, el niño termino dormido, lo acomodó en el sillón y lo tapó con una manta, iba a ir a la cocina pero se detuvo cuando vio el dibujo nuevamente, lo tomó y se dio cuenta de algo, era su hijo y el pequeño pelirrojo.

MIS 7 ÁNGELES (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora