Tom Holland One-Shots

35/PP

(Especial Venom!: estará en este one-shot presente Eddie Brock y Venom ya que son dos personajes que amo mucho💖.)

Tus pasos se achicaban cada vez más con tu problema respiratorio, no estabas siendo consciente de a dónde tu cuerpo te llevaba, o dónde podrías parar, pero estabas agitándote cada vez más y no había rastros negros detrás tuyo.

En un oscuro callejón, te encontrabas dando bocados de aire rápidos puesto a que tu aire en tus pulmones era demasiado, pero no podías largarlo de ninguna manera. Segundos luego de que te calmaras un poco, pero con tu cuerpo en alerta, sentiste unos pasos firmes estallar arriba tuyo. Con tu mirada asustada, encontraste al héroe local Spiderman (tú novio), y largaste un aire tranquilo.

—¡_____!—. exclamó, acercándote a ti—Por fin te encuentro.
—Peter...—. tocaste tu barriga, dolorida.
—No tienes aire—. afirmaste con la cabeza—Diablos. Cuando vea a ese alien—. suspiró, tomándote del brazo.

Sin decir nada, te tomó de tu cintura, y te rodeó con un brazo. Te sentiste más segura y tu presión sanguínea fue tranquilizando, pero luego fue más rápido cuando extendió su brazo y de su muñeca salió su famosa telaraña, yéndose con ella.
Llegaron a el edificio de arriba, donde el te reposó en el suelo y luego se quitó la máscara para atenderte rápidamente.

—Peter, deberías ir a buscar a Venom—. decías en tus suspiros más profundos, sin lograr calmarte.
—No hasta que vea que respiras bien—. afirmó.

Le sonreíste y lo tomaste de la nuca, agarrando sus mas escondidos rulos castaños, lo acercaste a tus labios e impactaron. Le regalaste una sonrisa para romper el beso: "Vé y destrúyelo", le dijiste al joven estrella. Este se puso su máscara mientras te observaba, y dejó aquel tejado vacío, mientras tú tomabas tus piernas y las atraías a tu cara, esperando a que el arácnido pueda volver a tomarte en sus cálidos brazos.

—¡Oye, mocos negros!—. escuchaste enunciar a tu novio hacia el alien—¿Tienes conciencia de que tocaste a mi novia, no?
—Qué tú tengas novia no es mi incumbencia—. respondió el extraterrestre, con una voz escalofriante—Todos son buena comida. Incluso tú, Spider-Man—. oíste por última vez decir.

Usualmente Spiderman es el último en tirar chistes cómicos o frases irónicas para romper el ambiente y darle a la pelea un tono más Spiderman. Te extrañó la falta de aquel comentario, por un momento, pensaste que Peter habría sido devorado por Venom.

—¡No estoy echo de lasagna!

Ahi estaba el comentario innecesario, pero totalmente cómico y relatable. Sonreíste ante este comentario.

Estabas en tus pequeños suspiros, con tus rodillas apegadas a tu frente y tu pecho estabilizándose, suspirando con una sonrisa en ti. "Tú puedes, Peter. Lo sé", hablaste para ti misma.

La espera de la conclusión de la pelea parecían tres otoños secos; hasta que Peter llegara, tú estabas preocupada por su forma física y que tanto duraría esto. Sabías que, aunque tiene mucha fuerza y poderes asombrosos junto con una inteligencia mejor que la de cualquiera, no podría durar mucho...después de todo, los héroes siguen siendo vulnerables, y Peter es una opción.

Asomaste tu cabeza luego de un largo tiempo, para ver a tu novio sufriendo en el suelo con heridas importantes y gemidos de dolor. Venom se acercaba con cada paso y se sentía su respiración por todo el vecindario.

Algo debías hacer, no ibas a dejar a la persona que más amas así.

"Ah, si. Venom es vulnerable a el fuego y a los sonidos altos, deberías tenerlo en cuenta por si algo pasara". detallaste en tu mente la voz de Peter, su consejo podría valer oro en estos momentos y agradecida estabas de recordarlo.

Tu mano se aferró firmemente a la escalera, mientras temblabas con tus piernas, tus pies intentaban apegarse con tu mirada cerrada y tus esperanzas perdidas en que podrías sobrevivir. El sentimiento de una flecha en tu garganta se cruzó al oír gemir a Peter del dolor constante, y retomaste tu decisión: debías seguir, por él, y solo por él.
Terminaste bajando en el mejor sigilo que tenías. Milagrosamente, Venom no fue capaz de escuchar tus pasos o quejidos, punto para la reportera del Daily Bugle.

A pasos cortos y agachados, tomaste gasolina cercana y la esparciste cerca del alien (quién estaba muy distraído en el héroe local como para prestarte atención). Prendiste fuego con un fósforo cercano, y este fue rápido pero astuto al llegar a Venom, para surgir sus gritos de dolor.

—¡Lo hiciste!—. te dijo con su voz más aguda, mientras reincorporaba su estatura. Notaste como su cara de felicidad pasó a ser a una cara de dolor, y lo atendiste rápidamente.
—Pet, tranquilo. Yo te llevaré.

Sin que él se queje, extendiste tu mano y el la aceptó tomándola. Lo cargaste en tus hombros y lo llevabas arrastrando, mientras oías gritos de un simbionte activo y las flamas inundar poco a poco sus quejidos.

—

—Realmente le pateaste el trasero a Venom—. dijo en carcajadas Peter, quién conservaba su traje oloriento y sucio, pero sin su máscara.
—Supongo—. reíste, y Peter te imitió.

Se marcó un silencio.

Al levantar tu cabeza, Peter te observaba con una mirada delicada y suave que te transmitía ondas cálidas.

—¿Qué?
—Tú me salvaste—. te sonrió, con sus ojos brillantes y un poco aguados.
—Debía devolverte todas las veces que me salvaste a mi—. respondiste tímida, tomando tus dedos y jugueteando con ellos.
—Te amo—. habló con sus mayores esperanzas Peter.

Tu piel se estremeció, tus ojos se dilataron, tus labios se mordieron y se te hizo inevitable sonreír de oreja a oreja. Retomaste postura, dirigiéndote a él: "Yo también", le respondiste.