IV.

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Junmyeon y Jongdae al salir del ala del palacio que les había sido asignada fueron conducidos por un sirviente hasta el príncipe Yunho que esperaba por ellos.

- Están adentro – dijo Yunho cuando el sirviente se había retirado dejando a los tres hombres solos –

- Bien, no los hagamos esperar – dijo Jongdae, el príncipe asintió y abrió la puerta entrando primero seguido de los otros dos –

- Nuestro príncipe, Jung Yunho, Kim Junmyeon, Capitán de la Ciudad Sagrada y Kim Jongdae, Gran Concejal de la Ciudad Sagrada – anuncio un sirviente cuando entraron, los presentes se pusieron de pie e hicieron una reverencia, Yunho indico que se sentaran y al sirviente que los había presentado salió al final –

- Gracias por su presencia aquí el día de hoy, - comenzó Yunho – espero podamos llegar a un acuerdo que complazca a todos y permita una transición tranquila del trono –

- Eso dependerá de lo que tenga que ofrecer, alteza – dijo Boo Seungkwan, líder de aquellos que se habían reunido a negociar con el príncipe –

- Les aseguro que la oferta del príncipe es muy generosa, - intervino Jongdae con una sonrisa – aunque antes de ofrecérsela, me gustaría escuchar sus peticiones –

Los presentes se miraron entre sí, y después Seungkwan en nombre de todos empezó a hablar. Al parecer todos deseaban que les fueran devueltas las tierras y los títulos que les fueron arrebatados cuando se exiliaron junto con el príncipe Taesung, también deseaban tener puestos dentro del consejo del príncipe, matrimonios adecuados para sus hijos, y cosas por el estilo.

- Todas sus peticiones me parecen razonables, - dijo Jongdae tan pronto el otro dejo de hablar – y su alteza está más que dispuesto a concedérselas – un murmullo se alzó en la habitación – con un par de condiciones, por supuesto –

- ¿Qué clase de condiciones? – pregunto un hombre sentado a la derecha de Seungkwan –

- Se les devolverán sus tierras y por cinco años pagaran un tributo a la corona correspondiente al veinticinco por ciento de sus ganancias, después de eso se les reducirá a quince por ciento como al resto. – empezó a explicar Jongdae - En cuanto a los puestos que solicitan, estos se otorgaran en consideración a otra condición, sus hijos mayores o aquel de su elección será enviado a servir a palacio, como militar o escolar, aquello en lo que sea hábil, por tres años, dependiendo de su desempeño a su padre se le otorgara la distinción de un puesto en correspondencia con sus capacidades claro está. El príncipe se asegurara de que sus hijos tengan un matrimonio adecuado, que solo podrá oficiarse por y con la aprobación de su alteza, esas serían las condiciones más importantes –

- ¡Eso es un insulto! – exclamo uno de los presentes –

- No hay manera de que aceptemos eso – añadió otro –

- No hablara en serio, alteza – dijo Seungkwan alteza –

- Es muy en serio, mi señor – dijo Yunho, Junmyeon había notado que el príncipe había apretado los puños todo el tiempo que llevaba la reunión, como si se estuviera conteniendo – es por sugerencia del Gran Concejal que hago estas ofertas, si fuera por mí solo habría dos: el exilio o la horca – dijo con frialdad –

- Alteza... seguimos al príncipe Taesung por convicción... -

- No es por eso la horca, - dijo Yunho – es por lo que intentaron hacer con Taeyong –

- El príncipe Yunho ha hecho un gran esfuerzo en aceptar mis consejos, pero son solo eso, y la oferta puede cambiar mañana – dijo Jongdae - ¿Cuál es su decisión ahora? – los hombres se consultaron en murmullos por unos minutos –

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