Capítulo 1: Pt. II

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Los meses fueron pasando y Jimin fue creciendo. Pasó de ser un recién nacido, a un cachorro extremadamente vivaz.

Después de ese día en el que lo reconocí como mi omega, las demás manadas se volvieron un alboroto por la noticia de que se había cumplido lo que decían los antiguos manuscritos, —y que no sólo se había cumplido—, sino que se había cumplido en dos de las grandes familias. La futura unión entre los Jeon y los Park sería la más poderosa, tanto comercialmente como familiarmente, al ser bendecidos con la unión del destino.

Debo acotar que Hyunsik y mi padre estaban felices. Pensé que Hyunsik se decepcionaría al no tener un alfa pero aceptó que él fue el encargado de procrear al elegido, así que se sentía orgulloso.

Como el futuro alfa de Jimin, no podía reprimir el instinto de estar con mi omega y protegerlo de cualquiera que se le acercara. Mis padres intentaron controlarme pero finalmente se dieron por vencidos, así que se me permitió visitar regularmente la mansión Park. Cuando cargaba a Jimin entre mis brazos, podía sentir cómo olfateaba un poco y su pequeño lobo se acurrucaba, regodeándose en mi olor y mi lobo hacía exactamente lo mismo. Aún no sé cómo huelo para Jimin pero seguro ha de gustarle, ya que se quedaba profundamente dormido.

Hoy Jimin cumple seis meses de nacido y los Park organizaron un gran banquete en su honor. Además de las tres grandes familias, también se encontraban las manadas aledañas.

Todos comimos, los adultos bebieron y conversaron, mientras que los hijos jugábamos alrededor en el inmenso patio de la mansión.

De repente se escucha una copa tintinear.

— Señoras y señores — todas las miradas se centraron en la tarima. — Hoy estamos aquí reunidos para celebrar los seis meses de nacimiento de nuestro pequeño cachorro, Jimin. — carraspeó. — Cuando Jimin llegó al mundo, tenía fe en que sería un alfa. — dirigió su mirada hacia mí. — pero el destino decidió que Jimin fuera el omega del alfa heredero del poder de la familia Jeon. Nada me complace más que saber que existe la futura unión entre ambas familias y que estamos bendecidos por la virtud de la Gran Diosa.

Estaba escuchando a Hyunsik seguir hablando, cuando sentí un jalón en la manga de mi traje. Cuando volteé era Jung Hoseok, el omega mellizo de Jiwoo.

— Oye, Jungkook. — dijo.

— ¿Qué sucede, Hoseok?

Él agachó su cabeza unos segundos y después clavó su mirada en mí.

— Eso del amor destinado... Es realmente impresionante. — pude ver un destello en sus ojos. — ¿Cómo lo supiste?

Dudé y me debatí un poco acerca de eso. No sabía cómo explicarlo.

— Hmmm, sólo lo sientes. Tu lobo lo siente.

— Vaya... Es genial. — dijo sonriendo.

Yo asentí y sonreí de vuelta. Hoseok era un omega adorable, a diferencia de Jiwoo que era mandona y autoritaria, muy parecida a su padre y a su hermano mayor, Byunjae.

— Bien, eso es todo. — finalizó Hyunsik. — sigan disfrutando del banquete.

Las manadas comenzaron a acercarse a la mesa donde se encontraba Boyoung con Jimin en brazos para conocerlo. Mi lobo gruñó y me impulso a ir hacia allá. Boyoung se percató y rió.

— Jungkook, debes de calmarte. Estamos en una fiesta en nuestra propia casa, nada pasará.

Iba a responder pero detrás de mí sonó la voz de mi nana.

Reconociéndote ↠Kookmin◆Omegaverse↞Where stories live. Discover now