Psychiatric Styles -Larry Stylinson-

Sinopsis

¿Odias la vida?

"Si"

¿Has pensado en suicidarte?

"Miles de veces"

¿Lo has intentado?

"Varias veces"

– ¿Podrías contestar las preguntas? Vamos muchacho es fácil, solo mueve la cabeza en afirmación o negación.

El sonido de unos tacones irrumpió en la enorme habitación de paredes blancas, unos apresurados pasos se aproximaron a ambos y la silueta de una mujer se posó por delante del encorvado adolescente quien permanecía con mirada perdida en el interior de está siguiendo con detenimiento el recorrido de un diminuto insecto.

"Cien Pies"

Los labios del muchacho se curvearon mientras no perdía de vista el recorrido del animalito por las baldosas brillantes.

"Pierna"

–Demonios

–Doctor, ¿Se encuentra bien? -Pregunto la mujer esperando alguna orden.

–No, no es nada.

–Doctor su hijo lo está esperando en recepción ¿Lo hago ingresar a su consultorio?"- La voz de la horrenda secretaria era una tortura, el chico deseaba que una abeja ingresara por la ventana de psiquiátrica ahora mismo para que misteriosamente se atorara en su garganta.

– Iré a ver que necesita, Lauren puedes quedarte con el chico solo tomará unos minutos.

El doctor salió de la oficina cerrando la puerta tras su espalda.

–Pe-ero, doctor.

Lauren envió un vistazo por el pasillo, el hombre ya se había perdido por los corredores, trago en seco cuando sintió sus manos temblar y sus rodillas perder la fuerza. Se puso firme y con pasos decididos ingreso nuevamente a la habitación.

El muchacho tenía la cabeza levantada dejando ver su rostro cosa que casi nunca hacia Lauren deseo tener una cámara grabadora ahora mismo así el Dr. Tomlinson entendería de una vez que no había tratamiento alguno, el chico era un demente.

Las palabras se atropellaron en su garganta – ¿Harry, no es así?

"Puerta"

Un azote se escuchó proveniente del pasillo en el segundo piso, fue uno muy fuerte, incluso el muchacho que se encontraba recostado intentando tomarse una selfie lo escucho.

– Este lugar esta embrujado– Lanzo una mirada sobre su hombro notando a la secretaria que tenía por delante suyo, se inclinó un poco y vio que esta estaba aprovechaba la red del hospital para chatear. Chasqueo la lengua alejándose poco a poco de la recepción.

Mientras caminaba por los enormes pasillos de "Psychiatric Styles" pateaba imaginariamente un balón invisible, su vista se detuvo en la olvidada pared azul que cubría el hospital observo que en el lugar había un norme mural lleno de dibujos extraños, habían desde casitas de niños hechos por crayones hasta una mujer sentada en una antigua mesa de roble el dibujo estaba rayado con tinta negra, se hacía imposible poder distinguir el rostro de la mujer. Inclinándose de puntitas intento ver más dibujos esparcidos por el mural.

"Arriba"

El castaño dio un salto al sentir un aliento caliente chocar contra su nuca, giró por todos lados pero no había nadie él estaba completamente solo.

–Hijo ¿Qué haces ahí?

Louis enderezo su postura, y dejó escapar un suspiro de alivio al notar que su padre se aproximaba desde el otro pasillo.

–Nada, solo veía algunos dibujos que hacen los locos.

–Pacientes con enfermedad mental, Louis no deberías burlarte de ellos son personas muy fuertes, ni tú ni yo podríamos ser más fuertes que ellos créeme.

-–Así y ¿Por qué están locos?

–Su mente los ha capturado Louis, ellos no luchan contra otra cosa más que su mente.

Iniciaron el recorrido fuera del pasillo dirigiéndose a recepción.

-Y bueno hijo. -El doctor sonrió mientras se ponía de cuclillas. -¿Viniste solo a saludar a papá? o es que tú y Zayn están planeando algo ¿eh?

El Dr. Tomlinson estaba muy convencido de que su hijo ya no era un niño de que era un adolescente; ya no más juegos en casa los domingos o salir a pasear al perro, pero aun así le gustaba tratarlo como un pequeño niño, siempre seria el niño de sus ojos, su más preciada posesión, tenía cuatro hermosas hijas pero Louis era su único hijo varón y eso de alguna manera no tan machista como sonaba lo hacía sentir orgulloso.

–Papá no soy un bebé.

–Mi tarjeta de crédito tiene entendido eso muy bien muchacho.

–Sucede que me han invitado un fiesta, es para el hijo del entrenador de la escuela así que Zayn y yo pensábamos, tú sabes llamar un poco la atención–. Sonrió con ojos suplicantes.

–Que sea la primera y última vez que me pides el auto.

–Pe-ero papá recién inicia el año escolar, habrán más fiestas y no quiero ser aburrido este año.

–Yo no dije que no podrías ir en auto a tus próximos compromisos. -Lo codeo amistosamente en el hombro.

–Papá esos saludos son de los ochenta.

– ¿Me estas llamando anticuado? Porque dudo que un padre anticuado como yo le regale a su hijo un auto. -Sonrió mientras sacaba de su bolsillo trasero una licencia de conducir con la fotografía de Louis.

– ¿Cómo lo conseguiste? el instructor dijo que no me darían la licencia, hasta finales del año.

–Digamos que trabajar con "locos" como tú los llamas tiene sus ventajas.

–... Espera ¿y las llaves? soltó a su padre del abrazo.

–Están en mi oficina, te llevaré...

–Conozco el camino–. Sin terminar de escuchar lo que su padre decía el castaño corrió hasta el ascensor más cercano, ya en el interior se apresuró en presionar rápidamente el botón con la flechita arriba indicando el número del piso. Sintió un cosquilleo en la punta de los dedos cuando intento presionarla otra vez, como una pequeña descarga eléctrica.

"Paciencia"

Aparto rápidamente su dedo del botón girando por todos lados buscando el sonido de esa voz otra vez, pronto dejo de hacer tanto ruido con sus zapatos y se mantuvo en silencio para lograr escuchar algo. Las puertas del ascensor se abrieron de golpe asustándolo, Louis se sacudió la cabeza mientras corría hacia el pasillo, inspecciono cada placa fuera de las oficinas hasta dar con la que buscaba "Dr.Tomlinson"

Fuera de la oficina una secretaria daba vueltas por todos los rincones cogiéndose el pecho mientras tranquilizaba su respiración, espero un poco a que la mujer se alejara de la oficina y cogió la perilla.

"Silla"

Empujo la puerta ingresando todo su cuerpo al interior y como si una fuerza magnética lo impulsara, poso la mirada sobre la primera silla que pudo encontrar.

"Louis" susurro el otro muchacho mirando aun las baldosas, donde un pequeño insecto se retorcía.