💫Lo que viví con él.💫

Capítulo 4

En realidad nunca pensé que Massimo fuera un chico tan amigable. Pensé que eres súper antipático, egocéntrico y un mujeriego empedernido.

El es todo lo contrario. Es un chico atento, simpático y muy dulce. Le han pasado muchas cosas, ha sufrido. Es un chico totalmente independiente, le gusta trabajar y quiere ser alguien, no sólo el hijo del gobernador.

Luego de cenar, me trajo a casa. Dijo que le gustaría salir nuevamente conmigo y yo gustosamente acepté.

En éste momento, me estoy colocando la pijama, dispuesta a dormir.

Es un poco loco, pero no puedo quitarme éstasonrisa de la cara. Me siento muy feliz, de verdad. Pensando en lo maravillosa que fue mi cita con Massimo, me quedo dormida.

■▪■

Estoy caminando hacia la cafetería, me toca abrir hoy.

Al llegar, lo primero que veo es el auto de Massimo. Es un poco extraño, ya que es muy temprano.

Me adentro en la cafetería y pongo el letrero que indica que ya abrí. Me dirijo hacia la caja y me dispongo a empezar a trabajar.

Cuando alzo la mirada, lo primero que veo es a un Massimo muy sonriente. Trae un ramo de tulipanes rojos en sus manos.

- Hola, buenos días. ¿Cómo estás?- Se acerca entregándome las flores.

- Buenos días. Muy bien, ¿Y tú?.

- Mejor que nunca. ¿Podrías darme un café negro?

- Claro, ¿Algo más?- Digo empezando a preparar su café.

- Si, un beso.

- Ese servicio no está disponible el día de hoy.- Dije evitando que notara el sonrojo que se estaba creando en mis mejillas.

- Es una pena, será para la próxima.

Este chico va a hacer que me dé un infarto.

- ¿Quieres tomarte un café conmigo? No veo que tengas más clientes.

- Está bien. ¿Cómo va la empresa?- Digo preparando mi café.

- En realidad, va muy bien. ¿Cómo van tus estudios?

- Muy bien. El problema es que ya estoy en el punto más costoso. He pensado en pausar mis estudios, por esa misma razón. Estoy buscando un trabajo extra. No quiero dejar la cafetería, porque este es como mi segundo hogar, pero si necesito otro ingreso.- Estoy siendo total y completamente sincera con el, este es un tema que me estresa mucho.

Estoy buscando trabajo desde hace dos meses y no encuentro nada lo suficientemente bueno.

- No tienes que estresarte. Yo estoy buscando una secretaria, la mía está embarazada y no podrá seguir trabajando conmigo. ¿Te gustaría tomar su puesto?- Su cara cambió totalmente, ahora tiene un brillo muy hermoso en sus ojos, creo que es alegría.

- Me gustaría mucho, pero no sé si pueda. ¿A qué hora debo estar en la oficina?

- Debes estar ahí a las 8:00 de la mañana, salimos a las 4:00 de la tarde. Sólo sería de lunes a viernes, el horario normal.

- Si puedo, mis clases son a las 8:00 de la noche y yo vendría a la cafetería los fines de semana.

- ¿Podrías empezar mañana?

- Claro que si, me encantaría.

De verdad estoy muy emocionada, tendré un nuevo ingreso, seguiré con mis estudios y podré ver a Massimo todos los días.

- Entonces nos vamos mañana, cuídate mucho.- Dice pagándome el café, luego me entrega una tarjeta con la dirección de la oficina y me da un beso en la mejilla.