¿Destino o casualidad?

14. Te adueñaste de mi

Los días pasaban y las cosas no iban para nada bien. Christopher seguía siendo un chico alegre, pero no era el mismo de antes y las cncowners comenzaban a darse cuenta

En un programa de televisión catalogaron a Christopher como "al chico que se le subió la fama" por estar serio y casi no hablar cuando era más que obvio que estaba distraído, menos mal eso era algo que ya había quedado en el pasado pero eso no quitaba que me sintiera culpable

Renato tenía razón, solo pensé en lo que era mejor para mi y no pensé en Christopher, no pensé en la consecuencia de mi decisión y ahora los dos estábamos pasando un mal trago

–Tengo que hablar con él

Me levanté de la cama y al mirar el reloj vi que ya era más de media noche y seguro Chris ya estaría dormido

A causa de mi insomnio, fui por una taza de café y me dirigí a la azotea del hotel, me senté y me dediqué a mirar las estrellas

–¿no puedes dormir?– escuché su voz

Al voltear a ver, vi a Christopher recargado sobre la puerta de entrada a la azotea

–no, y supongo que tú tampoco

Christopher negó con la cabeza y se me quedó mirando. Con inseguridad caminó hacia mi y después dudó si sentarse o no en la silla que estaba a lado mío pero terminó optando por quedarse de pie

–Puedes sentarte si quieres

Lo animé, esta era mi oportunidad para hablar con él

Después de que Chris tomara asiento, nos quedamos viendo las estrellas por unos segundos

–Quería hablar contigo – dijimos al unísono, lo que nos hizo soltar una risa nerviosa

Entre Chris y yo era muy frecuente que habláramos al mismo tiempo

–tú primero– dijo Chris

–bueno, quiero decirte que me he sentido mal por todo lo que ha pasado desde la decisión que tomé, sé que fue muy egoísta de mi parte en no pensar en las consecuencias y...

–¿aún me amas?– Chris soltó de repente, interrumpiendo lo que yo estaba diciendo

–Chris, yo...

–por favor solo responde eso, necesito saber la respuesta

La mirada que Christopher me daba en estos momentos hacia que se me partiera el corazón

–mira Christopher, yo...– me puse de pie

–porque yo todavía te amo– Christopher también se puso de pie –y me duele ya no tenerte conmigo. ¿Sabias que fuiste la primer mujer a la que le dije un "te amo"? Porque eso es lo que en verdad siento y no me arrepiento de haberlo dicho

Christopher ahora se había acercado a mi, demasiado diría yo. Nuestros rostros estaban demasiado cerca y nos habíamos quedado callados únicamente escuchando el sonido de nuestras respiraciones

–te necesito– mencionó Christopher para después unir sus labios con los míos. Era un beso lento y tierno, al volver a sentir sus labios y tener de nuevo su aroma cerca hizo que reaccionara que lo había extrañado más de lo que yo pensaba

Christopher lentamente y con delicadeza colocó sus manos sobre mi cintura acercándome por completo a él y yo en cambio puse mis manos alrededor de su cuello

Nos separamos por falta de aire, pero él colocó su frente sobre la mía

–Christopher, yo también aún te a...–

Escuchamos un ruido extraño, lo que nos hizo separarnos de un brinco

–Christopher, mi vida, hasta que por fin te encuentro–

Por la puerta, entró una chica pelirroja que a mi parecer era más plástico que persona

–¡Lizbeth!– Christopher me miró y se empezó a mover nervioso

–me desperté y no te vi a mi lado así que decidí buscarte pero como no encontraba mi ropa tomé prestada una de tus camisas, espero que no te moleste–

Lizbeth se acercó caminando como si estuviera en una pasarela de modelaje. Al llegar con nosotros pareció darse cuenta de mi presencia y no pudo disimular su cara de disgusto sin mencionar que también me miró de pies a cabeza.

– Oh, y tú eres...?– preguntó

Ella me causó una sensación desagradable y unas inmensas ganas de desgreñarla ante sus acciones

–que importa– respondí secamente y mire a Christopher –y tú, olvida todo lo que acaba de pasar–

–No Hanna, no es lo que parece...

– no tienes que darme explicaciones pues tú y yo hace tiempo que no somos nada y parece que eso no te afecto tanto como imaginé. Solo olvida la que acaba de pasar y ya–

Cuando termine de hablar, empecé a sentir mis ojos llorosos así que mejor me fui antes de que empezara a llorar por completo porque aunque ya no lo quería admitir, mi corazón le seguía perteneciendo a Christopher

Llegué a mi habitación, me tiré sobre el piso recargándome en la cama y mis lágrimas empezaron a salir

A los pocos minutos escuché a alguien tocar mi puerta

–Hanna, por favor ábreme– al otro lado se escuchaba la voz de Christopher –créeme que las cosas no son como parecen–

Me limpié las lágrimas y me dirigí a la puerta gateando y me recargue sobre ella

–Vete Christopher

–No me voy a ir, quiero que ahora si me des la oportunidad de explicarte cómo fueron las cosas– al otro lado, escuché como Chris se deslizaba por la puerta quedando sentado y recargándose sobre la puerta –solo ábreme por favor–

–No...

–Hanna, por favor

–En otro momento habla...

–Entre Lizbeth y yo no pasó nada– Christopher comenzó a hablar –sé que tú ya no eres mi novia pero me gustaría explicarte lo que pasó–

Sabía que Christopher era capaz de quedarse ahí toda la noche así que decidí abrir la puerta y después irme a sentar a la cama

Christopher entró, cerró la puerta y comenzó a hablar nuevamente

–Gracias por abrirme– habló pero yo no le respondí

–bueno, yo me sentía muy mal por no tenerte conmigo así que como intento para tratar de... olvidarte, iba estar con ella esta noche, creo que entiendes a qué sentido me refiero– Christopher se rascó la cabeza incomodo

–no necesito que me vengas a contar tus intimidades– dije volviendo a sentir los ojos llorosos

–Espera que aún no termino– Christopher se apresuró a hablar –sé que no hay excusa pero esa fue la decisión estúpida que tomé pero quiero que sepas que entre ella y yo no pasó nada porque simplemente no pude– Chris suspiró –no pude por el simple hecho de que ella no era tú, todo el tiempo estás en mi cabeza y por más que trato no logro sacarte. Te adueñaste de mi por completo y...¡carajo! ¿Sabes una cosa? No me visualizo con alguien más que no seas tú, estoy tan enamorado como nunca lo había estado, tan enamorado que me da miedo...

Había callado a Christopher con un beso, la expresión que había mantenido mientras me explicaba las cosas me hizo darme cuenta que me hablaba con sinceridad así que no pude evitar lo que hice y además tenía que admitir que Chris también se había adueñado por completo de mi.