El inicio

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Me encontraba cortando el césped de mí patio trasero cuando oí el tintineo de la campanilla de la bicicleta del cartero, indicando que había una carta para mí. Me dispuse a retirar la carta del buzón cuando una fría brisa otoñal me detuvo, produciéndome un escalofrío, aunque ignoré bastante éste hecho y tomé aquella carta. La cual se encontraba llena de estampillas, lo que señalaba que provenía de muy lejos.

Observando más detalladamente la carta, me percaté de que con una bonita letra cursiva se indicaba de dónde provenía: "Glasgow, Escocia". Recordé en aquél momento a la tía Beth, cuando ella venía aquí, a Formosa a visitar a mamá, papá, y obviamente también a mí. Recordaba cuando ella se sentaba en el sillón de la sala de estar y me contaba historias -quizá reales, quizá ficticias- sobre nuestro Clan, el Clan del águila imperial ibérica. Siempre me llamaron mucho la atención aquellas historias en las cuales siempre aparecía uno que otro fantasma, castillos, la codicia de una herencia y muchos otros temas. Por lo que me pregunté si era ella la que me escribía después de tanto tiempo sin vernos.

Abrí la carta y efectivamente era la tía Beth quien me escribió. La carta iniciaba con un título bastante llamativo y sorpresivo: Peligros acechan nuestra familia, ¿me ayudarás?
La misma proseguía:

"Querido Matthew:

Perdona que te escriba en éstas circunstancias pero eres el único miembro del clan en el que confío, el escudo del Clan ha sido robado y esto puede traernos severas consecuencias, llegando al límite de la muerte de alguno de nosotros dos. Te he adjuntado en el sobre dinero suficiente para que viajes hasta aquí, donde te explicaré mejor los problemas que afrentamos. En la estación de tren de Glasgow te esperaré si decides ayudarme. Te ruego pronto vengas.

Con cariño,
La tía Beth"

Cuando terminé de leer, varias preguntas azotaban mí cabeza, ¿cuál escudo?, ¿peligros para el clan?, ¿mi muerte?

Aunque aún no me percataba de qué estaba sucediendo, decidí salir cuanto antes para Glasgow. Avisé a mí hermana que me iba para Escocia, sin embargo, no le conté con qué fines para no preocuparla.

Luego de todo esto, fui al aeropuerto a comprar dicho pasaje; compré un boleto para el vuelo más cercano, el cual partía mañana a las 7:30 am. Pagué, tomé mí boleto y volví a mí casa caminando, sin poder dejar de pensar en todo lo que sucedía; incluso, de tan metido que me encontraba en mis pensamientos, tiré accidentalmente las compras de una señora, por lo que tuve que quedarme a recoger sus pertenencias y pedirle unas disculpas. Entre tanto y tanto se hicieron las 6 p.m. cuando llegué a mí casa.

Tomé las llaves doradas de la puerta de mi casa que, obviamente, se encontraba llaveada. Introduje la llave en aquél orificio, la giré en sentido horario y al escucharse el clack abrí la puerta con el picaporte, ingresé a la sala algo cansado y dejé mis pertenencias sobre la mesa. Observaba la carta tontamente intentando encontrar más pistas, intentando recordar las historias que me contaba la tía de pequeño, buscando algunas pistas sobre el Escudo de la familia. Sin embargo, nada surgía en mi mente.

A eso de las 7 preparé mis maletas. No llevaba nada peculiar; ropa de invierno, abrigos, frazadas, algunas pertenencias, mí cepillo de dientes, auriculares, entre otras cosas. Todo dentro de una pequeña valija personal.

Observé el reloj de pared, las manecillas indicaban las 9 en punto. "¿Tan tarde?" dije internamente mientras me servía un vaso de leche chocolatada y tomaba el mismo. Me dispuse a recostarme ya que al día siguiente debía levantarme temprano para ir al aeropuerto, rápidamente concilié el sueño.

Tuve un sueño normal hasta que, de repente, una circunferencia con un águila interior y una frase debajo apareció abruptamente.

Me desperté con el sonido de la alarma de mí teléfono, aquel clásico "bip" repetido, por lo que, aún somnoliento, me levanté y me dirigí al baño a cepillarme los dientes y lavarme la cara. Una vez que todo esto sucedió, me quité el pijama y me puse una playera y unos jeans, nada demasiado llamativo.

Tomé mis maletas, mis pertenencias, el boleto, mi pasaporte y salí por la puerta principal para subirme en mi auto e ir en dirección al aeropuerto, introduje la llave en el arranque de mí vehículo y la giré en sentido horario hasta que arrancó, y comencé a conducir en dirección al aeropuerto.

Me estacioné, justamente, en el estacionamiento del mismo y me bajé tomando mis maletas. Ingresé por la puerta giratoria y le entregué a la recepción mi boleto con los datos de mí vuelo. Me indicaron por dónde debía ir luego de presentarles mis credenciales, por lo que me dirigí hacia aquella puerta de abordaje.

Me senté en el avión y puse algo de música para relajarme. En mí playlist tenía distintos tipos de música, música que me encantaba, como el K-Pop, la electrónica y el trap americano, aunque quizá también algo de argentino, y por último me recosté cerrando los ojos. Luego de varios minutos el avión despegó y ahí iba yo, en dirección a Glasgow, Escocia, buscando resolver un misterio que ni siquiera yo comprendía.

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Y bueno, aquí está la primera parte de la historia, espero que te guste yyy eso, ah. Soy muy principiante y nunca jamás escribí una historia de ningún índole, espero oír sus críticas constructivas aquí, los amo :(.

El Misterio del Escudo EscocésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora