CAPÍTULO 4

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                       Mi consuelo

Después de que mi madre dejara a mi padre, yo lo único que queria era ser feliz y eso no se podia...

Me madre se convirtió en mi henemiga.

Ella empezó a tomar hasta no poder más, ella ya no me hablaba y se enserraba en su cuarto, yo siempre tenía hambre, por que no comia nada en semanas. La verdad no se como es que yo sigo viva después de eso.

Mi madre llego a un limite en el que ya no me quería. Hací que despidió llevarme a una casa hogar.

Todavía recuerdo muy bien ese día, yo estaba llorando, por que no quería que mi madre me llevara, pero desde que ella me dejo en ese orfanato, yo ya no quería nada.

En lo único que yo pensaba era en morirme y que todos estarian mejor sin mi. Hací qur decidí matarme, ¿Cómo puede ser  una niña de tan sólo 9 años este pensando en morir?

Si, eso es lo que yo pensaba.

El día ya lo habia programado, ese día era el día de mi cumpleaños. Ese día yo estaba muy triste que me subi al techo de la parte de los salones de juego. Y en el instante en el yo iba a saltar vi a mi madre, hermosa, con un vestido rojo, con tacones y el cabello sueto, llevaba un regalo envuelto en un papel de Candy Candy, mi anime favorito, yo grite: ¡mamí!.

En ese momento me caí del techo y me lastime muy gravemente, mi madre me vio caer que solto el regalo y se fue corriendo al patio donde yo estaba.

yo me desmaye. Luego desperté en el hospital y yo no sabia lo que ocurría, hasta que vi todo mi cuerpo embuelto de verdandas yo solo lloraba por El dolor tan insoportable de mi cuerpo, en ese instante, yo recordaré que mi abuela de parte de mi madre una vez me dijo, si te sientes mal o triste, ora él señor te escuchara.

Eso fue lo primero que yo ise, orar a Dios para que me ayudará, me senti con tanta fe al orar, que todas las mañanas al despertar le agradecia por hacerme despertar, por hacerme sentir mejor, por darme las fuerzas.
Yo queria ver a madre, pero ella no iba a verme, hací que me ise amiga de las enfermeras que estaba en el hospital y ellas me hablaban sobre lo que es bueno y malo en la vida, también me dijeron que el la vida existen dos tipos de personas, los buenos que ayudan a la gente y los malos que son como ogros.

En el tiempo que estuve en el hospital, las enfermeras me trataban muy bien, pero había una en especial que yo una vez la confundí con mi madre, por que ella se comportaba como una madre conmigo, ella me dijo una vez:

--Doris tienes que ser fuerte en la vida, hay mucho sufrimiento y mucha alegría, tu tienes que una persona feliz, por que la felicidad en una fuerza y cada vez que tu des una sonrisa deve ser para alegrar a las personas, tu no esperes nada a cambio tu da todo lo mejor de ti, trata a las personas como quisieras que te trataran y tu no te eaperanses de nadie, tu sigue a delante  y se feliz que eso es lo único que deves hacer.

Yo me puse a llorar al escuchar estas palabras y comprendí que todo pasa por algo y todo se puede solucionar en esta vida.

Dos meses después, salí del hospital y mi madre estaba abajo esperandome.

Yo corrí a abrazarla, ella me cargo y me dijo:
-- Hija Perdoname.
-- Yo le respondí, claro que te perdono.

Ellas estaba muy contenta, y yo también, ella me pregunto:

-- ¿ A dónde quieres ir?
-- Yo le respondí: A una iglesia.
Quiero darle gracias a Dios por que te tengo a ti y a mi hermana.
-- Ella me dijo: esta bien vamos.

Enseguida mi madre paro un taxi y le dijo al conductor:
-- A la iglesia más cercana.

Él conductor nos llevo a una iglesia enosme, era de color amarillo y una esquina completa.

Yo le dije a mi madre entremos.
Ella me contesto.
-- Yo te esperó aquí afuera.
-- Yo le dije: esta bien.

Entre a la iglesia y lo primero que vi, fue las dos hermosa pintura que estaban a lado del altar.

En el momento es el que entre, vi a un niño como de 10 años suevendo unas cosas al altar, al verlo se me iso simpático y guapo.

Él se acerco a mi y me dijo:
-- La misa emñesara en una hora, llegaste temprano (Me dijo con una gran sonrisa)

El niño era medio alto, delgado, tenía los ojos cafés oscuros, era güero, tenía el cabello de negro y era risado. Yo le pregunte:
--¿La misa?
-- Él me contesto: Si la misa.

Yo me sentí un poco incomoda por que yo no sabia que eres la misa.

Salí y tome de la a mi madre y dije:
-- Vamos.

Mi madre y yo nos dirijimos a casa de mi hermana Alejandra, por que mi madre ahora vivia con mi hermana...

Al llegar a casa, le di con fuerte abrazo a mi hermana y le dije:
-- Hermana te quiero mucho.
-- Ella me respondio: Yo también te quiero tanto, que te extrañe.

"NADIE SABE LO QUE ES SUFRIR"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora