Me levanto asustada y sudando a mares he tenido una horrible pesadilla, sentía que me perseguían en un bosque, todo estaba oscuro y no podía percibir nada, hasta que sentí como me tomaban del cuello y me asfixiaban. Me levante y dirijo a la cocina a tomar un poco de agua.
Otra vez, pero ya despierta, siento como que alguien me observa.
Estoy paranoica. Creo....
Enciendo la luz de la cocina, miro a todos lados y no veo a nadie.
Segundos después, por segunda vez siento a alguien mirándome, volteo y veo una silueta.
- ¿Mama, necesitas algo?
Nadie responde y ya me voy poniendo nerviosa, y siento a alguien tocar mi hombro.
Cuando volteo, casi me desmayo no siento fuerza en mis piernas, comienzo a sudar.
- ¿Aaa...buela? - digo tartamuda.
- Hijita, no temas de mi – dice sonriendo.
- No entiendo nada, tu estas muerta – digo aun sin poder creerlo.
- Hija, tal vez ahora no entiendas, pero hay muchas cosas que debes saber. He dejado una carta para ti, contándote todo lo que debes saber de mí y mi pasado.
- Pero tu.... – me interrumpe.
- Quizá ahora estés confundida y tengas muchas preguntas para mí, pero confía en tu abue.
- Sonríe – ve al cementerio y en una lápida familiar estará un cofre para ti con todo lo que debes saber, y con ese cofre vendrán a ti personas nuevas, que te van a proteger, personas malas de las cuales debes cuidarte, personas que serán indispensables en tu vida, lee la carta y sabrás todo – te amo hija, ya me tengo que ir, adiós.
Y con esas palabras se va y desaparece, dejándome allí parada e impactada.
No sabía que decir ni que hacer o si solo era una imaginación mía, o si era real.
Ver otra vez a mi abuela fue especial pero a la vez extraño, sea real o no iré por esa carta. Subo a mi habitación y lavo mi cara para despejar la mente, me encamino a la cama, me acuesto y al cabo de unos minutos no se mas nada.
(...)
Suena el despertador y son las siete de la mañana, hoy es un día especial para mí ya que me mudare sola y estoy emocionada por ello.
En el momento que me voy encaminando al baño, recuerdo el extraño sueño que tuve anoche.
O eso creo que fue...
Bueno en fin, me entro a la ducha, en unos minutos salgo, me visto, tomo mis cosas y bajo a la cocina.
- Buenos días mama – digo mientras me siento en la meseta.
- Buenos días hija ¿Quieres desayunar? – dice preparando waffles.
- Sí, tengo mucha hambre.
- Llame a George para que te ayude con la mudanza, se nota tu emoción – dice sirviendo el desayuno,
- Si, aunque también un poco nerviosa.
- ¿Por qué? – pregunta y pienso si decirle o no.
- Bueno... es que anoche soñé algo muy extraño – digo comiendo – mi sueño fue con la abuela y me hablo de cosas muy extrañas.
- ¿Cómo qué? ¿Qué te dijo? – pregunta extrañada.
- No recuerdo todo muy bien, solo que buscara una carta, pero bueno, no sé qué quiso decir – digo levantándome para irme.
- Adiós hija, cuídate mucho – se despide de mi con un beso.
Salgo y me encamino a la parada del bus, tomo el que va cerca de la biblioteca, que es donde iré.
(...)
- Buenos días Marta – digo sonriendo al entrar a la biblioteca.
- Buen día cariño ¿Cómo estás? - me abraza.
- Muy bien – contesto recibiendo el abrazo.
Me siento en un pequeño sillón al fondo del pasillo, este lugar me gusta ya que es acogedor y más privado.
Comienzo a leer y me pierdo totalmente en el libro que elegí.
Luego me des-concentro, ya que siento a alguien acercarse a mí, pero no presto atención.
Al salir de la biblioteca, miro mi reloj y ya es tarde.
Veo a un chico que se queda mirándome fijamente, como si quisiera decirme algo. Es alto de tez blanca, mandíbula pronunciada, en fin era lindo.
Deje de mirar al chico y seguí en lo mío, paso por una tienda y decido entrar y caigo en cuenta que es vinta-ge (mi favorito), quiero decorar mi apartamento por lo que, pienso en comprar algún objeto.
- Buenas tardes, necesita ayuda – dice amable la chica de la tienda.
- No, gracias, cualquier cosa le aviso – respondo.
Comienzo a caminar en la tienda y ahí cosas muy bonitas, al fondo del pasillo veo un espejo, el cual es diferente a los demás y su diseño era como en símbolos.
¡Me encanta!
- ¿Cuánto cuesta? – pregunto interesada.
- Son 5 dólares.
- Toma – digo entregándole el dinero de inmediato.
- Gracias – dice amable.
Salgo de la tienda y me dirijo a mi casa para comenzar la mudanza.
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Detras del espejo
FantasySipnosis ¿Creen en el mas allá? ¿En lo oscuro? ¿Aquello que no tiene explicación? antes no creía en esas cosas, pensaba que era absurdo, pero desde ese día mi forma de pensar acerca de todo cambio por completo, conocer todo sobre ese mundo desato...